Estas estatuas están hechas de oro y marfil. Se desconocen los orígenes de la técnica aunque se sabe que tuvieron un gran prestigio en la Antigua Grecia. Se construían sobre un marco de madera al que se sujetaban finos bloques tallados de marfil, representando la carne, y pan de oro para representar los ropajes, la armadura, el cabello y otros detalles. En algunos casos se usaba pasta de cristal, cristal, piedras preciosas y semipreciosas para detalles tales como los ojos, las joyas y las armas.
Se conocen ejemplos del II milenio a. C. de esculturas compuestas hechas de marfil y oro procedentes de regiones que más tarde pasarían a formar parte del mundo griego. La técnica se usaba normalmente para estatuas de culto dentro de los templos, que solían ser a escala mayor que la real. La construcción era modular, de forma que parte del oro podía retirarse y fundirse en monedas o lingotes en épocas de escasez, para reponerlas más tarde cuando mejorasen las finanzas. Los dos ejemplos más conocidos, ambos del periodo clásico, son los esculpidos por Fidias: la estatua de 13 m de alto de Atenea Partenos de pie en el Partenón de Atenas, comenzada en el 447 a. C. y finalizada en el 456 a. C. 1 y la estatua sentada de 12 m de Zeus en el templo de Olimpia, considerada una de las Siete Maravillas del Mundo Antiguo. Debido al alto valor de algunos de los materiales usados y a la naturaleza perecedera de otros, la mayoría de las estatuas criselefantinas fueron destruidas durante la antigüedad y la Edad Media
Las estatuas criselefantinas no sólo eran visualmente impactantes, también mostraban la riqueza y los logros culturales de aquellos que las construían o financiaban su construcción. La creación de una de estas estatuas implicaba habilidades en escultura, carpintería, joyería y talla del marfil. Una vez terminadas, las estatuas exigían mantenimiento constante.
El término «criselefantino» se usa también para un estilo de escultura en miniatura común en el Art Nouveau de finales del siglo XIX. En este contexto, describe estatuillas con piel representada en marfil, y ropas y otros detalles hechos de otros materiales, tales como oro, bronce, mármol, plata u ónice.
Las criselefantinas destacaron en los años 20 y 30 del siglo pasado entre las figuras más demandadas por la alta sociedad. Se vendieron en los centros más selectos de París, Londres, Berlín y Nueva York, y aunque fue muy numerosa su producción, nunca fueron baratas. En la actualidad alcanzan precios millonarios en las subastas españolas, superando en ocasiones los 22.000€. Asi, la mujer elegante y exótica se convierte en el centro de la creación de los mejores escultores del momento.
En 1925 se celebró en París L´Exposition Internationale d´Arts Décoratifs et Industriels Modernes, donde los mejores y más vanguardistas escultores se dieron cita para mostrar al mundo un nuevo concepto del arte, es el momento formal del nacimiento de lo que conocemos como Art Dèco.
A esta exposición acudió Demetre H. Chiparus, escultor rumano que llega a Francia en 1912 para realizar sus estudios y trabajar. Es el gran maestro a la hora de representar el ambiente parisino, sobre todo las obras realizadas en la fundición Etling París. Su mejor producción se concentra entre los años 1914 y 1933. Son famosas sus esculturas inspiradas en las danzas orientales con vestiduras que muestran un acabado muy trabajado de bailarinas con trajes ceñidos y cubiertas de pies a cabeza con ropajes exóticos o faldas plisadas.
Entre las figuras más singulares están también las realizadas por el alemán Ferdinand Preiss que estudia y trabaja en Berlín y se asocia con Arthur Kessler. Sus esculturas realizadas en bronce pintado y marfil coloreado, firmadas en solitario o con el sello Preiss-Kessler, alcanzan precios muy elevados. “
Chloé Signes, encargada del Departamento de Conservación del Museo Casa Lis de Salamanca, posiblemente no hubiera llegado a reunir las 121 criselefantinas que se muestran en el museo, con lo que se convierte en el centro de referencia más importante de toda Europa para coleccionistas y estudiosos de estas obras de arte.”
“No creo que sea correcto hablar de una escuela, es más bien una creación individual inspirada en la nueva moda Art Déco. Cada artista destaca por sus pequeños detalles que les hace únicos, añade Chloé Signes, casi todos eran escultores pero también había pintores que se lanzaron a la producción de las muy demandadas criselefantinas, entre estos destacaron Wolfgang Boehm en Londres, el ruso Samuel Grün que produjo obra en París y Londres. Maurice Guiraud-Rivière trabajó en París, su lugar de nacimiento y Ernst Gustav Jaege que nació en Berlín y realizó criselefantinas en Alemania destacando las realizadas en 1930.” Los temas fundamentalmente están inspirados en los ballets rusos. Los escultores franceses produjeron miles de criselefantinas para atender la demanda de una sociedad que había entrado de lleno en la moda Art-Dèco. Son unos años donde algunos de los artistas más vanguardistas se lanzan a la creación y estudio de nuevas formas y materiales. También destaca Roland Paris, nacido en Viena en 1894, que fue uno de los fundadores de la Escuela Bauhaus. Este escultor austriaco trabajó en Alemania entre los años 1915 y 1935 centrando su creación en temas inspirados en personajes literarios.
