HISTORIA Y FAMA DE LA VENUS DEL ESPEJO, por Will Derusha, Catedrático de Poesía española en la University of North Texas

HISTORIA Y FAMA DE LA VENUS DEL ESPEJO

Will Derusha,

 

Por divinamente guapa que sea, la pobre no solamente nace virgen y embarazada, sino también pegada a un espejo, símbolo por excelencia de la vanidad femenina, y pocos artistas hay que quieran presentarla sin él.  Se trata obviamente de la diosa Afrodita, o Venus para los romanos y para nosotros.  Este artículo se centra en un cuadro que revela la manera cómo las obras de arte emergieron de colecciones particulares a la institución del museo, a través de lo cual entraron en el conocimiento público, junto con las ventajas y los peligros concomitantes.

[img 01] La obra maestra escogida es la Venus del espejo—o en inglés la Rokeby Venus o su título menos frecuente, más feo y totalmente erróneo, la Toilette of Venus—, cuadro de uno de los mejores pintores del siglo XVII, Diego Velázquez.  Antes de 1952, el consenso crítico dio por sentado que Velázquez realizó la Venus entre sus últimas obras, o sea, las que pertenece a la época de Las Meninas, a partir de 1656 (Balsa de la Vega, 371, Lago 10, Mayer 15, Williamson 21, entre otros muchos).[1]   En 1952 se publicó un inventario de junio de 1651 en que viene catalogado el cuadro (Aterido Fernández 91). [2]   Además, puesto que el pintor sale para Italia en noviembre de 1648, parece probable que se trate de un cuadro realizado antes del viaje (MacLaren 124).  El inventario se refiere claramente a la Venus:

Una pintura en lienço de una muger des

nuda tendida sobre un paño pintada

de espaldas recostada sobre el braço derecho

 mirándose en un espejo que tiene un

niño de la mano de Velázquez de dos baras

 y media de ancho y una y media de cayda

con su marco negro.

(Pita Andrade 227)

Es desconocida la inspiración de la pose, aunque en el mundo greco-romano la diosa sí posa mirando hacia atrás con gran admiración por las nalgas, lo cual denomina Venus Callipyge, o sea, la Venus del trasero hermoso.[3]   Tanto Paolo Veronese (¿1585?) como Peter Paul Rubens (1614-1615)  retrataron a Venus como vista desde atrás, acompañada de un cupido que sostiene el espejo, pero en los dos cuadros la diosa no está tumbada en un diván, sino que se ha sentado en almohadones.  Las voluptuosas nalgas quedan parcialmente tapadas con manta o colcha (Veronese) o con una tela diáfana (Rubens); además,  a diferencia de la Venus de Velázquez, se ve en detalle el reflejo de la cara.[4]

 Como el único desnudo femenino pintado en el Siglo de Oro español, la Venus es todavía un misterio.  ¿Para qué y para quién la pintó Velázquez?  Gracias a otro inventario, se sabe que en 1677 la obra adornaba el techo de una quinta en las afueras de Madrid, donde acompañaba a otras imágenes desnudas (Bull 649).  En el siglo siguiente Antonio Ponz describe el cuadro como uno de los muchos que observó en el palacio madrileño del duque de Alba, en 1772 (301-302).  Cuatro años más tarde, el inglés Henry Swinburne también ganó la entrada al palacio e hizo nota de la Venus (167).  Estos dos son los únicos testigos que han dejado un registro de la pintura en todo el siglo XVIII.

La Venus se quedó con la familia del duque de Alba antes de pasar en 1800 a manos de Manuel Godoy, valido de Carlos IV; un visitante al palacio de Godoy vio la Venus allí, así como la Maja Desnuda de Goya (Bull 654).[5]  Para 1813 se había llegado a Inglaterra, [img 5] donde John Morritt—heredero de una gran fortuna y amigo del prolífico escritor romántico Sir Walter Scott—compró la pintura para colgarla cerca del techo, si no en el techo, de su mansión Rokeby Hall en Yorkshire (Bray 99), considerándolo un «hermoso cuadro de la parte trasera de Venus» (Johnson 715). [6]  En 1857 el hijo de Morritt prestó el cuadro a una exhibición de los «Tesoros artísticos del Reino Unido», celebrada en Manchester; los organizadores decidieron exponerlo también cerca del techo, y probablemente por las mismas razones que el dueño de Rokeby Hall (Thoré-Bürger 121).[7]  Es la primera vez que lo ve el público.  En 1890 la Venus despertó interés y debate generalizados en Londres cuando se mostró en la Exposición de Invierno de la Real Academia (Royal Academia 29, McConkey 191), después de la cual la Galería Nacional de Londres[8] puso en marcha una campaña de recaudación de fondos para adquirirla, y la Venus llegó a ser su primera adquisición.[9]

 Es más que lícito suponer que esta pintura no fue ampliamente conocida ni vista en la España católica de la Inquisición.  En los siglos XVII y XVIII, el único arte público, por lo menos en España, pertenece a las iglesias.  Las colecciones privadas a veces dejaban entrar a un artista conocido, y a veces le permitían realizar una copia personal, como la versión más pequeña de Las Meninas en Dorset, Inglaterra, y el aguafuerte de Goya de 1788.  Los museos de arte transformaron para siempre esta situación.

Antes de la viabilidad económica de reproducciones fotográficas, los museos ofrecen al público virtualmente la única ocasión para ver el arte, junto con la supuesta influencia elevadora de éste.  Aludiendo a la Galería Nacional en 1857 el Parlamento declaró que «la existencia de las imágenes no es el objetivo final de la colección, sino solamente el medio para dar a la gente un disfrute que la ennoblece» (Langmuir 11).  En lugar de corromper la moral del público, corrupción que temen tanto la iglesia como la aristocracia del Siglo de Oro, el gobierno ahora cree que el arte no puede sino mejorarla (Haskell 19).

Sin embargo, el arte no le ennoblecía los valores morales a toda la gente, al menos respecto a la Venus del espejo.  Martes, 10 de marzo de 1914, una sufragista canadiense llamada Mary Richardson trajo un hacha escondida a la Galería Nacional.  Era seguidora de Emmeline Pankhurst, fundadora del movimiento inglés, que estaba en la cárcel de haber instigado un tumulto público.  Como Richardson escribe años más tarde:

Me hacía falta hacer un paralelismo entre la indiferencia del público ante la destrucción lenta de la señora Pankhurst y la destrucción de algún objeto extremamente costoso. Una pintura vino a la mente.  Sí, sí, la Venus que Velázquez había pintado, expuesta en la Galería Nacional.  Era muy apreciada por su valor en dinero.  Si pudiera dañarla, concluí, podría establecer el paralelo. (165)

Pero un editorial de la época, publicado en el Imparcial de Madrid, atribuye a la navajera un móvil menos altruista, alegando que «María Richardson es flaca, pequeña, y tiene un rostro feísimo.  Esto explica, de cierto modo, su odio por Venus» (Romero 1).[10]

[img 6] El primer golpe hizo añicos el cristal que protegía—sin éxito— la tela.  Debido a que los obreros arreglaban un tragaluz de la galería, el guarda miró hacia arriba, permitiendo a Richardson seguir hachando.  Ella escribe que fueron cuatro golpes en total, pero seis fueron fotografiados.  Un par de turistas alemanes acabaron con el vandalismo, golpeándola con sus guías Baedeker (169).

El ataque estuvo en todas las primeras planas, muchas de ellas con reproducciones de la pintura, unas más acertadas que otras, lo que fue a contribuir considerablemente a su fama.  Algo semejante pasó con el hurto de La Gioconda o Mona Lisa en 1911.[11]  Las nuevas técnicas para reproducir imágenes, junto con innovaciones en la distribución masiva de publicaciones, hicieron La Gioconda mundialmente famosa cuando los periódicos dieron a conocer el cuadro del Museo del Louvre, a la vez que entretuvieron a los lectores con detalles y teorías del misterio, a lo largo de su desaparición.  De esta forma La Gioconda llegó a ser la pintura más famosa del mundo en múltiples sondeos del siglo XX (Sassoon 8-9).[12]  Por consiguiente, es patente que el museo resulta un arma de doble filo: colecciona y conserva—arreglando cuando sea necesario—las obras de arte con el propósito de exhibirlas al público; y al mismo tiempo las expone a riesgos ocultos, tales como el vandalismo y el hurto.

Ataques a la Venus del espejo continúan, al menos verbalmente.  La feminista Barbara Hardy, por ejemplo, escribe que el cuadro no es sino una forma de «alta pornografía» que celebra el «sexo corrupto» (6).  Claro que tal afirmación ideológica es insostenible.  Incluso en una fotografía de Andre Maier, en la que al instante interpretamos los pies arrugados y polvorientos de una mujer que existe, el lunar en las nalgas, las estrías como pertenecientes a una mujer de carne y hueso, la etiqueta de pornografía—alta, baja o mediana—resulta forzada, puritana y estéril.

Mediante la pericia de Helmut Ruhemann y su personal de la Galería Nacional, la Venus del espejo parece milagrosamente indemne: «hoy día el trasero de Venus sigue siendo sin cicatrices y nosotros podemos verlo como lo vio Velázquez», en palabras de Christie Davies, aludiendo al ataque en 1914 (55).  A lo que añade la conversadora: Vita brevis est, Ars longa.  O quizás la frase Callipyge Veneris longa, sería más apropiada en este caso: La vida es breve, el arte dura mucho tiempo y también perdura el hermoso trasero de Venus.

Obras citadas

Aterido Fernández, Ángel.  «The First Owner of the Rokeby Venus».  The Burlington Magazine 143.1175 (Feb. 2001): 91-94.

Beruete, Aurelio de.  «La Venus del espejo.»  Cultura Española (Madrid) 1 (Feb 1906): 155-166.

Bray, Xavier.  «Velázquez and Britain.»  Velázquez.  Ed. Dawson Carr.  London: National Gallery, 2006. 92-111.

Bull, Duncan and Enriqueta Harris.  «The Companion of Velázquez’s Rokeby Venus and a Source for Goya’s Naked Maja.»  The Burlington Magazine 128.1002 (Sept. 1986): 643-654.

Clark, Kenneth. The Nude: A Study in Ideal Form. Princeton (NJ): Princeton UP, 1990.

Gállego, Julián.  «La Venus del espejo».  Velázquez.  Madrid: Museo del Prado, 1990.  368-373.

Harris, Enriqueta.  Velázquez.  Ithaca (NY): Cornell UP, 1982.

Johnson, Edgar.  Sir Walter Scott: The Great Unknown.  Vol. 1.  New York: Macmillan, 1970.

Justi, Carl.  Diego Velázquez and His Times.  London: H. Grevel, 1889.

Lema, el Marqués de.  «Antecedentes políticos y diplomáticos de los sucesos de 1808.»  Nuestro Tiempo 9.148 (Abr 1911): 18-45.

MacLaren, Neil.  The Spanish School.  Revised by Allan Braham.  London: National Gallery, 1988.

Mayer, August L.  Velázquez: A Catalogue Raisonné of the Pictures and Drawings.  London: Faber and Faber, 1936.

Pita Andrade, José Manuel.  «Los cuadros de Velázquez y Mazo que poseyó el séptimo Marqués del Carpio.»  Archivo Español de Arte 25.99 (1952): 223-236.

Montagu, Jennifer.  «Velázquez Marginalia: His Slave Juan de Pareja and His Ilegitímate Son Antonio.»  Burlington Magazine 125.968 (Nov 1983): 683-685.

Ponz, Antonio.  Viaje de España, en que se da noticia de las cosas más apreciables, y dignas de saberse, que hay en ella. Tomo 5.  Madrid: Ibarra, 1782.

Romero, s.n.  «El atentado de Londres: La Venus del espejo.»  El Imparcial (Madrid) 48.109 (Jueves 12 Mar 1914): 1.

Sassoon, Donald.  Becoming Mona Lisa: The Making of a Global Icon.  New York: Harcourt, 2001.

Thoré-Bürger, Théophile [bajo el seudónimo «William Bürger»].  Tresors d’Art en Angelterre.  Bruselas: Librairie de Ferdinand Claassen, 1860.

Williamson, George Charles.  Velázquez.  London: George Bell, 1904

[i] En concreto Mayer da la fecha de 1658, justamente dos años antes de la muerte del pintor.  Beruete, por su parte, cree solamente que Velázquez realizó el cuadro después del último viaje a Italia (164).  El pintor regresó a España en el verano de 1651.  Harris sostiene que Velázquez hizo enviar el cuadro, pintado en Italia, a Madrid (103).  Por su parte, Montagu cree haber encontrado evidencia de una modelo que el pintor no sólo utilizó en Italia, sino que también fue madre de su hijo natural, un tal Antonio (385).  Al especular en un artículo del catálogo que publica el Museo del Prado en 1990, Julián Gállego supone posible que sea esta mismísima mujer italiana la que posó para la Venus.

[ii] El inventario fue de don Gaspar de Haro y Guzmán, marqués de Heliche.

