EL PRÍNCIPE JUAN, EL HIJO DE LOS REYES CATÓLICOS

FRANCISCO PRADILLA ORTIZ Cortejo del bautizo del príncipe don Juan, hijo de los RRCC, ocurrido en Sevilla, el 9 de junio de 1478 “ (Madrid, Museo del Prado, Casona del Buen Retiro).
La reina Isabel la Católica dio a luz el 30 de junio de 1478, en el alcázar de Sevilla, su único hijo varón: el príncipe Juan (1478-1497), futuro príncipe de Asturias y señor de Salamanca desde 1496. Tuvo además cuatro hijas: Isabel, Juana, Catalina y María.
Juan del Enzina cantaba así el acontecimiento del nacimiento del Príncipe:
«De allá, desde el cielo, la tierra dotaste
del Príncipe tal que tal nunca fue,
tan bueno, tan justo, tan lleno de fe,
que bien pareció que en él te esmeraste…»
«¡Oh quántos plazeres España sintió
en todos lugares haziendo alegrías,
fiestas las noches y fiestas los días,
quando el gran Príncipe ya nos nació!»
. .El 9 de julio el príncipe fue llevado a bautizar oficiando aquella ceremonia el cardenal Mendoza Su aspecto era en verdad curioso: débil, de pelo rubio, delgado, pálido y de constitución enfermiza, despertaba sin embargo el cariño Y el afecto de quien le conocía por su carácter dulce y afable.
A la edad de diez meses, era jurado Principe de Asturias por la nobleza, el clero y las órdenes militares. Más tarde se le juraría príncipe de Gerona con el fin de aglutinar territorios. En 1480 fue proclamado heredero del trono castellano durante las cortes celebradas en Toledo y un año después, sucesor a la corona aragonesa en el transcurso de las cortes celebradas en Calatayud (1481).
Se encargó de su formación al dominico  fray Diego de Deza . Fue armado caballero en Moclín (Granada).
Se casó en Burgos, en 1497, con Margarita de Austria, hija Maximiliano I y hermana de Felipe el Hermoso. Su matrimonio duró seis meses ya que el Príncipe murió de fiebres tifoideas o tuberculosis (“para el pueblo murió de amor, dada su pasión por la princesa y su desmedida cohabitación con ella”) el día de San Francisco de Asís, el día 4 de octubre de 1497
El que hubiera sido el primer rey de España, quizás el más poderoso de la tierra en su tiempo, murió entre el hábito de los predicadores del obispo fray Diego de Deza .
 “(…)se me cae la mano de dolor -.Dijo  la Reina Isabel: el mundo se queda sin la mejor de sus prendas.»“Dios me lo dio, Él me lo ha quitado”. Nunca se recuperó de la muerte del Príncipe.
Si el príncipe no hubiera muerto y hubiera tenido descendencia masculina, habría heredado, además de España, los territorios de Italia, Flandes, el Franco Condado, parte de la Borgoña y los territorios  del Nuevo Mundo, lo que comportaría quizás la composición del mayor ámbito geopolítico que jamás hubiera tenido una  Monarquía.
El Estado-nación y la monarquía Hispánica, fundada por los Reyes Católicos, perdía su heredero y los Trastámara su futuro. Una nueva monarquía extranjera-los Habsburgo- ocuparían el trono español Con Carlos I de España y V de Alemania.
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