Escritora, Historiadora, poetisa, guía literaria, Irene, nos muestra una poesía distinta a nuestros tiempos. Autora de diversos libros y artículos, actualmente ejerce como Directora del Instituto de Investigaciones Históricas y Culturales, Secretaría de Cultura, Educación y Promoción de las Artes, Municipalidad de Avellaneda en la provincia de Buenos Aires (Argentina). Recientemente nombrada Asesora Cultural Internacional de Naciones Unidas (UNILETRAS) por haber logrado el acercamiento de poetas de lengua portuguesa a la entidad mencionada en español. Es la Directora del Área Multidisciplinaria de la Red Mundal de Juazgadores Familiares. Diversos pintores artísticos y compositores musicales, se han inspirado en sus versos. :
Canto infinito
Canto del Sur al Norte, canto a la vida
que crece, pese a todo, que es tuya y mía.
Canto desde estos fondos que se hacen trizas
para volverse cuencos de las sonrisas.
Canto del Sur al Norte, canto en semillas
que fecundan las notas de estas coplillas.
Canto del Sur al Norte, canto encendida
por ramificaciones de mis espinas.
Canto y de nuevo canto cuando me gritan,
canto y de nuevo canto cuándo me incitan.
Trepo hacia las alturas, trepo en cuclillas,
subo como se puede, siempre hacia arriba.
Broto desde este punto donde me achican
y me niegan espacio para las dichas.
Canto desde este espacio, meta infinita
donde al final los versos se reunifican.
Porque no hay Sur y Norte, sino que hay vida,
vida que se derrama por cada herida.
Canta conmigo, Hermano, altas tus miras,
cantemos desde el Sur, raza mestiza.
Lo que en la vieja tierra brota y palpita
nos pertenece a todos ¡Dios lo permita!
Luna
Bajo el pálido rostro de la luna
se alteran los objetos y la gente,
porque todo deviene diferente
en esa mutación de la hora bruna.
Las florestas, al claro, alegremente,
de innumerables pájaros son cunas.
Mas de noche, cual misteriosas runas,
sobrecogen sus ramas, sutilmente.
Los caminos, al día, recorridos
con el paso vivaz, despreocupado,
en lo oscuro, semejan mundos idos,
tenues rastros de miedos ignorados.
Las angustias, ocultas en el día,
Interferidas por nuestras labores,
toman cuerpo y nos quiebran la armonía
enhebrando en el pecho sus temores.
Tu mirada, firme y dulce mirada,
entre mil vericuetos de las horas,
bajo el sol se sumerge, apresurada,
desde que nace el tiempo de la aurora.
Pero de noche no. Ya serenada,
da cobijo al amor, saciando hambrunas.
¿Será por esto último que nada
me resulta mejor que luz de luna?
RECEN POR MI
Homenaje al Papa Francisco
Te pido que no dejes a mi copa vacía,
que este divino néctar del que libo, hora a hora,
permanezca conmigo en la noche y el día
y el amor me alimente con la fuerza de ahora.
Te pido que me alientes en la constante lucha
para que vivan plenos los retoños de vida,
para que se disipe, en aquel que me escucha,
cualquier malentendido o el dolor de una herida.
Te pido que mi afecto nunca se vuelva helado
hacia todos aquellos que de mí necesitan,
que la gente me encuentre siempre firme a su lado
en los tristes momentos cuando el llanto palpita.
Te pido que los años me brinden sólo canas,
que avejenten mi cuerpo y que arrugen mi piel,
pero que me enrique4zca en acción y en mañanas
mientras de mi clepsidra la gota sepa a miel.
Te pido que me brindes el fulgor de unm rosa,
para que no me falten dignidad ni conciencia,
cuando los golpes fuertes de la muerte celosa,
se abatan sobre mí ¡ al fin de mi existencia!
ENTREGA
Al Papa Francisco
El alma en flor espeja tu rostro decidido
ante el inmenso voto que se alza ante tus ojos
te ofreces plenamente sin pena ni sonrojos
y alzas al mundo aciago con ancestral sonido
el Padre Nuestro Eterno rezado entre despojos
del cruel materialismo que aún ata al hombre herido
y con prudencia justa instas al renacido
espíritu fraterno sin rencores ni enojos.