[iii] Los ejemplos más famosos son tal vez la estatua del palacio Yusúpov en San Petersburgo, la de Versalles y la de los jardines de las Tullerías en París, ésta un poco más pudorosa al medio cubrirse con gasa.  Carl Justi sugiere como inspiración la estatua del hermafrodita dormida de la Vila Borghese, de la cual existe en el Prado una copia en bronce, pedida por el propio Velázquez (462).  Aunque Neil MacLaren (126) y Kenneth Clark (373) toman nota de la opinión de Justi, no es convincente.

[iv] En los dos cuadros anteriores Venus lleva joyas que la dejan menos desnuda—para decirlo así—que la de Velázquez.  Rubens pone, además de Cupido, una criada negra, cuya presencia crea un ambiente menos íntimo.  Tal vez Velázquez se haya apropiado las cortinas sedosas de rojo intenso que Veronese cuelga en el fondo. El cuadro Venus con un sátiro y dos cupidos, de Annibale Carracci y datado alrededor de 1588, exhibe a la diosa haciendo una pose muy parecida a la de la Venus de Velázquez, pero falta el espejo, mientras la presencia del sátiro y la alegría de los cupidos cambian por completo el ambiente que busca el pintor español.

[v] En la misma página Bull se refiere a una lista de pinturas «que pertenecen a la décimo tercera duquesa de Alba (la de Goya), en su palacio de Buenavista» en 1799, pero todavía no puedo encontrar esta lista, sino otra de 1802, que aparece entre documentos en torno a Godoy, quien «heredó» de algún modo la colección a la muerte de doña María Teresa en el año citado (Lema 26).

[vi] Morritt expuso la pintura «a una altura considerable», tanto a causa de «una cierta luz admirable» por encima de la repisa de la chimenea como para que «las señoras puedan apartar la vista sin dificultad» (Ibid).

[vii] Exiliado de Francia de 1849 a 1859, Thoré-Bürger adopta como pseudónimo el nombre «William Bürger» o, en el caso de la presente publicación, simplemente «W. Bürger».

[viii] Para los propósitos de este artículo traduzco así National Gallery of London, salvo en los datos bibliográficos en caso de que el lector quiera buscar una publicación.

[ix] El Rey Eduardo VII contribuyó a la campaña con las últimas £8,000, a vísperas de un fracaso de la recaudación, a través del cual la Venus iba a terminar en Alemania o Estados Unidos.

[x] Es interesante que el escritor traduzca «Mary» con «María», aunque identifica a Pankhurst como «mistress» y deja «National Gallery» en inglés.  Por su parte Richardson nos dice que sí tenía apatía al cuadro de Velázquez, lo que le facilitó la decisión de atacarlo (165).

[xi] Vincenzo Peruggia, un carpintero italiano que trabajaba en el museo, llevó el cuadro a Florencia, creyendo que la obra pertenecía a Italia, como su pintor Leonardo da Vinci.  El cuadro regresó a París en 1913.

[xii] Sassoon cree que la celebridad de La Gioconda, que el hurto le ganó, habría ido apagándose tras la recuperación si la vanguardia europea no la hubiera chuleado en tantas obras (196).  D’Annunzio lanzó la explotación literaria reciclando un viejo poema y cambiando el título de «Al poeta Andrea Sperelli» a «La Gioconda», versos que se publicaron el 25 de agosto de 1911; es decir, a cuatro días de la desaparición el 21 de agosto (161-162).

 

NOTAS

[1] En concreto Mayer da la fecha de 1658, justamente dos años antes de la muerte del pintor.  Beruete, por su parte, cree solamente que Velázquez realizó el cuadro después del último viaje a Italia (164).  El pintor regresó a España en el verano de 1651.  Harris sostiene que Velázquez hizo enviar el cuadro, pintado en Italia, a Madrid (103).  Por su parte, Montagu cree haber encontrado evidencia de una modelo que el pintor no sólo utilizó en Italia, sino que también fue madre de su hijo natural, un tal Antonio (385).  Al especular en un artículo del catálogo que publica el Museo del Prado en 1990, Julián Gállego supone posible que sea esta mismísima mujer italiana la que posó para la Venus.

[1] El inventario fue de don Gaspar de Haro y Guzmán, marqués de Heliche.

[1] Los ejemplos más famosos son tal vez la estatua del palacio Yusúpov en San Petersburgo, la de Versalles y la de los jardines de las Tullerías en París, ésta un poco más pudorosa al medio cubrirse con gasa.  Carl Justi sugiere como inspiración la estatua del hermafrodita dormida de la Vila Borghese, de la cual existe en el Prado una copia en bronce, pedida por el propio Velázquez (462).  Aunque Neil MacLaren (126) y Kenneth Clark (373) toman nota de la opinión de Justi, no es convincente.

[1] En los dos cuadros anteriores Venus lleva joyas que la dejan menos desnuda—para decirlo así—que la de Velázquez.  Rubens pone, además de Cupido, una criada negra, cuya presencia crea un ambiente menos íntimo.  Tal vez Velázquez se haya apropiado las cortinas sedosas de rojo intenso que Veronese cuelga en el fondo. El cuadro Venus con un sátiro y dos cupidos, de Annibale Carracci y datado alrededor de 1588, exhibe a la diosa haciendo una pose muy parecida a la de la Venus de Velázquez, pero falta el espejo, mientras la presencia del sátiro y la alegría de los cupidos cambian por completo el ambiente que busca el pintor español.

[1] En la misma página Bull se refiere a una lista de pinturas «que pertenecen a la décimo tercera duquesa de Alba (la de Goya), en su palacio de Buenavista» en 1799, pero todavía no puedo encontrar esta lista, sino otra de 1802, que aparece entre documentos en torno a Godoy, quien «heredó» de algún modo la colección a la muerte de doña María Teresa en el año citado (Lema 26).

[1] Morritt expuso la pintura «a una altura considerable», tanto a causa de «una cierta luz admirable» por encima de la repisa de la chimenea como para que «las señoras puedan apartar la vista sin dificultad» (Ibid).

[1] Exiliado de Francia de 1849 a 1859, Thoré-Bürger adopta como pseudónimo el nombre «William Bürger» o, en el caso de la presente publicación, simplemente «W. Bürger».

[1] Para los propósitos de este artículo traduzco así National Gallery of London, salvo en los datos bibliográficos en caso de que el lector quiera buscar una publicación.

[1] El Rey Eduardo VII contribuyó a la campaña con las últimas £8,000, a vísperas de un fracaso de la recaudación, a través del cual la Venus iba a terminar en Alemania o Estados Unidos.

[1] Es interesante que el escritor traduzca «Mary» con «María», aunque identifica a Pankhurst como «mistress» y deja «National Gallery» en inglés.  Por su parte Richardson nos dice que sí tenía apatía al cuadro de Velázquez, lo que le facilitó la decisión de atacarlo (165).

[1] Vincenzo Peruggia, un carpintero italiano que trabajaba en el museo, llevó el cuadro a Florencia, creyendo que la obra pertenecía a Italia, como su pintor Leonardo da Vinci.  El cuadro regresó a París en 1913.

[1] Sassoon cree que la celebridad de La Gioconda, que el hurto le ganó, habría ido apagándose tras la recuperación si la vanguardia europea no la hubiera chuleado en tantas obras (196).  D’Annunzio lanzó la explotación literaria reciclando un viejo poema y cambiando el título de «Al poeta Andrea Sperelli» a «La Gioconda», versos que se publicaron el 25 de agosto de 1911; es decir, a cuatro días de la desaparición el 21 de agosto (161-162).

 




EL DICTADO DE MAURY, POETA DE SANTIAGO DE CUBA, por Luis E. Aguilera, Presidente Sociedad de Escritores de Chile

EL DICTADO DE MAURY, POETA DE SANTIAGO DE CUBA

Luis E. Aguilera

Maury Hernández
Maury Hernández

Cada  mañana el santiaguero Maury Hernández Correoso se levanta sobreponiéndose a las adversidades de la vida, sin rendirse, buscando fórmulas, vías y métodos para seguir adelante, a pesar de los tropiezos del destino que junto a las zancadillas también entrega premios a los más tenaces.

Este es el caso del jovial Maury para quien la  discapacidad visual no ha sido un obstáculo en su realización personal; así lo demuestra el galardón obtenido en el   Concurso Internacional de Literatura  Tiflos, auspiciado por  La Once, que es la Organización de los  Ciegos Españoles.

Los  merecimientos del Jurado lo favorecieron con el  segundo lugar especial en poesía por su poemario Lo Que Dicto, título que igualmente lleva uno de los poemas en donde refiere su manera de escribir que es dictando sus ideas, sentimientos e inspiraciones, pues no pudo alfabetizarse en Braille al perder la sensibilidad de sus dedos.

Refiere el bardo moreno que el libro está estructurado en dos partes, una que se llama  Tejer Alas a la Noche y que tiene que ver con su condición de invidente, a partir de una creación que le dedicó a su bastón, la otra sección contiene textos de carácter social, amoroso y  ofrendados a la mujer.

Durante el fluido diálogo con el nobel poeta nos explica que son 30 poesías las de su volumen, sintiendo particular  apego en  Lo Que  Dicto  porque retrata la singular manera de concretar sus imaginaciones, luego de recordar una y otra vez  las reflexiones que irá modificando hasta  aprenderlas de memoria.

Tengo que hacer un gran esfuerzo mental para dictar lo que ya he concebido, que no es de una forma sencilla  y sí con un gran cariño, el  argumento dice al final: “ Es un parto hermoso, difícil, es mi aliento que escapa  pero que logro atraparlo, logro hacerlo  palabras, entonces, entregar de esa manera mi verso”.

He  tenido varios calígrafos, mi esposa por ejemplo ha trabajado conmigo, una compañera cuyo nombre no recuerdo en estos momentos, le  he dictado a una grabadora y finalmente al compañero Ulises Pérez, ciego igual que yo y que  es quien dirige la Sala para Discapacitados( Braille) de la  Biblioteca Elvira Cape.

Esta es la manera que tengo de presentar mis creaciones refiere Maury, me gusta porque ayuda a conservar la mente fresca, es un antídoto contra el alzheimer, es mi forma   de escribir, por eso el nombre  Lo que Dicto, yo digo lo que pienso, después siempre necesita algún retoque y me socorren  mis compañeros del Taller Literario que me han ayudado mucho, ellos son junto conmigo los artífices de este premio, desde las aulas de poesía que dirige el poeta  Reynaldo García  Blanco.

Cuando  perdí la visión y mis planes comenzaron a troncharse busqué una vía de suplir lo que  no me era posible hacer, ya tenía inquietudes literarias pues hacía una poesía familiar a mi esposa en nuestros aniversarios, para decirle de  una manera  más bonita mi pasión hacia  ella, sin pretensiones de ningún tipo, después  decidí tomarlo en serio y hoy puedo hacer poemas y narrativa.

Todo esto ocurre cuando regreso a Santiago luego de  varios años de impartir asignaturas técnicas en la Isla de la Juventud  y  decido entonces  hacerle  un poemario a la ciudad que se  llama  “De Vuelta al Barrio”, es  el canto que le ofrezco al   barrio cuando retorno a él, son los recuerdos de la infancia y de la  juventud. Igualmente  en la compilación hay una propuesta  que denominé “ Humilde  Adulación a mi Ciudad”.

En este caso le  expreso a la  villa de los cinco siglos que retorno a ella  ya sin luz, sin verla, pero amándola y diciéndole, que a dónde puedo ir que no sea aquí a esta ciudad donde no cansan las pendientes, donde el calor nos siembra ganas, donde los boleros anidan en los balcones, donde se tejen muros de son y de guarachas, a esta ciudad donde el último día le regala a la brisa un canto de impaciencia y el pabellón  amado en esos fines de año. Este es mi regalo para Santiago de Cuba por su cumpleaños 500.IMG_2615 (1)

Las emocionadas palabras de Maury una y otra vez demostraban su afecto por la urbe santiaguera, a sus moradores les pedía que la cuiden y la amen como él y que tengan en cuenta a las personas discapacitadas que en ella viven, porque el mundo no se acaba cuando se deja de ver, de caminar ó de  escuchar. El mundo puede empezar en ese momento, se  logran conquistar premios y  además se gana vida, por eso por estar vivo, ahora organiza el proyecto socio-cultural  A  La Zaga de  Homero destinado a llamar la   atención de los decisores para las personas con discapacidad.




SEMBLANZA A PEDRO A. GONZÁLEZ MORENO, por Miguel Romero Sáiz y poema de Grisel Parera

PEDRO A. GONZALEZ MORENO, UN POETA DEL SENTIMIENTO

Siempre crece hacia dentro la memoria,

como una flor extraña

que renunciase al aire y que creciera

hacia el sueño inicial de sus raíces.

pedro--
Pedro González

A tiempo de penumbra, cuando todo parece inclinar el sentido hacia la poética, hay versos que turban la memoria mientras el intelecto se crece en vuelos inconexos. Tal vez, leer a este poeta manchego es tan gratificante como leer a Juan Ramón Jiménez. Y no, por similitud de obra, porque no hay confrontación latente, sino por su sencillez, por su lenguaje fácil cuando hace del verso un diálogo constante.

