DESDE EL TOBOSO…OTRO POSIBLE LUGAR DE CUYO NOMBRE NO QUIERO ACORDARME, por Ricardo López Seseña

PANORÁMICA TOBOSEÑA
No está demostrado históricamente,  ni mucho menos, que el genial Cervantes, pusiera jamás los pies en tan emblemático pueblo, pero… las numerosas leyendas que por aquí circulan lo dan por muy seguro.
La tradición oral nos lleva a un supuesto enfrentamiento que en el Callejón de Mejía tuvo lugar, con un supuesto novio de Dª, Ana Zarco de Morales y Villaseñor, (personaje que inspiró a Cervantes en la creación de Dulcinea )a la que se identifica como hermana  del autor de las Relaciones de Felipe II.
La excusa para tal enfrentamiento- según la tradición- no sería otra que unos atrevidos piropos  que, a la salida de misa,  el escritor dirigió a la dama. Ésta, ofendida, dio cuenta del incidente a sus deudos, quienes salieron en busca del osado con quien tuvo lugar el enfrentamiento.


Casa de Dulcinea

Otras tradiciones nos llevan a situar al escritor cobrando alcabalas en dicho municipio, cosa en absoluto probada, y allí ,por causa de su oficio, fue perseguido por los pagadores de impuestos, los que con la ayuda de una moza a la que se identifica con Aldonza Lorenzo, le dieron merecido escarmiento bañándole en las charcas que en aquel entonces abrazaban cariñosamente a El Toboso.
Finalmente ,y dejando de lado alguna que otra supuesta presencia del genial Cervantes en nuestro pueblo, llegamos a la visita que en 1905 nos hizo el maestro Azorín. En ella, D. Silverio, el Maestro, habla de Miguel de Cervantes casi como de un toboseño más, como si de casa  se tratara. Además de tutearle familiarmente, afirma que venía con frecuencia a pasar temporadas a la casa de un abuelo médico que aquí ejercía su profesión.
Está fundado este aserto en la rumorología y en la presencia, a partir de la toma de Toledo por Alfonso  VI,  de unos familiares de Cervantes  que ,procedentes de Galicia , acompañaron al Rey en la Reconquista. Una de estas, recibió extensas posesiones en Madridejos desde donde extendió sus propiedades por toda La Mancha, llegando hasta Alcázar de San Juan, donde apareció la famosa partida falsa del nacimiento de Miguel, y a El Toboso en donde vivieron- perteneciendo a la nobleza- durante largos años hasta su desaparición en el siglo antepasado.
El último Cervantes toboseño, está enterrado en nuestra Iglesia Parroquial,  frente a los misereres, y fue D. Nicolás López de Cervantes, Coronel Director, que fue, de la Real Fábrica de Armas Blancas de Toledo.
Por tanto, acogiéndonos a los datos históricos de los que tenemos conocimiento, nos atrevemos a decir lo que al principio afirmamos: posiblemente, tan genial  personaje, Miguel de Cervantes, nunca pisó el suelo de nuestro pueblo, aunque la lógica nos lleve a pensar otra cosa, sobre todo porque la genial descripción que de nuestro pueblo hace en El Quijote es totalmente perfecta.
Algunos autores sostienen, como más lógico, que el conocimiento de La Mancha le viene a tan ilustre escritor de los múltiples viajes, que hizo a Sevilla, como proveedor de la Armada Invencible.
Iglesia parroquial y monumento a Dulcinea
Yo diría que  verdaderamente pisó nuestro pueblo cuándo El Toboso- y con él toda La Mancha- despertaron a la modernidad y comenzaron a trazar las rutas cervantinas que hoy recorren miles de españoles y otro tanto de extranjeros en busca de los pasos y lugares en los que el  incomparable Don Quijote de la Mancha vivió sus extraordinarias aventuras. Entonces si que vino, se aposentó y se quedó con nosotros para siempre, blasonando nuestra tierra y nuestras raíces.
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