Francisco de los pobres, Francisco de la gente,
nos tomas de la mano e inscribes en nosotros
tu marca apasionada, la fuerza trascendente
de la hermandad humana, del Uno con los Otros
¡Eres el religante sutil y transparente
que nutre nuestra vida con fúlgidos calostros!
COMO OTRA PIEL
¿Que nos lleva a esta búsqueda incesante
volcada hacia los cofres de emociones?
¿Por qué motivo, causas o razones
vivimos este sueño delirante?¿Dónde encontramos fuentes de ilusiones
que nutren con sus aguas refrescantes
este ensueño que somos, los instantes
de captación de excelsas vibraciones?Están en ti y en mi, firmes, constantes,
como otra piel preñada de ilusiones
sobre la piel carnal, igual que amantes.Superpuestas las dos en sensaciones
¡una brinda sentires palpitantes
mientras vuela la otra en sus visiones!
TERRITORIOS CELESTES
Celestes territorios. Espacios celestiales
cuajados de armonía. Atávicos esbozos
de la dorada ruta de sutiles retozos
donde Pegasos tímidos se agitan, augurales.
Praderas como mares. Mares como dichosos
reflejos de una tierra que asienta sus reales
sobre sutiles nubes de intangibles percales,
donde el alma acicala cromatinas de gozos.
¡Ah, caminos, caminos, radiantes, intocados!
Vibrante regocijo a la espera que riega
los perfectos capullos de cielos perfumados.
¡Paladín del misterio , el Alfa y el Omega!
¡Es el Ser en sí mismo que quiebra los vallados
bajo el palio de estrellas que su Luz nos despliega!
Heme aquí
Vengo desde las sombras con mis cantos
que se nutren de umbríos y temblores,
subo desde los goces y los llantos
y el resplandor relámpago de amores.
Cargo con mi mochila de quebranto,
cuero suave y sobado por dolores,
laxo cierre a la espera. Cada tanto
brotan de su interior algunas flores.
Cuando el frío penetra guardo un manto
que protege mi alma y sus candores
con su trópica tela. ¡Flor de acanto
de mi columna azul y mis ardores!
¡Ah, olvidaba decirte que decanto
en cada verso mío esos colores!
PARA QUE BUSCARTE, QUIJOTE!
Las ansias que me apresan esta tarde
tienen sabor a secos relicarios.
Ando caminos yermos, sin horarios,
con mansedumbre quieta. Sin alardes.
Caminos de la Mancha. Oscuridades
Por las que vaga el alma sin reposo.
Por las que me deslizo. Dulce gozo
queriendo ver tu Sombra. Sin edades.
En vano he caminado polvorientos,
Recónditos senderos de otras horas.
En vano suplique la cantimplora
Bajo la ardiente arena del desierto.
De pronto he comprendido. No hace falta
Que quiera contemplarte en loco vuelo
Enloqueciendo al máximo el desvelo,
Despellejando liras que te exaltan.
Te reconozco en tibios chocolates,
En relucientes giros de la lengua
Cuyo brillante son nunca se amengua,
Aunque le sume el “che” y el verde mate.
En cada hombre escruto tus temores
Y un algo de los héroes que conturba,
Y un mucho de miseria que nos turba
Palideciendo ensueños y clamores.
La palabra dolida
A Japón
Si todos somos uno ¿No es mi hermano
éste que sufre y clama entre la masa
de hierros retorcidos, de argamasa
bajo el violento embate de lo arcano?
Mi palabra se forja sobre el duelo
de las horas de pena planetaria.
Hoy la flor no perfuma. Como paria
vuelve el hombre los ojos hacia el cielo.
¿Por dónde se abrirá la ruta cierta
para los corazones desolados?
¿Quién cicatrizará la herida abierta?
¡Abrazo, con mi verso demudado
los trágicos momentos, la hora incierta
que impone este dolor desesperado!