Es un buen profesor de Lengua y Literatura metido a poeta, pero a poeta de los elegidos, por eso sus éxitos lo definen en Premios. El Joaquin Benito de Lucas, el llegar a ser finalista del Adonais, el Francisco de Quevedo, el Tiflis o el último, José Hierro de San Sebastián de los Reyes.

Ganador tercer certamen poético Ángel-García Lóez
Ganador tercer certamen poético Ángel-García Lóez

Recuerdo su primera obra, aquella de “Señales de cenizas” y luego “Pentagrama para escribir silencios”, qué dos grandes títulos, no solo en el topónimo elegido, sino en el verso encerrado. Hablaba de sentimientos, de su interiorismo más sencillo y a la vez, más profundo. Talavera, Pozuelo de Alarcón, Valdepeñas, su pueblo Calzada de Calatrava y así, un sinfín de lugares manchegos que han visto su pluma y se han rendido a su dialéctica del verso.

Pero es profesor y no desdeña en hacer didáctica en cada frase que paraliza su mente. Por eso, no ha querido dejar el verso solo y así, entre las tinieblas del mundo que nos rodea, se ha lanzando a la publicación de prosa, prosa cuidada en buena narrativa y ofrece en “Los puentes rotos” su más cuidada expresión del lenguaje escrito para hacer grande la sensación placentera de una lectura con meditación y buen argumento. Eso lo han sabido compensar en Manzanares ganando su IX Premio.

 

Tampoco es ya el poema

esa reseca cáscara que queda

sobre el papel, la frágil

arquitectura de sus nombres, ese

pentagrama de sílabas que quieran ser pájaro.

 

Aquí se detecta su didáctica de profesor, de hombre que cultiva el intelecto para hacer de su lenguaje una buena práctica para el alumno. En “Calendario de sombras” o “Anaqueles sin dueño”, bien lo vemos y lo estudiamos.

Presentación espuma_  Pedro A. Glez. Moreno. Manuel López Azorín y José Alberto Clemente.
Presentación Espuma Pedro A. Glez. Moreno. Manuel López Azorín y José Alberto Clemente.

Acabo y lo hago leyendo un bello poema suyo “El picón de la infancia” y ahí me reencuentro conmigo mismo. Eso de quemar las palabras como oficio de poeta o en dejar que los versos queden reducidos a su ascua, en la Mancha o en la Sierra, solo haciendo picón con las palabras, pero negro picón. Me entusiasma su poesía, desde luego.

Por Miguel Romero

Abandono

A Davina Pazos

Con un callado gesto de abandono

 también se van hundiendo las cosas: ese reino

 de la nada y de nadie,

 tan próximo a nosotros y que nunca

 llegó a pertenecernos, porque a veces

 es en lo más cercano donde se abren

 las distancias más hondas.

 Tantas cosas inútiles que estaban

 ahí, junto a nosotros, rodeándonos,

 poniéndonos un cerco de voces que no oíamos,

 hablándonos con signos y silencios que nunca

 supimos descifrar y que llevábamos

 cosidos a la piel sin advertirlo:

 Todo eso que llamábamos las cosas

 y no eran nada más que la costumbre

 de reinventar la vida en cada gesto;

 todo eso que siempre

 nosotros preferíamos contemplar a distancia

 como si nada nos perteneciera,

 como quien ve, desde un acantilado,

 unos barcos hundiéndose a lo lejos.

 Y uno tras otro vimos

 (desde la orilla equivocada siempre)

 hundirse muchos barcos

 sin saber que nosotros,

 muy lentamente, íbamos

 hundiéndonos con ellos.

De su libro

  Calendario de sombras

pedro A Gonzalez

La carne del mar. Poema de Pedro Antonio González Moreno

«Si él llama nuevamente por teléfono

le dices que no insista, que he salido…»

(Alfonsina Storni)

Que nadie toque el mar, que nadie toque

la carne de las olas,

que es carne de mi propia carne. Nadie

toque la piel sagrada de la espuma

porque con ella tejo, sin prisa, mi sudario.

Se pone en pie la sal igual que un hombre

que sale a recibirme

con su abrazo de algas: soy la amante

del mar, la que ya nunca

verá ponerse el sol desde la arena.

Que nadie pise el agua, que es flor de mi saliva,

metal del verde sueño de los náufragos.

Que nadie beba de esta transparencia

porque estará bebiendo de mi boca

el oscuro veneno de la sed.

Que nadie toque el pan

salado de mi cuerpo, porque sólo

ha de ser alimento para el agua.

Soy la amante del mar, la que ya nunca

confundirá el amor con la caricia.

(De Anaqueles sin dueño)

pedro-

Revista 53




EL HAIKU, UN REGALO DE ORIENTE, por Graciela Maturo, Escritora y poeta

El Haiku, un regalo del Oriente

 Graciela Maturo

 

mandolin2De una misma raíz: el sentimiento de asombro ante el misterio de la realidad, nacieron el poetizar y el filosofar. El hallazgo sensible y emocional que es el primer peldaño de la actitud poética, da paso en la conciencia despierta al ahondamiento reflexivo, que para Heidegger carecería de fundamento sin aquel. Es precisamente la fenomenología la actitud filosófica que ha vuelto a asentar en la instancia creadora el filosofar, recordándonos su carácter de pensar fundante y no adjetivo. Según Unamuno el hombre debería ser definido como animal intuitivo, emocional, sensitivo. Xavier Zubiri lo llama «inteligencia sentiente».

Considerar el haikú, género poético que tiene cultores en toda la América hispánica, plantea a la reflexión dos acercamientos relacionados entre sí: uno es el de filosofía y poesía; el otro, de orden cultural, es el de Oriente y Occidente.

momiji1Los poetas han sido en la tradición occidental los herederos de una docta ignorancia, –para decirlo en expresión del cardenal Nicolás de Cusa– que es la esencia del humanismo. En él han convivido una filosofía del misterio y la paradoja con un cierto ejercicio reflexivo que reconoce sus propios límites. Humanismo y poesía se corresponden íntimamente a lo largo de un amplio tramo cultural en que la filosofía se aparta del cauce intuitivo y sensitivo para tomar rumbos cada vez más racionalistas, objetivantes, analíticos. Es la fenomenología, que adviene desde la matemática y se revalida a sí misma en gran medida desde el campo del arte, el ámbito en que filosofía y poesía vuelven a unirse. Y no es extraño que este vuelco produzca a la vez una nueva aproximación de Oriente y Occidente.

Okyo_Pine,_Bamboo,_PlumLa fenomenología de Heidegger, Merleau Ponty, Buytendijk, Bajtín, no sólo se ejerce con predilección sobre textos poéticos, sino que muestra con ellos rara afinidad. Visto de otro modo, muchos artistas de nuestro siglo se han sentido interpretados y esclarecidos por las tesis y método de la fenomenología en sus distintas vertientes. Análogo acercamiento se produce entre lo que llamamos genéricamente el Occidente, con su modo predominante de raciocinio crítico y acción práctica, y Oriente, con su modo de pensamiento intuitivo y su sapiencia de vida.

1Ciertos estudios sobre la filosofía de Heidegger llegan a afirmar su raíz última en ese sustrato intuitivo que es la base de la filosofía oriental. Reiner Schürmann afirma: «en Meister Eckhart, Heidegger y Suzuki, la comprensión del ser en general tiene sus condiciones de posibilidad en una cierta actitud de quien lo interroga». (Schurmann-Caputo: traducciones de Carolina Scoto y Sergio Sánchez, Paideia, Córdoba, Arg., 1995)

Por mi parte quiero apelar a la noción de contemplación, frecuentada por los medievales, y eje de una amplia tradición en el arte y las escuelas místicas. El arte, a nuestro juicio, es también en sus más altos momentos, una vía contemplativa y mística.

Quien contempla entra en un templo, abre un espacio sagrado para la transformación de su interioridad en el encuentro con el mundo y el trasmundo. Frecuenta una escala espiritual que hace posible una ontofanía, una alétheia.

En toda tarea contemplativa surge la evidencia de lo percibido intuitivamente, y la imposibilidad de su aclaración racional plena. Algo inagotablemente significativo se hace presente a la intuición, conjugando los mundos visibles e invisibles. Esto no niega los caminos de ida y de vuelta, que Wittgenstein negaba, pero que una fenomenología hermenéutica acepta como desafío y puesta a prueba de la razón. En cada una de esas idas y vueltas queda algo importante en el camino, algo que será necesario asediar y volver a atrapar en encuentros sucesivos e intraducibles. La simbolización es el proceso creador que convierte esa inefabilidad en expresión.

AWARELa vida contemplativa puede conducir a la plenitud del silencio, pero en ciertos casos reclama su expresión, que no puede ser otra que la imagen, a través del acto simbolizante. Me opongo a cuantos hablan de símbolo, more semiótica, como si se tratara de un archivo sígnico a ser retomado por el poeta. Hablo en cambio del acto simbolizante, único, generador, que se universaliza por la profundidad de su nivel cognoscitivo. Musical, plástica o verbal, la simbolización artística es la vertiente que canaliza esta felicidad del contemplar, esta interrogación que se responde a sí misma en la plenitud del acto simbolizante y expresivo. Como lo dijo John Keats: En la espiritualidad milenaria del Oriente bebieron los poetas románticos, cansados de civilización y razón razonante. La esencia del Romanticismo es justamente esta vocación excéntrica a Europa. ¿Parecerá muy osado decir que Novalis anticipa posiciones de Husserl?

En nuestro tiempo la aproximación al Oriente se hace más profunda en muchos artistas europeos y americanos. Octavio Paz, que ha frecuentado esa «ladera este», dice de este acercamiento: «lo que buscamos en la cultura japonesa es otro estilo de vida, otra visión del mundo y también del trasmundo». La palabra de los japoneses  “haikú”  corresponde a corazón, y en efecto se trata de la mente cordial, intuitiva, afectiva y perceptiva, y no de la mente refleja y discursiva, o de la capacidad pragmática.

haikuEl mundo incondicionado, indeterminado, abre sus puertas al poeta, buscador de sentido. Los objetos, los seres de la naturaleza, los lugares que habitualmente visita, vienen a mostrarse en un escorzo nuevo, creando una conciencia de la fragilidad de la vida, y la oscura certidumbre de su continuidad en otra escala del ser.

La naturaleza, en que el hombre se halla situado y condicionado, es a la vez el centro de un magisterio permanente que lo hace discípulo e interlocutor.

Es la unidad del sentimiento religioso la que prevalece en el haikú, emparentado con las escuelas filosóficas y místicas que cimentaron la espiritualidad japonesa desde el siglo octavo. Cultores del haikú, como del budismo zen que es una de las escuelas que le sirven de marco, han sido grandes dignatarios y sacerdotes japoneses.

Hombre, naturaleza y Dios son polos intercambiables en la dinámica del haikú, activadora de la felicidad expresiva del poema. El haikú tiene algo de ceremonial y ritual. Sintetiza en tres líneas un acto contemplativo y meditativo que puede haber germinado en largas horas, y se agolpa en una imagen momentánea. Posee un contenido estético, moral y religioso que aproxima Belleza, Verdad y Bien en la indivisible unidad del Ser, pese a mantenerse al margen de las conceptualizaciones.

No es imprescindible una total compenetración con la cultura japonesa para acercarse al haikú, y compartir su mundo interior. En  los cantos de  San Francisco hay contenidos sapienciales y gérmenes de celebración, paradoja y descubrimiento similares a los que se hallan en la atmósfera del haikú. De allí que defendamos su universalidad.

Los trovadores medievales cultivaron el terceto, que da origen en su combinación con la estrofa de cuatro versos, a la espléndida forma del soneto. Tercetos encadenados o enlazados de diversa forma hacen el trovar clus, la trova, el hallazgo poético de los medievales, por excelencia contemplativos.

haiku1bkHeredero del tanka, combinación de estrofas de 3 y 2 versos que se siguen en rengas, renga, el haikú adquiere su forma breve de tres versos en el siglo XIII. Combina dos versos de 5 sílabas con uno de 7 intercalado entre los dos. El arte japonés nos devuelve esa vena espiritual, cultivada a través de un género sutil y delicadísimo como el haikú.

La combinación más arcaica es siempre de dos; es el descubrimiento de que el lenguaje mismo puede albergar las analogías que percibe en el mundo. Analogías fónicas, de ritmo, de rima, de métrica; analogías de timbre y sonoridad; analogías de imagen, de forma, de sentido. La mente poética trabaja sobre el lenguaje como sobre un teclado. De la sencillez del dístico se pasa cabalísticamente al terceto, por afirmación del 3, número de plenitud. El terceto logra una totalidad poética, un micromundo regido por un principio secreto, no dicho.