La figura femenina se convierte en elemento fundamental para la creación de las criselefantinas con posturas sensuales y ejecutando elegantes movimientos de forma que parecen flotar, haciendo olvidar el peso real de los materiales empleados. La mujer se muestra con actitud altiva y elegante. Las representaciones más demandadas del momento fueron las que mostraban el estilo oriental y exótico muy al gusto de la época, inspiradas en las representaciones de Schéhérazade por la Compañía del Ballet Ruso dirigido por Diaghilev en París.
La expresión del movimiento se puede considerar como el rasgo más importante de las criselefantinas. Una de las figuras más representadas fue la de la muy popular Josephine Baker a la que los escultores copiaron una y mil veces sus exageradas y extravagantes poses. Preiss y Chiparus fueron grandes maestros en estas representaciones donde las danzarinas se apoyan en la base con los pies en puntillas y los brazos se extienden como queriendo emprender el vuelo. La figura “Butterfly Dancer” de Chiparus protagonizó en diciembre de 2000 en Fernando Durán uno de los remates más importantes que ha alcanzado una escultura en España, se ofertó en 11.419 y subió hasta 24.401€. Otro artista a tener en cuenta fue el español Juan Clará, nació en Olot en 1875, a principios del siglo XX se instaló en Francia y sus piezas se expusieron en el Salon des Artistes Français, sus criselefantinas destacan por la utilización de vestidos muy a la moda de siglos anteriores, largos y aparatosos que les proporcionan una sensación de peso y volumen.
El mercado demandó estas representaciones en distintos elementos decorativos por lo que se crean esculturas específicamente para adornar lámparas, relojes, etc. pero son las esculturas de entidad propia las que adquiere mayor interés y especialmente las figuras de mujeres con vestidos ceñidos y muy elaborados como las realizadas por el francés A. Godard en los años 30. Una de sus piezas titulada “Malabarista” fue subastada en mayo de 2002 en Fernando Durán y se adjudicó en su precio de salida de 22.500€. Dos años antes en esta misma sala “Danceuse à la Bulle” del mismo autor se adjudicó en 13.246€, ocho mil setecientos euros más que su salida.
La mujer adquiere un poder casi de diosa arrogante en las manos de Ferdinand Preiss que la representa con la mirada absorta y lejana, donde lo importante es la figura idealizada. La mujer de Chiparus es moderna, emancipada y elegante. Utiliza la técnica del bronce patinado. “Aunque este escultor representó magistralmente algunas de las bailarinas del Music Hall, señala Chloé Signes, en los años 20 su interés se centra en la danza de la compañía de ballet rusa dirigida por Diaghilev y varios de sus componentes como Ida Rubinstein o Nijinski, entre otros, son inmortalizados por Chiparus”. Para sugerir mejor el impulso del ritmo musical añade a sus figuras platillos. En estas representaciones ajusta los trajes subrayando las líneas del cuerpo, añade accesorios como tocados que alargan la silueta, joyas de inspiración oriental o también proporciona a sus figuras faldas holgadas y plisadas que permiten expresar el movimiento. En abril de 2001 Fernando Durán ofreció a sus clientes “Dourga” una de las figuras preferidas de Chiparus y varias veces reproducida en distintas posiciones, vestida con una original falda plisada, el precio de salida fue de 21.035€ y finalizó las pujas en 22.538€. También “Ayouta” con falda plisada de Chiparus se adjudicó en 5.710€, salió en 3.306€ el pasado mes de enero de 2001 en Durán.
En Salamanca el Museo de Art Nouveau y Art Déco, en la Casa Lis, exhibe una notable muestra de criselefantinas representativas del Art noveau de la colección del anticuario Manuel Ramos Andrade.
Muy interesante y detallado este artículo. Gracias-
buenas tardes acabo de comprar una figura criselefantina en una feria de antiguedades y me gustaria saber como es la firma de preiss, esta viene firmada en la peana
saludos y gracias
La información que dispongo sobre la firma de Johann Philipp Ferdinand Preiss, es J. Philippe RuM
Hola Luis tengo en mi poder por herencia dos estatuillas criselefantinas de bronce y marfil y quero conocer el artista que las realizó, como puedo hacer para identificarlas? no tiene firma visible.
Espero tu respuesta si necesitas fotografías dime como hago para enviártelas.
Saludos Gabriela Fiori