Jauría
Miró Sancho turbado la rugiente jauría
que alrededor turbaba su galope cansino,
Impertérrito, absorto, rocín flaco y mohíno,
marchaba Don Quijote por la tortuosa vía.
-¿Pero señor, no véis lo mismo que yo veo?
¡Perros que nos acosan, soledades y hambruna!
¿Hacia dónde marchamos? Ya se viene la bruma
en este recorrido tras loco devaneo-.
-Tranquilizaos, amigo, el camino es la vida
donde la gente espera las hazañas que hagamos,
no te detengas, Sancho, por causa fementida-.
-Mi espada está al servicio de dolores humanos,
para paliar las penas y sanar las heridas,
no importa que nos ladren ¡señal que cabalgamos!
® Irene Mercedes Aguirre, 3 de agosto 2011 para su libro Secreto de las sombras
Póstuma aspiración
No moriré jamás, será mi suerte
fundirme paso a paso con la tierra,
mixturada andaré , si es que me encierra
el chaleco de fuerza de la muerte.
Cubriré presurosa los espacios,
los senderos helados, la candente
desolación desértica e hiriente,
toda yo vuelta humus y epitafios.
No tañerán a muerto las campanas
ni las lloronas gritarán su pena
en mi redor difunto, cual hermanas.
Pero sí desearía que una ajena,
anónima garganta emocionada
musite un verso mío a voz serena.
El llamado del amor
Cuando el amor llama a la puerta justa
donde espera otro ensueño su llegada
se abre algún paraíso que vagaba
sin hallar su lugar . Y la vetusta
osamenta del otro adormilada
en un triste paisaje que disgusta
despabila sus ansias y degusta
el magnífico néctar , deslumbrada.
Se cruzan dos esperas palpitantes,
dos ósculos se liban mutuamente,
dos almas se contactan, destellantes,
y el mundo ya no es gris ¡ Es un presente
de perfumado ardor , de convocantes
efluvios , de emoción incandescente!
TRÍPTICO DE LA ALBORADA
I
Reconocimiento
Forma parte de todos desde la misma esencia
y marcha con los ritmos de nuestra propia vida.
Se integra en cada mente, ya despierta o dormida
como un develamiento y a la vez una ausencia.
Susurra en cada oído su mensaje. Atrevida,
nos tienta con Edenes y ensueños la conciencia.
Retumba en cada pecho y marca la falencia
de estos seres complejos que somos , de la herida
que está abierta en nosotros desde la propia herencia
a través del dualismo que en nosotros anida
como una paradoja contradictoria y necia.
Invoca los esfuerzos del alma decidida
a buscar horizontes y paliar la carencia
¡en el espacio eterno de la Paz encendida!
II
Interrogantes
¿Cómo hallar el camino que conduzca a su encuentro?
¿Dónde la ruta cierta? ¿Dónde el claro sendero
que llano y distendido cubra ese derrotero
y logre ¡finalmente! el ansiado reencuentro?
¿Qué frenos pone el hombre? ¿Cuál juego vil, artero,
despliega con sus fichas el drama desde adentro?
¿Quién no brinda su mano? ¿De qué oscuro epicentro
brotan las decisiones del poder traicionero?
¡Ay, el dolor del mundo! ¡Ay, la triste cosecha
que aumenta los poderes, el triunfo y los recursos
divorciados del ser! Marte va, como flecha
cruzando los espacios con sus sangrientos cursos
¡Frente al dolor y el odio hoy levanto mi endecha
con poético fuego más allá de discursos!
III
Alborada
Guardado todo está. Parece solo
el devenir humano hacia adelante.
Oscura la mañana, apabullante
el aire humedecido. El dios Eolo
dibuja entre la atmósfera cambiante
su danza milenaria , el protocolo
que cumple diligente , polo a polo
con vientos más cercanos o distantes.
Tal vez esta tensión que percibimos
es prueba de conciencia que agudiza
la captación del mundo do vivimos.
Esta insatisfacción siempre huidiza
refleja ese deseo que sentimos
de la alborada en flor que hoy hiberniza!