En lo inacabado vive la poesía, como vive también en la plenitud. El haikú se halla al borde de caer en el filosofema o en el juego de ingenio. Lo preserva de ello una inocencia fundante, la del encuentro espiritual.

Bashô, el célebre kaikista del siglo XVII, ha dicho: «Todos tenemos algo llamado espíritu, como una cortina muy sutil que se mueve de un lado a otro con la brisa, en este pobre cuerpo compuesto de cien huesos y nueve orificios. Este espíritu fue el que me ha movido a hacer poesía.»

Metafóricamente se refiere a esa brisa que hizo que los poetas ingleses románticos comparasen al poeta con el arpa eolia, aquellas arpas del Himalaya colocadas para ser tañidas por el viento. La poesía, para el maestro japonés, es beatitud instantánea, que resuelve en armónica e inacabada unidad la lucha de los opuestos. Entrega, asombro, reticencia, indecisión, felicidad, hay en el haikú, esa forma poética despojada y frágil, reacia a lo explicativo.

 

La mariposa revolotea

como si despertara

en este mundo

                                                     Kabayashi Issa (1763-1828)

Una campana.

Tan solo una campana

se opene al viento

                                                         Mario Benedetti (1920-2009)

El cazador de libélulas,

¿hasta qué región

se me habrá ido hoy?

                                           Chiyo-Ni (1701-1775)

Pájaro muerto

¡Qué agonía de plumas

en el silencio!

                                                                     Juan José Domenchina  (1898-1959)

El bote se aleja

y forma un camino blanco

mi dolor y su huella

                                                              Akiko Yanakiwara (1868-1492)

revista 53

 

 




A SANTA TERESA DE JESÚS EN SU V CENTENARIO, por Irene Mercedes Aguirre

EL CASTILLO ESCONDIDO

De su libro Pater Nostrum,  obra finalista del XXII Premio Mundial de poesía Mística Fernando Rielo

Te he buscado, Señor, por mil caminos,

por rutas de delirio y de remanso.

Cubrí con mi cayado suelos fríos

y recorrí las cuestas sin descanso.

¿Dónde encontrar el Reino de los cielos?

Subí, bajé, crucé, devota, alerta,

en pos de indicios ciertos,  valederos,

que  al punto condujeran a Tu puerta.

¿El mundo perdió a Dios? ¡Lo he preguntado

desde hace tanto tiempo! ¡De tan lejos!

Mas hoy me han despertado las auroras

y el  vívido arrebol de sus reflejos,

me hicieron vislumbrar tu Reino amado

¡en mi castillo interno, donde moras!

 

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REVISTA 62




LA PAZ EN LAS ALAS DE LA POESÍA DE SUSANA ROBERTS-ENTREVISTA- por Ernesto R Del Valle,

La paz en las alas de la poesía de Susana Roberts

Susana Roberts, es una colega de años. Hemos coincidido virtualmente en Foros y Revistas, hemos cIber-conversado algunas veces, de manera esporádica. Reside hace 36 años en la Patagonia, Argentina,

Por Ernesto R. del Valle

Editor Revista Guatiní-MIAMI..

 

S.RobertsSusana Roberts, es una colega de años. Hemos coincidido virtualmente en Foros y Revistas, hemos cIber-conversado algunas veces, de manera esporádica. Reside hace 36 años en la Patagonia, Argentina, Profesora de Inglés, de danzas, Carrera de abogacía Incompleta, cursos de pintura, premios de belleza y deportivos desde temprana edad. Premio en Literatura, Antologías Nacionales, Internacionales y Mundiales. Antologías en Lengua Inglesa. Diccionario de Poetas Universales-China. Diccionario de Grandes Poetas Contemporáneos-España. Postulada Medalla de la Paz Salvador Allende-Chile.

 Nació en un pueblito de Córdoba, una ciudad digamos de cierto abolengo, lejos de Córdoba –capital de la Provincia, esta última fundada el 6 de julio de 1573 por el adelantado Jerónimo Luis de Cabrera con el nombre de Córdoba de la Nueva Andalucía. Va a ser ahora 441 años. La  tengo virtualmente frente a mí, lista a responder algunas preguntas que nos permitirán conocer un poco más a esta hermosa y siempre sonriente rubia, llena de luz y paz y por supuesto, de mucho trabajo.  La primera pregunta la lleva instintivamente a su niñez.

 

Qué  recuerdos de la infancia llegan a tu mente? ¿Algún espacio en particular, algún sitio? ¿Alguna travesura?

No nací en la ciudad capital de la provincia, sino en un pueblo pequeño de las sierras de Córdoba con un atractivo incomparable, en la Cumbre donde vivían mis padres y abuelos, el entorno era mágico aún hoy lo es, ciudad habitada por familias inglesas de antiguos inmigrantes, también había un Hotel donde iba a descansar el Gral. Perón y Evita, le llamaban el Castillo y me fascinaba ir hasta allí trepando senderos naturales  o a caballo.

 He publicado en Facebook algunas fotos y el poema “Recuerdos”

¿Qué recuerdos te llegan precisamente ahora?

El  más fuerte que tengo es el Cristo en la cima de la montaña que ibamos con mi madre, antes visitábamos la capilla al pie del cerro, lugar donde fui bautizada, este lugar siempre recuerda mi edad, al Cristo lo emplazaron el año en que yo nací, para subir  hay que ascender un via crucis con vistas preciosas al pueblo, las grandes casonas, el golf club y el camino de los artesanos se visualiza  espléndido, de una belleza singular.

En esos tiempos ir a Córdoba capital era un viaje importante,   solo 340 km, pero en el Ford A se conducía  a 60 u 80 km/h, y demoraba su tiempo,   he vivido muy poco  allí, pero regresaba todos los veranos y vacaciones de invierno,

SusanaenelCongreso (1)Yo no conocí a mis abuelos ni abuelas, Susy. Se me fueron temprano. Nunca me senté en sus piernas. Nunca supe sus historias. Cuéntame de tu abuelo.

Adoraba a mi abuelo, Ernesto,   pues el hablaba medio inglés y en difícil español como decía, los nietos nos reíamos, pero el era muy dulce con los ojos mas celestes que el cielo, el me enseñó mucho sobre el amor a la naturaleza, el respeto, la honestidad, lo extraño muchas veces y hasta le he escrito una carta que ha sido publicada, porque a su muerte no  pude despedirme de el, y ciertos momentos siento que me falta. Sucedió que a mi padre lo trasladaron a Cruz del Eje donde la amistad con el Dr. Illia fue grandiosa, se iba profundizando y la familia orgullosa de que el fuese mi padrino, a quien mis padres tiempo después visitaron  en la Residencia de Olivos durante su Presidencia de la Nación en el año 1963-1966,   a el lo recuerdo muy bien con mucho cariño. Luego vino otro traslado a una ciudad agropecuaria en el límite con Sta. Fe, Morteros, donde cursé mis estudios de Danzas Clásicas y folklóricas, allí pasó de todo..el estudio primario, la primera comunión, hasta el secundario, los quince años, allí vinieron los reinados de belleza, varios, los recuerdo lleno de obsequios, gente amistosa y siempre mi madre controlando viajes y desfiles, muy pegada a mi lado, hoy en día me dan risa porque ella me presentaba en todo certamen de belleza que había y yo tenia  mucha vergüenza, siempre triunfaba hasta el dia que me dieron de premio una copa inmensa tan alta como yo, y mi nombre   grabado en ella, era un orgullo todo eso en esa época, en los diarios del pueblo, las Monjas del colegio Cristo Rey donde yo asistía lo ponían en la pizarra de la entrada y los profesores me felicitaban por la buena nueva, me parece muy simpático todo eso que pasó..Luego a los diez y siete años, llegó la tristeza de trasladarme a la capital para continuar los estudios y dejar mis amigas de la niñez, eso me dolió mucho y  me dio una angustia tremenda, mi padre conseguía así un ascenso importante y se hablaba de más posibilidades para los hijos  de continuar los estudios en la Universidad. Pero allí también logré llegar a ser Reina y a un paso de representar Argentina en otros certámenes donde mi padre se plantó que su hija no viaja a ningún lado, ..la cuestión era cuidar la integridad, eran severos, con normas rígidas que agradezco..

¿Travesuras?

Me preguntas una travesura?, nunca hice una travesura grande, las hacia todas mi hermano y yo cuidaba de no darle disgustos a mi madre, era mas tranquila pero me gustaba escalar, andar a caballo, cuando me buscaban me hallaban trepada a los árboles, o sentada en una supercasita de madera que fabricó mi hno. en la copa de los árboles y allí permanecía leyendo por horas ..la naturaleza era plena..la añoro.

Terminas tus estudios secundarios del bachillerato pedagógico en el Colegio Superior de Profesores Alejandro Carbó. Y cursas hasta el tercer año la carrera de Derecho en la Universidad Nacional en tu  Córdoba. Hablas el castellano, Inglés, de hecho, eres Profesora de Inglés en la Academia Cultural Inglesa y tienes conocimientos básicos del  Alemán y francés 

¿Quien es realmente Susana Roberts dentro de todo ese ámbito?

Las personas son el producto de sus genes, de  la geografía y  la historia, y de su propia historia, siempre me dicen cuando vas a escribir la tuya, pues hoy me doy cuenta que mi vida ha sido siempre  un constante peregrinar desde la niñez. Allá por el año 1970 llego a Córdoba –capital para continuar el secundario e ingresar a  una Escuela de gran magnitud, sonaba  difícil, pues no aceptaban alumnos con menos de 8 de promedio, era todo un desafío, El Colegio Superior de Profesores Alejandro Carbó era y sigue siendo el más prestigioso de la ciudad de Córdoba (la docta), yo sentía presión y mucho temor de aprobar todas las materias, recuerdo que las más difíciles eran Historia de la Educación, Pedagogía y Psicología, y otras que no tenía conocimiento previo alguno menos inmigrando de un pueblo, estudié duro y obtuve muy buenas notas, y muy buenos profesores, pero mi examen final de diez en Instrucción Cívica y en Literatura tuvo para mí una elección definitiva para definir qué seguir estudiando y en qué Facultad,   sentí que lo social podría ser lo adecuado, llego el día en que mi madre dice “ve a inscribirte en Medicina”. Y regresé diciendo me inscribí en Abogacía…no le gustó, pero al verme esforzarme tanto y aprobar materias no dijo nada, se fue sumando el trabajo, las clases y de noche más clases en la Academia de Inglés, era devastador pero debía hacerlo, se complicó con el accidente de mi hermano que atendí personalmente su estado de coma en el hospital por más de tres meses, además del trabajo y  las clases finales para poder recibirme de profesora de inglés, pasó ese tiempo y llegó el otro, el de la dictadura militar.

¡Terrible Susana! ¿Cómo fue eso?

La ciudad se convirtió en un caos, secuestraban estudiantes, un día saliendo de la facultad un gendarme armado me pide documentos y me dice “¿que tenés ahí”?, eran apuntes, pero yo había recibido unos panfletos del ERP y los había puesto  entre  apuntes que él no vio, sino hoy no estoy para contarlo. Había paro de transporte constantemente, mi casa quedaba a cincuenta cuadras del lugar del trabajo, los revolucionarios entraron a mi casa para planear un asalto al Hospital Militar y lo perpetuaron teniendo inmovilizada a mi madre por horas…, por ese entonces se vivía incertidumbre y pánico, pero no se sabía bien lo que pasaba, mucho más tarde me entero que mi amigo hermano de la infancia es acribillado a balazos en la cárcel de Rawson aquí en el Chubut… ¡hay que dolor…! en ese contexto conozco a mi pareja, apenas  nos conocimos a solo meses de cumplir 21 años decidimos casarnos e irnos al sur, a la Patagonia, más allá del paralelo 43, tierra de viento y soledad, al exilio por una mejor vida y trabajo, abandono la carrera y allí tuve que luchar tiempo completo cuidando a mis hijos y  el porvenir de ellos. Aún vivo en mi querida Patagonia. El idioma francés lo estudié elementalmente en el colegio y algo práctico ahora, el alemán lo estudié ya de grande y poco lo práctico pero me atrae mucho.

¿Y en tu perfil diplomático, como Embajadora Universal de la Paz- Circulo Embajadores de la Paz -Ginebra-Suiza?

El titulo de Embajadora de la Paz viene a mi cuando ya había peregrinado escenarios hablando de paz como algo innato, recuerdo la primera vez durante la entrega de un premio en la ciudad de Junín, provincia de Buenos Aires, escuchaba decir a los ganadores que agradecían a los maestros del taller, a la flia, cuando llegó mi turno me nació un estallido en el alma y dije que agradezco tener voz de esos rostros hermanos que sufren en el mundo y  a  Dios  por el premio, él  nos quiere unido luchando por la paz del mundo porque ella necesita del arte y no recuerdo exactamente que más dije, luego gente que me estaba escuchando me dijo de presentar un escrito sobre mi sur y así comencé a ser invitada a España donde en el recinto de la casa de Federico G, Lorca (Museo), me presenté  ante mucha gente como una humilde poeta argentina comunicadora de paz entre los pueblos..alguien del público me dijo ; tienes una luz especial, te admiro por lo que haces, por lo que dices, ella se llama  Inmaculada, bastó un instante para conocernos y hoy en día  me siga escribiendo desde el arte, la amistad y la admiración por lo que hago, y así vino Iflac y luego la UHE y el fundador de la UHE Carlos G Chalén dijo, lo que escribes es para presentarte a la postulación de Embajadora de la Paz en el circulo de Embajadores de la Paz-Ginebra y así fue que Gabrielle Simond me envía el registro número 537.

sUSANA ROBERTS¿Cómo se encuentran la poesía y tú? Es decir, háblame de esa primera comunión  con la palabra.

