Este Castillo, también llamado de Hins Canit, tiene sus orígenes en el alejado siglo IX. Proteje el pueblo de Cañete la Real. Sus primeros pobladores eran miembros de la tribu de los Banu Jali. Y entre sus piedras estuvo el rey visigodo Witiza que le dio el título de Real, que posteriormente los árabes le quitaron al ser conquistado por ellos. Tuvo que esperar a que las huestes de del Rey Alfonso XI de Castilla, el Justiciero ( era bisnieto de Alfonso X el Sabio, nació en Salamanca, 13 de agosto de 1311 y murió en Gibraltar, 26 de marzo de 1350),volvieran a tomar este castillo, hacia el 1330, y devolverle el título de Real.
Tuvo una gran importancia estratégica durante la revuelta de los muladíes contra el Califato de Córdoba, convirtiéndose en un bastión del caudillo rebelde muladí Omar ibn Hafsún. Tras la conversión de éste al cristianismo, Awsaya ibn al-Jali, jefe de los beréberes de la zona convirtió la fortaleza en un bastión de los más importantes de la resistencia mozárabe hasta que en el 906, este castillo de las tierras de Takaronna, era tomado al asalto después de una encarnizada lucha y dotado de una guarnición musulmana permanente evitando nuevos levantamientos en la zona.
Sobre el 1246, el rey Fernando III el Santo, estuvo intentando conquistar este castillo sin conseguirlo, no fue hasta el año 1330 en el que el castellano rey Alfonso XI lo consiguió conquistar.
Pasó denuevo a manos musulmanas y fue en el 1362, cuando otro rey , Pedro I de Cstilla, llamado el Cruel (hijo de Alfonso XI), realizó una entrada triunfal en el castillo. En el curso de esta toma, fueron conquistados fortalezas cercanas a Cañete la Real, las plazas de El Burgo, Ardales, Turón y Cuevas e sumaron a los reinos cristianos
En 1368 fue recuperada por las tropas del emir de Granada aprovechando un período de crisis en las relaciones de los reinos cristianos, estos granadinos cobraron de nuevo las fortalezas conquistadas por el rey castellano.
En 1407 volvió de nuevo a manos catellanas, reconquistada por el hijo del Maestre de Santiago, Gómez Suárez de Figueroa, aprovechando que la fortaleza estaba protegida por una pequeña guarnición. En el año 1480 es conquistada nuevamente por los musulmanes procedentes de Ronda, pero en 1482 cayó definitivamente en manos castellanas. Posteriormente la fortaleza fue entregada a la Casa de Osuna.
En este caso, los franceses, no tuvieron nada que ver en el abandono y destrucción el castillo, su abandono y ruina ha sido progresivas y sus piedras utilizadas por los habitantes de Cañete la Real.
El recinto abarca una superficie aproximada de 3.600 metros cuadrados. Su forma es irregular, adaptándose a la superficie del risco sobre el que se asienta. Su flanco suroeste está además defendido por un profundo barranco rocoso que actúa como foso natural. Su acceso está situado en el lado sudeste, al que se llega mediante una empinada rampa en recodo.
Le entrada da paso a un patio distribuidor de forma triangular situado en el extremo sudeste desde el que se accede a la amplia plaza de armas, situada en una cota más alta, donde se pueden ver los restos de varias dependencias, además de la torre del homenaje, totalmente restaurada, de 10,5×10,5 metros de lado. La fortaleza contaba con dos aljibes, de los cuales quedan los restos. Uno de ellos, de forma octogonal, se encuentra junto a las dependencias. El otro, rectangular y con bóveda de cañón, está situado en el extremo noroeste del recinto.