Me produce emoción contestarte esta pregunta, si ves la tapa de mi libro el “Vuelo del Ave”, comprenderías lo que quiero contarte al elegir esta imagen de la pintura de Imán Maleki famoso pintor contemporáneo iraní, llamada “Memory of that House”a quien llamé directamente por teléfono para pedirle permiso para publicar su obra la tapa dl libro  y explicarle que lo que allí veía era la imagen de mi niñez sentada en un escalón entre dos patios, uno con la pared de ladrillos donde iban los pájaros y el estar descalza con ropas largas era mi postura de algunas tardes al disfrazarme  jugando y a la vez escribiendo lo que me motivaban  los pájaros..Pero allí no comienza la historia, comienzo con la palabra cuando mi madre me sentenciaba, escribe a tus tías que no tengo tiempo, ah  y no olvides, debe ser perfecto sin faltas de ortografía, yo creo que contaba con solo ocho años más o menos y yo le respondía: ¿pero que le escribo?..Y ella decía, no sé, contale que a tu hermano lo operaron de apéndice por comer tantos frutos, se le inflamó el intestino y siempre se anda portando mal… Uhh,  era todo un desafío el contarle a las tías los líos de familia. Pero la carta quedaba concluida. Leía poesía de pequeña y el instante que me pegó su ritmo y yo a ella fue ver mis hijos crecer, algo que me atraía de la Patagonia tan inhóspita y dentro mío comenzaba en soledad una especie de comunión con la palabra y su ritmo, así escribí poemas que guardaba y no mostraba, pero tiempo más tarde uno de ellos “El inmigrante”, escrito por el año 1994, (algunos de sus versos fueron elegidos para una placa emplazada en la costa en una plaza frente al mar, la Plaza de los Inmigrantes) creo que la palabra poética siempre estuvo en mi desde que nací, desde que recuerdo el perfume de los jazmines de la casa de los abuelos, el olor a menta, las rosas y el agua de los arroyos, sentí esa sensibilidad mezcla de soledad y compañía de los adultos y amiga fiel de los malos momentos.

OH, POESIA (Fragmento)

Oh Poesía, ¡eres oración,

hada de mis anuncios

 concilio de mis vigilias

 humores de mis pensamientos

refugio de las estrellas

en la cima ecléctica!

Tienes una cierta cantidad de textos regados por toda la Red de la Internet, también han sido recogidos en varias Antologías nacionales e  internacionales. Esos logros, a la postre, va dándole al autor cierta personalidad y a la vez responsabilidad pública. Dime, de todas estas antologías, ¿cuál sientes  tú, que  ha impactado más afectivamente entre tus lectores?

Mis lectores son los mismos poetas en primer lugar y el público que llega a las páginas como Long Island al Día o en otros países España, China…y deben haber muchos lectores en el mundo que no se realmente cuantos o cuales son, pues escribo en otros idiomas, lo que importa es regar con versos útiles ya que considero la poesía y la Literatura en general como un oficio al servicio de la educación, del bien común y la humanidad, hay personas que he conocido que no les gustaba la poesía o dicen no entenderla o negarse a esos textos sobre la paz, pero de a poco han abierto su sensibilidad al cambio, pues de eso se trata abrirnos a las posibilidades de sentir que el diálogo existe y el arte es sano comunicador y puede mostrar con su calidad todas esas facetas que padece el ser humano y es revelada al no ser por el arte en su expresión, lo que sucede con el teatro, el cine, la pintura. También ha sucedido con algunos jóvenes de querer tener mis obras para compartirlas con otros grupos, lo que considero valioso. Voy a destacar a una niña del norte argentino que abrazó mi libro sobre su pecho y dijo con la sonrisa en sus ojitos: lo cuidaré mucho señora, Ud. es tan bella y prometo leerlo entre mis hermanitos y así  sucesos semejantes son los que dan fuerzas a la historia misma de crear desde la esencia pura que se revela auténtica. Antologías muchísimas compartidas,   considero valiosas aquellas que llevan una temática fuerte y el editor tiene un buen mercado y publicidad, el caso de “No more Silent Cries” -año 2005 sobre violencia doméstica y abuso sexual, una primera antología que fui invitada desde  Saint Louis. EEUU… también desde España “Final de Entrega” sobre violencia de género .Las Antologías de la Academia Mundial de Artes y Cultura hacen historia, son valiosas y cuentan con obras increíbles, además  Antologías multilingües y Nacionales que me han llegado comentarios donde mi obra había  sido leída  después de varios años. Creo que el lector de hoy en día recurre más al Internet y allí encuentran revistas online con una variedad increíble de autores y obras.

Tienes publicado  tres poemarios Rostros, 2005;  El vuelo del  ave, 2009 y un poemario interesante, con un título más parecido a un libro de ensayo que a un poemario,  Arte y Virtud en la evolución humana,  2012. Háblame de este último.

Este libro editado en español inglés-francés-español Epub, y que aún espero poder reeditar en papel lo amo muchísimo como resultado de los otros dos, con él siento esa unión plena de creatividad, paz, educación y gratitud  nacida de la esencia misma, la que tenemos todos, es sentir que el camino recién comienza como misión humilde de mi actividad y servicio  por la Paz Mundial porque la paz necesita muchos misioneros, entendiendo por misión esa  obra hecha con bondad y amor que nace puramente del espíritu, por eso en él enfatizo los principios de la cultura espiritual o a simples rasgos lo que debería existir en la educación moderna para que el niño pueda ser el hombre de paz y entendimiento del mañana, serán quienes nos gobiernen, en la búsqueda y logro de la verdad y la justicia social, en realidad no es un dictamen contra los políticos pero si de parar las armas e invertir en educación, y educar en la paz, un tema que no debe demorar porque la educación de hoy en día se ha convertido en el famoso bullying que hace tanto daño. Este libro es una colección de poemas, también prosa educativa, completa de afectos, dolores humanos, indiferencia, agradecimientos y lucha…y tendría mucho más que decir, lo dejo al lector, pues es un libro que debe continuar en otro, asi como la educación, pasar de grado, de evolucionar con la esperanza que sea  posible  la paz, el entendimiento y la tolerancia..Da cabida a muchos pensamientos, ideas que han sido llevadas a un proyecto sobre Las Utopías del Nuevo Milenio, que prepara M. Leyva, allí digo:

[…] la paz necesita muchos misioneros, entendiendo por misión esa obra hecha con bondad y amor que nace puramente del espíritu […]

Estamos viviendo problemáticas nunca antes vista ni experimentadas. Considero que hay que aprender de nuevo, educadores y familias a rescatar el respeto por los valores humanos que es lo que nos va a salvar, empezando a recuperar la familia. Hay cada vez más niños solos porque los padres no tienen tiempo para ellos y hay muchos niños y jóvenes adolescentes que tienen poco tiempo para sus padres. La crisis  comienza en la destrucción de la familia y allí es donde se destruye la paz en el mundo.

susanaroberts1Este libro lo considero valioso y espero se conecte a la obra humana de todos para servir urgentemente a la humanidad a estimular un nuevo alfabeto basado en paz y armonía

De tu labor a favor de la paz. Cuando hay conflictos, cuando suenan los tambores de la guerra, ¿Crees realmente que los gobernantes escuchan a los poetas en los diferentes Foros donde se habla de la Paz?

Cuando suenan los tambores de guerra, los gobiernos asumen el papel de agresión o defensa, donde el tan conocido lema, si quieres Paz, prepárate para la guerra, es incompatible con el camino hacia la paz, sabemos que el ser humano es un ser comprometido  con su origen y propósito,   como seres individuales no siempre nuestra naturaleza es comprendida, por eso el valor, el poder e importancia del uso de las palabras, con las palabras decimos amor y con las palabras decimos odio y cuando hay redobles de tambores debe haber redobles de ideales pacíficos, creo que algunos gobernantes escuchan los ecos y también hay intensa actividad como ser desde la Unesco, que apoya a los escritores y poetas, cobran fuerza cuando algunos de ellos alcanza un alto nivel o el Nobel por ejemplo,   creo que la lucha más valiosa es la unión de todos con la palabra Amor que es la que preserva la vida, y el ser humano debe afrontar esta crisis con simpleza, generosidad, buena voluntad, comprensión,   amistad, con valores espirituales en la belleza interior y la verdad, valores que no hemos educado ni hemos tomado como medida preventiva. Es importante  interpretar el pasado, presente y futuro de la humanidad con acercamiento a un Dios no necesariamente de religión alguna sino basado en la fe y el respeto del hombre a ese Dios primitivo que a través de sus múltiples mensajeros, Jesús, Mahoma, Zoroastro, Khrisma, etc., reflejó un plan de educación para la humanidad en el cultivo espiritual y de las capacidades morales inherente a la nobleza del ser humano preparado para la evolución.  Una sociedad en armonía es inseparable de los valores de respeto y entendimiento de unos hacia otros: gratitud, tolerancia, compromiso, reconciliación y diálogo. La armonía es el camino para crear paz sostenible y cualitativamente  se irán agregando nuevos valores… Mientras la agresión produce destrucción a las personas, confío en que no pase mucho tiempo en que la civilización pueda sobreponerse, de allí mi apoyo a la Global Harmony Association con gente valiosa e importante luchando por la armonía mundial.




LA POESÍA DE VICENTE HUIDOBRO, por Nicolás del Hierro

Vicente Huidobro

Nicolás del Hierro

1-VICENTE HUIDOBROChileno y nacido en una familia de tradición literaria fue un joven rebelde en las formas líricas e incluso con cierto desarraigo para cómo se escribía en su país natal utilizando fórmulas de la Europa de su tiempo, Francia, España, etc. Desde un principio acogiéndose a las vanguardias de los poetas grandes poetas franceses de su tiempo, se aleja de los mismo y las mismas afincándose en España y acogiéndose a lo que llegó a llamarse creacionismo y del que fuera uno de sus impulsores más hábiles y formados. Si bien el aquel principio utilizara un verso de arte mayor, más tarde regresaría a unas fórmulas y formas de métrica más breves, apoyo para el cual hemos queridos traer aquí los siguientes ejemplos, cuya temática podemos observar de igual modo que podemos ver cierto alejamiento de lo que entonces escribieran los españoles de su época.

HORAS

El villorio
Un tren detenido sobre el llano

En cada charco
duermen estrellas sordas
Y el agua tiembla
Cortinaje al viento

La noche cuelga en la arboleda

En el campanario florecido
Una gotera viva
Desangra las estrellas

De cuando en cuando
Las horas maduras
Caen sobre la vida.

EXPRES

Una corona yo me haría
De todas las ciudades recorridas
Londres Madrid París
Roma Nápoles Zurich

Silban en los llanos
Locomotoras cubiertas de algas

Aqui nadie ha encontrado

de todos los ríos navegados
Yo me haría un collar

El Amazonas El Sena
El Támesis El Rin

Cien embarcaciones sabias
Que han plegado las alas

Y mi canción de marinero huérfano
Diciendo adiós a las playas

Aspirar el aroma del Monte Rosa
Trenzar las canas errantes del Monte Blanco
Y sobre el Zenit del Monte Cenis
Encender en el sol muriente
El último cigarro

Un silbido horada el aire
No es un juego de agua

Adelante

Apeninos gibosos
Marchan hacia el desierto

Las estrellas del oasis
Nosdarán miel de sus dátiles

En la montaña
El viento hace crujir las jarcias
Y todos los montes dominados
Los volcanes bien cargados
Levarán el ancla.

ALLÁ ME ESPERAN HASTA MAÑANA

Buen viaje

Un poco más lejos
Termina la Tierra

Pasan los ríos bajo las barcas
La vida ha de pasar

NOCHE

Sobre la nieve se oye resbalar la noche
La canción caía de los árboles
Y tras la niebla daban voces

De una mirada encendí mi cigarro

Cada vez que abro los labios
Inundo de nubes el vacío

En el puerto
Los mástiles están llenos de nidos
Y el viento

gime entre las alas de los pájaros

Las Olas Mecen El Navío Muerto

Yo en la orilla silbando

Miro la estrella que humea entre mis dedos

ALERTA

Media noche
En el jardín
Cada sombra es un arroyo

Aquel ruido que se acerca no es un coche

Sobre el cielo de París
Otto Von Zeppelín

Las sirenas cantan
Entre las olas negras
Y este clarín que llama ahora

No es un clarín de la Victoria

Cien aeroplanos
Vuelan en torno de la luna

Apaga Tu Pipa

Los obuses estallan como rosas maduras
Y las bombas agujerean los días

Canciones cortadas
Tiemblan entre las ramas

El viento cortisona las calles

Como Apagar La Estrella Del Estanque.

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Revista La Alcaba 60




SEMBLANZA A MIGUEL ANGEL CURIEL, por Miguel Romero Sáiz y poema de Grisel Parera

“Miguel Ángel Curiel y la poesía existencial

 

talaverano-Miguel-Angel-Curiel--foto Julio Lopez EspesoDesde las aguas del Tajo, las mismas que bañan las riberas talaveranas, donde la cerámica ha hecho el pedestal de la belleza intensa, original y universal, amansa en palabra viva, los versos de un poeta errante entre su origen y su vida. Nacido en la ciudad alemana de Korbach, reside por tiempo en Talavera ahincando entre los juncales del padre Tajo a golpe de reflejo la elementalidad de la materia y de la vida, haciendo sonoro su verso fácil.

Luego, desembarca en Lugo y allá, entre la brisa del cantábrico y el sentimiento de los bosques revive los átomos del existir en esa sinfonía de las palabras convertidas en musas esenciales. Todo es belleza entre sus creaciones y todo es profundidad en sus mensajes. Un hombre, un mundo, una vida.

libroMiguel Ángel Curiel, el que ganara el Internacional de Poesía de San Juan de la Cruz, el accesit del Adonais, el Ciudad de Mérida o el José Hierro, convierte a su prosa poética en esa búsqueda de un sentido nuevo para transmitir las experiencias vividas en esa, su manera radical, de compartirlas con el lector que hasta él llegue.

Poeta sensorial, reflexivo, intimista, esencial, brillante e irracional.

Unas gotas

antes de que

se seque

mi vida.

Gotas de mi

en el tallo

más escondido.

En sus “Tallos para un manojo de días”, o en “los invernales de piedraescrita”, fluye el ritmo melódico de un tierno énfasis poético entre sueños y vida. Luego, esos pulmones que como pájaros negros envuelven la melancolía de su recuerdo y hace revivir con fuerza y sentimiento su futuro esperanzador. ¡Un gran poeta para un gran tiempo¡

Porque “si respiro más lento que los olmos, ya no tendré hambre o bien, les llevo mis pensamientos que a veces son ligeros como sombras de nubes y quedaré más desnudo que ellos.”

Miguel Romero

Miguel-Ángel-Curiel-autor-de-Hacer-HieloMiguel Ángel Curiel: un mundo, una vida.

El poeta errante

a la sombra de  nubes y

la brisa de juncales

convierte el manso río,

en transparencia, escarcha,

verso sonoro y mar bravío.

Así, danzan los sueños

a veces ligeros; o

se agitan y vuelan

como pájaros negros.

Aunque el eco mienta y

el viento rompa tardes serenas,

el poeta es libre,

porque sabe,

que un manojo de días

es la vida.

 Grisel Parera

Poemas de Miguel Angel Curiel

A Uxia

Merle,
c´est l´oiseau.
Sautant d´un monde à l´autre.
Les os noirs
de la neige…
Il s´etablit une riche communication
entre animaux et forets,
arbres et aire,
eaux et pierre,
et pourtant après il faut parler seul,
manger seul,
marcher seul…

Choisis vol
ou oiseau
vin ou fiancée.
Ce noir dont sort
le fil blanc…

Merle qui
en luttant contre l´instant
va toujours vers le passé.
Cupressus Sempervirens.

Traducción:    Mirlo/ese es el pájaro./ Saltando de un mundo a otro/ Los huesos negros de la nieve…/ Aunque se entable una rica comunicación/ entre animales y bosques/ árboles y aire/ aguas y piedras,/ después hay que hablar solo/ comer sólo/ andar solo…/ Elige vuelo/ o ave,/ vino o novia. / Ese negro del que sale/ hilo blanco…/ Mirlo que al luchar con el instante,/ va siempre/ hacia el pasado./ Cupressus Sempervirens.

algunos fragmentos: II LUMINARIAS (2010-2014)

(LUMINARIAS 2010-2014)

a Esperanza Vives

186

Desde la ventana un paisaje nevado blanquísimo. Sobre la mesa una hoja inmaculada. Ahora debo elegir entre salir fuera y pisar la nieve, ese paisaje de nuevo virgen, dejar mis huellas o ensuciar la hoja. Pero sería como escribir con guantes y caminar descalzo.

187

La nieve que se posó esta noche mientras dormía. Inicio de un libro. Entre tanto un sueño lluvioso y un río caudaloso.

190

Un nogal expandiéndose en el futuro. Lentitud de las cosas verdaderas. Expandiéndose en el futuro, en lo próximo un nogal. Ya no lo veré ir hacia arriba, irrumpir de la tierra, no seré testigo de eso, pero la sola idea, esa idea que transcurre solo en mi, me da fuerzas para imaginarlo, para ser en él, en lo próximo un árbol poderoso de paso lento. Ya lo he visto en mi, dentro de mi, ahora tienes que salir fuera, irrumpir. El sentimiento profético, palabras muy seguras de sí mismas, de lo que dicen, de lo que revelan, escritas o dichas siempre en lo próximo, y así debía ser un árbol de madera dura, un árbol firme de palabras firmes. Tu ya no lo verás.

195

No es fácil des-decirse y tampoco re-escribirse, pero esa es la labor del hombre, des-decirse y re-escribirse hasta que la boca esté seca y la mano cansada. Uno que solo decía yo y escribía tu –lo más lejano entre lo uno y lo otro era él- así lo singular se multiplicaba hasta el paroxismo de no ser. Al menos uno que se escribió cartas a sí mismo. Las tenía que abrir y entonces abrirse aún mas a los otros. Abrirse como si se cerrara. Las leía en voz baja, y tenía miedo de sí mismo.

***********

He escrito

en el centro de la hoja

la palabra brasa.

Sólo esa palabra

sólo esa brasa

************

Tamiz atravesado

por el humo

Palabras atravesando

la palabra

(Talavera abril 2004)

 

 

Revista la Alcazaba  60




LA POESÍA DE ANA PÉREZ CAÑAMARES

 ana

Ana Pérez Cañamares nació en Santa Cruz de Tenerife . Es licenciada en Filología por la Universidad Complutense de Madrid.

Varios de sus cuentos han sido publicados en obras colectivas como Por favor, sea breve: antología de relatos hiperbreves y Lavapiés. Ha ganado premios de poesía y relatos (fue finalista del premio La Sonrisa Vertical, dentro del colectivo Cori Ambó), y colabora asiduamente en revistas literarias, para las que escribe cuentos, artículos y reseñas.

En la actualidad imparte, a través de internet, un taller de iniciación a la escritura.

Premios de Poesía de Radio Juventud, Gloria Fuertes y Pluma de Oro. Cursos de análisis y crítica cinematográfica (Film: an introductory course) en el Birbeck College, University of London. Profesora de talleres literarios (presénciales y a distancia). Redactora de materiales de enseñanza de literatura y correctora de estilo.

sumas

POEMAS

 

EL CONTRATO

A todo me he entregado

como si fuera a durar.

Con cada persona

cada casa

cada ciudad

firmé un contrato

escrito sobre la piel.

Para decir adiós

he tenido que arrancarme

las cláusulas

a tiras.

Así ha sido

una y otra vez.

Con cada persona

cada casa

cada ciudad.

La letra pequeña

se esconde ya

entre cicatrices.

GENERACIONES

Antes de morir, mi madre dijo mamá, ven

mientras me miraba sin verme;

yo dije mamá, quédate

abrazando su cuerpo diminuto

envuelto en pañales y olor a talco;

mi hija dijo mamá, no llores

y me acarició la cabeza consolándome.

Cuando mama murió, durante unos segundos

no tuvimos muy claros los lazos  que nos unían

no supimos quién se había ido

y quién se había quedado

ni en qué momento de nuestras vidas

estábamos viviendo

o muriendo.

VEINTE DE NOVIEMBRE

Te fuiste a morir en la misma fecha

que aquel que te había jodido la vida;

nada personal por su parte:

te la jodió a ti como a tantos otros.

En el momento me pareció una coincidencia

con más mala leche que otra cosa:

una ironía fúnebre

una carcajada de la calavera.

Pero luego pensé que tú reirías la última

que noviembre sería el mes de las madres

que guardan la ternura y la dignidad

en un cofre rodeado de pinos y regatos;

no el mes de los que se van entre tubos

ajenos a la muerte como estuvieron ajenos a la vida

y que yacen incorruptos admirando

la solidez del mármol.

Una última cosa, madre:

sé por ti que hay ideas que atentan contra el corazón.

Dicho de otro modo:

tener corazón no permite tener ciertas ideas.

Y ninguna otra vida

ninguna otra muerte

me convencerá de lo contrario.

A tu página en blanco, hija,

no supe mirarla

como quien ve un amanecer:

quieto, curioso, expectante

resignado a no intervenir

a dejar los días y los ríos

seguir su curso

sin interpretarlos.

Llené tus silencios

de sentido y palabras.

Utilicé tu boceto

para terminar mi propio cuadro.

A ti te dejé las esquinas.

Esta impresión mía

de equivocarme

esta culpa con la que te peino

te levanto

te lavo la cara

es el último y mayor

de mis vicios.

Sin los vicios viejos

ya no se mueven los engranajes.

Entre cigarro y cigarro

acostumbro a torturarme.

Y sólo hablo de mí, ¿lo ves?

Hoy tu bloc de dibujo

lo llevas escondido

entre la camiseta

y tu cuerpo que crece

oculto a mi mirada.

Tu cuerpo:

una flor que no sabe

si ocupa el lugar exacto

para el jardinero maniático.

navez-jeune-garc3a7on-songeur

A LA MUERTE DE MAMÁ

Llamabas al gato de la foto

y todos nos echábamos a temblar

como si la locura fuese un sarpullido

que nos quemara la piel del corazón.

Al principio luchábamos con ella:

te negamos los cuadros animados

te lavamos con lejía los recuerdos falsos

echamos a la calle

a los fantasmas venidos a visitarte desde el pueblo.

Pero el gato de la foto

el caballo bautizado sobre tu mesilla

el pobre de Murillo al que le ofrecías pan

todos eran más fuertes que cualquier prospecto

que la receta más juiciosa.

Nos rendimos a tu nueva realidad

como a una fiesta en la casa de al lado

porque allí no mandábamos ya

ni hijos ni médicos ni plazos.

Todo derogado por la enfermedad de la alegría

esa a la que fuiste inmune

cuando eras más joven y estabas sana

y destilabas un perfume de tristeza

que nos acompañaba cada mañana al colegio.

Aunque de algún modo siempre supimos

que otra mujer despeinada y coqueta

vivía a un centímetro bajo tu piel.

Mientras tuviste fuerzas allí se mantuvo

hasta que al final la descorchaste

y ella salió espumosa, rubia

desvergonzada como sólo puede serlo

una anciana rebosante de inocencia.

Y rendidos nos dejasteis, tú y ella,

pequeños en la distancia

atareados con tus pañales ocres

con las inyecciones rojas de la desmemoria.

Mientras tú cada vez más libre

tomabas lo mejor de cada uno

y nos amasabas como muñecos de hierba y barro

dándonos a luz con el mismo rostro de la primera vez.

Nos dejaste dormir siestas a tu lado

volver a tu madriguera

lamerte las llagas que te florecían

en el cuerpo arrasado.

Cada vez más santa

tú misma abriste la puerta de salida.

Nos quitaste el miedo

en un aletear de pecho.

Acallaste las palabras erigidas sobre columnas;

nos besaste en la frente

con el amor bordado en las mejillas.

Nos pediste permiso para irte

porque sólo lo invisible podía abrazar tu cuerpo

sin hacerte daño.

Antes de llevarte, la muerte nos dio un abrazo.

Ya no verá el sol, dijo,

ni la lluvia ni las amapolas de junio.

Será ella la que llueva cada otoño

la que amanezca.

El jazmín que os asaltará como un dulce ladrón

en las esquinas.

MI HIJA, DESPUÉS DE MÍ

Cocinaré para ti un pastel dorado.

Un pastel que dejaré guardado en el armario

para que te espere cada mañana

entre las cajas de zapatos.

Amoroso espía de tus elecciones y descartes

de tu perfil ondulante

que entra y sale del espejo

en un mundo de telas y colores

previo al café y a las palabras.

Un pastel redondo al que cortaré un pedazo

para que te recuerde

que la sonrisa es una grieta

el abrazo un dique que se desborda

y el amor nace siempre, como Dios,

de un malentendido.

Ana Pérez Cañamares, Alfabeto de cicatrices, Cubierta

GENERACIONES

Antes de morir, mi madre dijo mamá, ven

mientras me miraba sin verme;

yo dije mamá, quédate

abrazando su cuerpo diminuto

envuelto en pañales y olor a talco;

mi hija dijo mamá, no llores

y me acarició la cabeza consolándome.

Cuando mama murió, durante unos segundos

no tuvimos muy claros los lazos  que nos unían

no supimos quién se había ido

y quién se había quedado

ni en qué momento de nuestras vidas

estábamos viviendo

o muriendo.

 

LA VELOCIDAD DEL AMOR

El tiempo del amor

es igual al tiempo de las plantas.

Germino entre tus brazos lentamente

aunque por fuera

parezca bailar al son de los semáforos.

SI DIJERA

Si dijera que nunca quise a nadie así

sería terriblemente injusta con el pasado y sus pobladores.

Si lo dijera sería de una precisión

cruel, innecesaria.

Pero lo digo: nunca quise a nadie así

porque ser honesta está en mi temperamento

porque añoro la linealidad de las fórmulas

los índices de los libros de instrucciones.

Porque sé que te gusta

que resurja del lodo de las dudas

y juegue a ser diosa

que ha bajado del cielo a follarse a un humano

 halina-kazmierczak-desnudo-con-un-gato

OCTUBRE EN AGOSTO

A las 10 de la mañana el día

es una cama de sábanas blancas

estiradas, frescas

un mar de algodón

condecorado por un rayo de sol

que le cruza el pecho.

Es agosto pero octubre se ha equivocado.

Impaciente, nos ha hecho una visita

sacudiendo las cortinas

aguando la luz

haciendo que añore el peso del edredón

enredo de piernas

y besos de pies fríos

haciendo que te eche de menos

aunque estés aquí a mi lado

moreno de anteayer

desnudo de calendario

sudoroso del esfuerzo

por quererme desde las 10 de la mañana,

un frío día de agosto.

HOMBRE

El deseo mientras miro tu barba que se cierra

creciendo loca como un descampado en primavera.

Mientras recorro el ángulo de tu mandíbula

la ladera aguda de tu nariz

tu cuello leñoso.

Muerdo en ti la palabra hombre

y un círculo se completa.

Me inunda la boca un sabor viejo

el sabor del líquido amniótico

antes de que mi sexo se definiera

y me mostrara la mitad

de todo lo que no fui.

portada1

BUCEANDO DE TU MANO

Sobre mí, vadeándome, eres blanco y fuerte

compacto como una estatua lanzada al mar.

Yo soy el fondo que te recibe

el limo en el que te hundes amansado, convaleciente.

Sólo después, cuando regresamos a la superficie,

descubro que la luz era más intensa allí abajo.

Sólo después, cuando el mareo pasa

y recordamos que tenemos pies, voz, rostro

cuando traicionamos nuestra nostalgia de sirenas

me doy cuenta de mi poder:

he sobrevivido a tu peso

y al viento que a tiras me arrancó

la costumbre de quererte.

EL AMOR, A VECES

El amor es a veces

a media tarde de un día que nos ha visto madrugar

que nos ha visto inmolarnos en aras de una nómina

a final de mes

el amor es a veces

este secuestro

un cansancio triste y apagado que me toma por rehén

un esperar que me liberes

sin haberte mandado una señal

sin que nadie haya puesto precio a mi rescate

sin que el zulo haya tomado rostro de agujero

sino la limpia y anodina cara de nuestro cuarto.




LA POESÍA DE WINSTON MORALES CHAVARRO

WINSTON MORALES CHAVARRO
WINSTON MORALES CHAVARRO

 

Neiva, Huila, 1969. Comunicador Social y Periodista. Magíster en Estudios de la Cultura, mención Literatura Hispanoamericana, Universidad Andina Simón Bolívar de Quito. Profesor de tiempo completo en la Universidad de Cartagena, Colombia. Ha ganado los concursos de poesía Organización Casa de Poesía, 1996; José Eustasio Rivera, 1997 y 1999; Concursos Departamentales del Ministerio de Cultura, 1998; Euclides Jaramillo Arango, Universidad del Quindío, 2000; Segundo premio Concurso Nacional de Poesía Ciudad de Chiquinquirá, 2000; Concurso Nacional de Poesía Universidad de Antioquia, 2001; Tercer Lugar en el Concurso Internacional Literario de Outono, Brasil. Primer Premio IX Bienal Nacional de Novela José Eustasio Rivera. Primer Puesto en el Premio Nacional de Poesía Universidad Tecnológica de Bolívar, Cartagena, 2005. Ganador de una residencia artística del Grupo de los tres del Ministerio de Cultura, Colombia, y el Foncas, de México, con su proyecto: “Paralelos de lo invisible: Chichén Itza-San Agustín”. Primer puesto Concurso de Cuento Humberto Tafur Charry, 2013. Primer puesto Premio de Poesía del Instituto de Patrimonio y Cultura de Cartagena (IPCC), 2013. Finalista en varios concursos de poesía y cuento en Colombia, España, Argentina y México. Ha publicado los libros de poemas Aniquirona, Trilce Editores, 1998; La lluvia y el ángel (Coautoría)-Trilce Editores, 1999; De regreso a Schuaima, Ediciones Dauro, Granada-España, 2001; Memorias de Alexander de Brucco, Editorial Universidad de Antioquia, 2002; Summa poética, Altazor Editores, 2005; Antología, Colección Viernes de Poesía, Universidad Nacional, 2009; Camino a Rogitama, Trilce Editores, 2010; La Ciudad de las piedras que cantan, Caza de Libros, Ibagué 2011; Temps era temps, Altazor Editores, Bogotá, 2013 y La Douce Aniquirone et D’autres Poemes, Somme Poétique, Editorial Gente Nueva, 2014. En narrativa: Dios puso una sonrisa sobre su rostro, novela, 2004; en ensayo: Poéticas del ocultismo en las escrituras de José Antonio Ramos Sucre, Carlos Obregón, César Dávila Andrade y Jaime Sáenz, Trilce Editores, Bogotá, 2008. Poemas suyos han aparecido en revistas y periódicos de Colombia, España, Venezuela, Italia, Estados Unidos, Argentina, Puerto Rico y México, y han sido traducidos al francés, italiano, portugués e inglés.

  

SELECCIÓN DE POEMAS

De Aniquirona
Trilce Editores, 1998.

 

I

Y estoy buscando las voces del camino

Para traducirlas

Seguro llevarán tu nombre

He aprendido a interpretar la voz del viento

Esa misma que arrulla las hojas entreabiertas

De tu árbol.

¡Aniquirona,  Aniquirona!

Te llama el río

Y en las gotas frenéticas del aire

Va tu aliento prendido a las veletas.

Al cuenco de mis manos

Llega impetuoso el sol

Con el oro y el trigo de tu cima

¿Debo ascender al principio del lenguaje?

Allí narran las gaviotas

Los días difíciles del cielo

El trasbordo misterioso de las nubes

¿Debo traducir el idioma musical de sinsontes y de mirlos

para conocerte?

He de cuestionarme

Mujer de largos sueños

E inexplicables trances

Cuál es el país al que me invitas?

Apenas sé cómo te llamas

Me lo ha contado el río

Y sé que Aniquirona

Es el umbral de otros caminos.

II

Toda vez que me aproximo a Schuaima

La muerte posee la voz

De múltiples aves

El aire azul revolotea de fibra en fibra

Mientras las piedras

Juegan a pronunciar sus palabras menos comunes

Y las hojas saben de antemano

Que soy nuevo en este sitio.

Aniquirona

Hay un yo que me detiene

Que se esmera en el regreso.

A veces pienso

Que ese habitante

Joven entre los viejos

Ama las mismas cosas

La obscura puerta de las posibilidades

La famosa casualidad de las instancias

¿A dónde van todas esas voces

que me conducen a tu reino?

Sigo las hojas que corretean presurosas

Sigo la lluvia y su música húmeda

Sigo los pájaros y sus ondas

Hay una aproximación entre el lenguaje de los árboles

Y el mío.

Sólo así puedo acercarme

Sólo así sé que existo

Y que el camino no es camino

Sino va cargado de palabras y de voces.

Estoy en Schuaima

He llegado con la brisa

Sólo su silencio musical me satisface

Aniquirona:

¡Hablemos de poesía!

III

 

Aniquirona

Cuando bajo las escaleras de la casa

Pienso que esta es otra forma de llegar a Schuaima

-el reino del gran más allá-

puede que descender

sea otra forma de ascenso.

Allí

Al otro lado de este día

Está el tren que debe transportarnos.

Llueve,

Llueve

Minutos

La carretera adversa,

Va el camino

Contragolpeando este chasquido de paisajes.

Por la ventana

El puente de los árboles

Una puerta

Un árbol de pájaros azules

El río de los caracoles

Todo se aglutina en torno nuestro

Sólo el tren va por el camino

Y con él

El canto distante de los rieles

La música de la calle

La voz continua de la lluvia

Una luz lejana que me llama.

¡Silencio, silencio!

Voy prendido al viento

Floto

Y me doy cuenta

Que la muerte es música

Y a la muerte hay que escucharla

Con los oídos despiertos.

VI

La vaciedad del infante tiempo

Antes de tu luz

Chocaba con la casa

Golpeaba las paredes

Las lejanas puertas.

El camino

Apenas cerca

Extendía sus aleros a mi playa.

¿Cómo coordinar los movimientos

para alcanzar la distante orilla?

Era yo un diminuto pájaro de piedra

Silente y ciego a otras latitudes

Un crustáceo hecho de cemento

Perdido en el silencio del mar y de la roca.

¡Sálvame, pálpame!

Allí te he avizorado

En la nada

En el monólogo del viento

En la ingravidez del día

En la raíz del todo originario

En el principio del lenguaje

Y en la voz del río

De la noche

De la luna

Y de los campos

Que se izaron en mi oído.

Aniquirona

La plenitud ligera de mis alas

Luego de tu luz

Voló madura hacia tu bosque.

VII

Extranjera

Danza de fuego

Sé que la muerte es escuchar otras voces

Y por eso

Poso mi oído

En la cascada de tu río.

Busco la muerte

Y camino desnudo entre las piedras

Busco esa voz

¿Acaso distante?

¿Acaso cercana?

Tal vez en mí

Disfrazada en mí.

Sé que allí

En el silencio obscuro del espejo

Está el sonido orquestal de otra mañana,

Mi cabeza se agita con el viento

Y llueve

Llueve y he sabido con la lluvia

El diccionario abierto del camino.

VIII

Aniquirona

No te temo

Antes te amo.

El camino como un espejo

Me muestra uno a uno tus atajos, el principio.

¡Escucha la voz de los sinsontes!

Descalzo,

Desnudo

Y loco

Sin la vaciedad del infante tiempo

Debo fundirme en la respiración del aire

Volverme partícula de tu cosmos.

Para llegar a ti

No sirve cuestionarme en el arreglo de la casa

Ni siquiera mover los muebles de lugar

Para que el ambiente parezca distinto

No sirve tomar cada mañana una ruta diferente

Para creer que se llega a otro país

No vale adelantar el reloj

Para sentir que el tiempo pasa rápido

Tampoco vale atrasarlo

Para creer que se vive eternamente

No sirve callar para que las palabras no se gasten.

Basta con meter la cabeza en el río de la nada

-ojalá hasta la nuca-

y sentir como la luz del agua

inunda los pulmones

y cómo su risa redentora

nos moja de equilibrio

y de la libertad serena

de pisar otros caminos.

X

Me sobra coraje para amar la muerte

He viajado a mi niñez en sus espaldas

he visto los helechos colgantes en el patio

el árbol de la vida

el claro de luna

llegándome,

apaciguándome.

Gracias a la muerte

Estoy en Schuaima

Otro modo de existencia

Otra forma de quedarse

Y acostumbrarse a los recuerdos

A uno mismo,

A ese otro conocido.

La roldana y el cubo

Cantaron la caída de mi cuerpo

A través del túnel de las sombras

Su música blanca;

-Cántico dormido al final del pozo-

formó una gigantesca onda

que cubrió de canciones y músicas eternas

mi espíritu de pájaro

mi alma de águila nocturna.

Forastera

He abierto los ojos a la vida

Luego de ese viaje inexorable

Después del paso transitorio por el sueño.

La música de la roldana llegó como el sonido de las aguas.

Antes de que cayeran las hojas de los árboles

Antes de que el viento dibujara otro reloj

Con las estrellas

Estaba en Schuaima

Desprovisto de mi antigua ropa,

Desnudo,

Con los ojos abiertos

Entregado a la pasividad,

Al permanente transcurrir

Por el valle de las tristezas.

 XI

 

 

Aniquirona

Morir no implica ningún riesgo

la muerte es una puerta

y el tiempo una ventana

por donde mis pasos presurosos

perciben otras cosas, otros mundos.

La inspiración de la locura

¡Oh amada locura!

Se manifiesta en mi suavísima forma

De mirar y asimilar el cosmos

En mi manera de hacerle el amor a la naturaleza.

La tiranía de la normalidad no me socorre

He decidido que mi realidad sea variable,

Indescifrable,

Impredecible.

Así como mis ojos

Perciben a través de las paredes

Y mis manos a través de las quimeras

Mis ideas asimilan con exactitud

Los espacios ingrávidos

Los sueños etéreos de épocas pasadas

En donde me sujeto a la felicidad de la sorpresa.

¿Cómo seguirme?

¿Cómo perseguirme?

Schuaima nos junta a ambos en el universo

En las estrellas

En este infinito sueño que nos llama

En este esperar

Nacer

Abordar el tren

Barajar los días

En este regresar a la vida

A la muerte

Y viceversa.

De De Regreso a Schuaima

Ediciones Dauro, Granada-Espana, 2001.

 

II

LAS PIEDRAS

Las piedras de esta Terra

Parecen perlas

o nidos de pájaros prehistóricos.

Aquí las palabras huelen a viento

Y el silencio tiene forma de roca.

En las piedras de esta Terra solemne

Se encierra el espíritu de la lluvia

El canto de los jilgueros

El color de los árboles y las selvas.

Piedras de Schuaima:

Montañas desnudas

Solitarias colinas

Peñas blancas que se botan como palomas

A un verde cielo de tierra;

Aquí mi mano saluda

un país constituido de piedras:

Rocas perfumadas, rocas uniformes, grises piedras para la pesca,

Grandes y escamosas rocas

Todas!

Piedras de Schuaima

Las amo por sabias y no por duras.

 

III

LOS PÁJAROS

Pájaros hay en Schuaima

Como abetos en la China

o místicos orientales en las orillas del Nilo

Pájaros ataviados de luz:

Currucas, navíos, toches, goletas,

Derroteros, serpentarios, piqueros de patas azules.

Los pájaros de esta Terra

conocen las violetas de Parma, los tábanos del este,

las arborescencias del Mississippi;

Mundos posibles en el crepitar de sus alas lluviosas;

Pájaros que parecen nubes de yarumo y trigo

remontando su vuelo

por bosques de arrayanes y dindes balsámicos.

Estos,

los viandantes de este piélago desnudo

los pájaros que soñara la Dulce Aniquirona

en su canción por la memoria del bosque.

Pájaros de Schuaima

provistos de alas, de luz y madreselvas

decidme:

¿Qué es lo que gravita en las otras orillas?

IV

LOS RIOS

Como un volcán en su canción de fuego

como una colina de nieve roja,

así vive Schuaima poblada de ríos.

Ríos que bajan por los llanos

como muchachas desnudas

con trenzas de agua en sus bocas.

El río más grande de Schuaima

se llama Calixto.

Llena la luna

ve descenderlo dormido

por las piedras y las campanuelas del valle.

La espuma con su risa blanca lo llama

Calixto, Calixto!

Gravita el río con sus plumas de agua

porque el viento besa su muerte

y su ronquido de dromedario.

Allí está

flotando en un mar de ríos Schuaima

innumerables volcanes hablando del agua:

Paris en forma de lago,

Rogitama un riachuelo de peces,

Calixto y sus rostros de plata

vaciando sus ojos

en ánforas de pescadores.

Como un espejo con cara de hombre

como un pensador de Rodin sobre el charco

yace Schuaima poblada de ríos.

Allí van los hombres moribundos

a dejar sus recuerdos y sus rostros.

Éste es el arca del olvido

el río en donde la memoria desciende

por entre colinas de sueños

y el hombre se va quedando dormido

mientras el agua le baja los párpados.

VI

LOS POBLADORES

 

Los árboles en Schuaima

son hombres petrificados

que han adoptado el lenguaje de viejas torres de trigo.

Hombres que antes de madera fueron barro

antes de ceniza fuego

y llameaban en la noche

como una caracola de trigo

o una estrella de ramajes y arboladuras.

En mi memoria de extranjero

persiste su posición de Hidalgos

sus rostros de guerreros besados por el sol;

Su postura de arqueros

sobre un rocinante de musgos y de piedras.

Árboles de Schuaima

hombres leñosos que madrugan con su canto de corneja

y se vierten por la llanura

para desperdigar su sombra o su quejido.

Quijotes de talles gráciles

en donde Dulcinea teje una telaraña de invocaciones

mientras el obeso de Sancho

sueña con Barataria

en la curva olorosa del yarumo o del  algarrobo.

Estos;

los árboles de Schuaima

hombres que han preferido vestirse de lluvia;

columnas de hojas secas en las riberas del bosque y del sueño.

De Memorias de Alexander de Brucco
Editorial Universidad de Antioquia, 2002.

I

A EVA EN EL DESTIERRO

Qué hermosa es Eva

Qué hermosa la serpiente que le rodea

El árbol que crece en su talle

El fruto carnoso que despliegan sus labios

Al posar sobre la ocarina

Su música en las orillas del bosque.

Qué hermoso su cabello

-Grajillas oscuras que caen sobre sus hombros perfumados-

su nariz que respira otros mundos

y crea para tantos laberintos

el azahar y las guirnaldas que los sustituya.

Qué hermosa es Eva

Qué hermosos sus tobillos

Las huellas que dibuja sobre la arena

Para marcar el camino hacia la luz y hacia las sombras.

Qué hermosos los hijos que le ha arrojado al mundo

El río que desciende por las colinas de su vientre

El volcán de sus ojos de fuego.

Qué hermosa esta costilla pensante

Este polvo sagrado

Esta caña aromática

Que guarda en sus pechos fragantes

Otra manzana para las épocas de lluvia.

IV

ABEL

Caín

Hermano de vientos, nubes, diluvios y ríos

Un mar de luces opalinas gravita en los guáimaros de la ciénaga

Y se aglutina en mi espejo

Como un prisma que nos dice:

La muerte es una puerta

Y el tiempo una ventana

Por donde nuestros pasos presurosos

Perciben otras cosas, otros mundos.

Bello Caín

La quijada de burro con la cual me mataste

Tenía el olor de las encinas y los pinos,

De tus labios venían hasta mi norte

Unos chopos amarillos

Que enhilaban mis pétalos melancólicos

En el hilo de la muerte.

Hermano profanado por los cielos

El dolor de tu hacha cavernoso

Penetraba mi topografía más remota

Mi geografía y mi valle más sagrado.

Ante el golpe subceleste

Que yo he encontrado sutil y generoso

Y que tú asestaste con una sabiduría infinita

Yazgo en la orilla de tu río, pensativo.

Oh, amado Caín

Tus huellas de madreselva

Van decorando mis entrañas,

Van vistiendo de semillas, de hiedras y resinas olorosas

Mi cuerpo fatigado por los viajes.

Mi sudor se impregnaba de tus frutas;

Tus piñas, toronjas y zapotes

Decoraban mi cabeza

Con coronas tejidas por cientos de cuchillos.

Nada soy sin tu golpe

Herrero milenario;

Tus manos son el yunque

Que moldean, a la sombra de estas islas misteriosas,

La herradura, los cristales y los cuarzos

De otras Islas en el hado de la muerte.

Caín

Hermano de mis antepasados

Hay en ti un pretexto para silenciar la historia

Como si la memoria de las dagas

No aceptaran la muerte de Goliat

Como una templanza de David,

Mi muerte es una templanza tuya.

Amado Caín

Por tu golpe y tu palabra

He conocido el paraíso.

XIX

LÁZARO

A Jader Rivera Monje.

 Ahora que soy tantas cosas al tiempo

Ahora que asumo mis vidas pretéritas

Y las lanzo a la carne o al barro

para que se vuelvan poemas

o pequeñas hojas que se enfrenten

al aire rizado del Zaire

me llaman Lázaro.

Soy Lázaro

El hijo de Betania

El hermano de Martha y de María

He conocido la muerte

Su río de rosas, gladiolos, violetas, mirtos y lirios

Que he transitado, navegado y respirado

En los cuatro días que duró

Esa odisea por el mundo fascinante de las sombras.

Soy Lázaro

Tengo setenta nombres

Música, viento, pájaro, buey, lluvia

Son algunos de ellos

Creo en la resurrección

En la pervivencia

En el soplo cálido que trasciende

Más allá de estas tribus.

Me he levantado del barro nueve veces

Y ahora

Soy el polvo que no vuelve al polvo.

Mis manos y pies

Todavía están atados con envolturas de entierro

Pero también es cierto

Que bajo mi cuerpo crece la hierba

Circundan el gusano, el ciempiés, las calambrinas olorosas,

La gaviota que remonta su vuelo

En busca de otras corrientes de aire.

Soy Lázaro

Habitante de Betania

Amigo de las sinagogas

De Canaám, de Cafarnaum, de Nazaret, de Galilea

Y de otras tierras lejanas

Cuyos nombres no entenderían

Tengo el rostro cubierto con un paño

Pero cada vez que me levanto a la vida

Cada vez que una mariposa

Me recuerda que he nacido de nuevo

El paño va cediendo paso

A otras estrellas, a otras luces, a nuevas especies de animales,

A otros caminos.

Soy Lázaro

Y en este viaje al final de la vida

Me sentaré sobre otra roca

A hilar el cordón sagrado

El pedazo de río

Que me devuelva a otra corriente

En donde todas las voces clamen,

Todos los músicos canten,

Todas las lluvias digan:

“Lázaro, levántate!”

XX

CARTA  DE UN ESCRIBA

 A MAGDALENA

 

Yo no sé de dobleces de campanas

De sanear o purificar sepulcros

Pero un torbellino de hojas secas me conduce hacia tu vientre

Y alguna parte de esa música secreta

Que tú reinventas y traduces.

Yo no sé de multiplicación de pájaros y peces

Ni siquiera escanciar las ánforas de vino

Pero busco tu cuerpo Magdalena

Como si fuera ese santuario

Donde redimir mis carnes y mis velas

Agobiadas por los golpes de las sombras.

Yo no sé de resurrecciones

-Acaso mi carne no soporte tantas instancias-

No se perdonar las querellas con el polvo

Pronosticar las épocas de lluvia

Pero estoy seguro Magdalena

Que mi amor te reivindica de las culpas

Y talla en tu ofertorio

Una parvada de pájaros azules

Donde sopesar tus deudas y tus vinos.

Yo no sé de estrellas y ovellones

De esferas cuyo fin esté más allá del cosmos,

Pero mi conocimiento en tu cabello

Quiebra los mapas

Y mis manos no poseen otro lenguaje

Que el mismo que tú diagramas

En el río de la muerte.

Desde las selvas sirias

Hasta el mar occidental,

Desde el monte Nebo

Hasta el río Rogitama

Irá mi ancho y dulce amor, bella Magdalena,

Revestido de luz para tus hombros

Y un collar de caracolas

Hará tejido con peces de distintas geografías

Para adornar tu pubis

Y tus cabellos crispados por los astros.

Yo no sé de oratorias y viejas enseñanzas

Mi lenguaje no supera los silencios de la tierra

Pero acaso me domina la palabra

Y un Te Amo

No sea otra respuesta

Que el peso enamorado de esta cruz.

 

 

 

 

 

 

 

COMENTARIOS A LA OBRA DE WINSTON MORALES CHAVARRO

 

 

Sus poemas poseen un tono delicadamente sereno, pleno de luz, rarísimo en nuestros días, tan pródigos en el derroche de un escepticismo vulgar. Abordan con valentía la lucidez de entender lo vano y cándido del esfuerzo humano, pero no claudican ante la esperanzadora tozudez de un universo que sigue dándonos las mismas satisfacciones originarias, eternas, perfectas.

 

(Enrique Serrano López-Prólogo Memorias de Alexander de Brucco, Editorial Universidad de Antioquia, 2002).

 

 

 

 

 

 

 

Se nota además una arquitectura del lenguaje, una elaboración con la palabra. El discurso poético transcurre de manera brillante, a través de imágenes bien elaboradas y sutiles, que nos pasean por la historia y la mitología de manera agradable, sin juicio moralista, y nos permite encontrar belleza por todas partes, iluminando incluso los sinsentidos de lo anecdótico y de lo histórico.

 

(Santiago Tobón- Boletín Bibliográfico Banco de la República).

 

 

 

 

 

Cuando se escribe el poema sólo se piensa en él; por eso sorprende la asistencia multitudinaria de imágenes que maneja Winston en la justa perspectiva que va descorriendo el futuro o el inmediato pasado; el momento puede ser hoy o el hoy de los siglos ya idos.

 

(Matilde Espinosa-Prólogo De Regreso a Schuaima, Ediciones Dauro-Granada España, 2003).

 

 

Winston Morales es un opita universal, creador de un país donde todos, empezando por los cargadores de toallas y fusiles al hombro, deberíamos irnos a vivir, porque allí, igual que en el mundo musical de Macondo, dan ganas de cantar “cuando las palabras  toman conciencia de no-ser ante la presencia invisible de tantos espectros”. Allí  en Schuaima, el planeta país del poeta neivano, se puede sorber con la nariz rizada por el viento el olor de “las faldas invadidas de geranios” de las muchachas que lo habitan y que, como todos sus pobladores, tienen “el corazón muy cerca de la nariz”.

 

Ignacio Ramírez-Cronopios, El Tiempo.