LA RENDICIÓN DE PETRER (Alicante), UNA CITA CON LA HISTORIA, colaboración de la Oficina de Turismo de Petrer

Vista del Castillo de Petrer. Foto: Heliodoro Corbí Sirvent
Vista del Castillo de Petrer. Foto: Heliodoro Corbí Sirvent

Un texto manuscrito del Llibre dels Feits, la crónica que recrea los acontecimientos históricos que ocurrieron durante el reinado de Jaime I el Conquistador, rey de Aragón, Mallorca y Valencia, y la imaginación desbordante de nuestro paisano Francisco Máñez Iniesta, puesta al servicio del tesón y la fuerza de voluntad de algunos festeros deseosos de dar un mayor contenido y realce a las fiestas de Moros y Cristianos, fueron el germen que dio origen al nacimiento del texto literario que hoy conocemos con el título de La Rendición, de Petrer.

Su autor ha sido siempre un petrerense inquieto, apasionado por la cultura islámica y estudioso incansable del arte y la huella indeleble que el paso de la civilización árabe ha dejado en nuestra propia historia después de siete siglos de convivencia de razas, credos y culturas -tan distintas pero tan comunes al mismo tiempo- en la península Ibérica. Fruto de esta especial sensibilidad y admiración por la cultura musulmana, Paco Máñez dio forma teatral a esta recreación dramatizada a la que él siempre ha otorgado, por encima del hecho histórico que rememora, un sentido de conciliación, de comunión pacífica de culturas, de hermanamiento de pueblos, de convivencia de razas que comparten el trabajo y la esperanza bajo un mismo sol, que aman la misma tierra.

Cartel de la Fiesta
Cartel de la Fiesta

La Rendición surgió como complemento a la fiesta de Moros y Cristianos. Todo ocurría un lluvioso domingo de noviembre de 1982. Ese día, coincidiendo con la celebración de la media fiesta, varios capitanes, arropados por sus respectivas comparsas de Vizcaínos, Estudiantes y Moros Fronterizos, subieron hasta el castillo-fortaleza petrerense disparando al alardo. Allí se procedió a la lectura de un fragmento de la Crónica o Llibre dels Feits del rei en Jaume en la que el propio monarca describía el momento histórico de la capitulación de los sarracenos sublevados que, tras la toma del castillo por la fuerza, ahora rendían las armas y devolvían la fortaleza de forma pacífica al rey conquistador.

La iniciativa de este acto festivo procedía de tres presidentes de comparsa que, apoyados por la Junta Central Directiva de la Unión de Festejos San Bonifacio, Mártir, y a semejanza de otras poblaciones en las que también se celebra la fiesta de Moros y Cristianos, querían incorporar a nuestros festejos un acto nuevo que coincidiera con el ecuador festero, y para cuya celebración proponían la organización de un homenaje a los capitanes, único cargo que no tenía ningún acto de protagonismo específico en la fiesta, al contrario que las rodelas y su acto de exaltación en el desfile infantil, o las abanderadas con el pregón y el Día de las Banderas, razón por la que acordaron bautizarlo con el nombre de Festa dels Capitans.

Precisamente, basándose en ese mismo texto extraído de la crónica real de Jaime I, Paco Máñez sugirió la posibilidad de recrear tan significativo hecho histórico para nuestra localidad como fue la llegada a Petrer del rey conquistador en su campaña de pacificación de las tierras alicantinas, acaecida los días 18 y 19 de noviembre del año 1265, dando forma literaria a la crónica de capitulación a través de un texto dramático que posibilitara su representación teatral en un marco inigualable: nuestro castillo, testimonio de nuestro pasado histórico y protagonista de excepción de los hechos relatados.

Foto: Heliodoro Corbí Sirvent
Foto: Heliodoro Corbí Sirvent

Así nace de la pluma y la imaginación de su autor, Paco Máñez, el texto teatral de La Rendició, cuyo tercer acto se representára, por primera vez, en noviembre de 1983, a cargo del grupo de teatro Arenal de Petrer. El marco incomparable elegido para la puesta en escena de la obra será el castillo-fortaleza petrerense, recientemente restaurado y que había sido declarado ese mismo año monumento histórico-artístico de interés nacional por el Ministerio de Cultura. Ese año, además, la Festa dels Capitans contará con la participación de la totalidad de las comparsas y sus respectivos capitanes.

Inicialmente el texto teatral se escribe en castellano, si bien su autor, riguroso siempre con la historia y fiel a nuestra propia cultura y tradiciones, decide su adaptación al valenciano, lengua de nuestros antepasados y de uso habitual en estas tierras repobladas tras la expulsión de los moriscos por cristianos viejos procedentes de pueblos vecinos de la hoya de Castalla (Onil, Biar, Xixona…).

LA FESTA DELS CAPITANS

Sin embargo, la polémica surgida respecto a la festividad de la Festa dels Capitans en el seno de la Unión de Festejos San Bonifacio, Mártir supondrá que ésta deje de celebrarse durante unos años por decisión adoptada en asamblea general de fecha 28 de junio de 1985, y ratificada posteriormente en otra asamblea general extraordinaria de 25 de octubre del mismo año, poniendo en peligro la continuidad de la representación teatral, sólo salvada por el interés demostrado por el Ayuntamiento de Petrer, a través de su Concejalía de Cultura, que asumió plenamente la organización de su celebración contando para ello con la colaboración del grupo de teatro Arenal, la fila Jaime I y la Caja de Crédito de Petrel. Desde 1987 es, pues, el Ayuntamiento petrerense la entidad que se encarga de preservar la continuidad de su representación en el tiempo, asumiendo la escenificación de La Rendición de forma ininterrumpida hasta la actualidad como un acto tradicional y cultural plenamente integrado en el calendario festivo local.

Foto: Francisco Pascual Maestre Martínez
Foto: Francisco Pascual Maestre Martínez

Durante años la celebración de esta efemérides supondrá a nivel local una de las principales actividades de promoción y difusión de nuestro patrimonio histórico-artístico y cultural al organizarse anualmente unas jornadas que incluían charlas, exposiciones y visitas escolares al castillo-fortaleza, así como la edición de una guía didáctica del castillo de Petrer  que se distribuía de forma gratuita entre los estudiantes, junto al texto correspondiente al tercer acto de La Rendición que se escenificaba en el castillo y una introducción histórica a la época de Jaime I.

Tendremos que esperar hasta 1995 para que la Unión de Festejos San Bonifacio, Mártir decida organizar una serie de actividades festeras en el mes de noviembre con las que homenajear a los capitanes de las diferentes comparsas, respaldando así de forma definitiva la celebración de la Festa dels Capitans. A partir de ese año, cada mes de noviembre se han celebrado torneos sociales recreativos, exposiciones, conciertos de música festera, presentación de la película oficial de fiestas, proyección de audiovisuales y entrega de premios del concurso de diapositivas, misa en recuerdo de los festeros difuntos, alardos, desfiles y cenas de homenaje a los capitanes…

Foto: Francisco Pascual Maestre Martínez
Foto: Francisco Pascual Maestre Martínez

En la actualidad, las actividades de la Festa dels Capitans se concentran prácticamente en un mismo fin de semana, coincidiendo con la escenificación de La Rendición. Así, el sábado se celebra el acto de alardo, con saludo al santo y misa en honor de los difuntos en la ermita de San Bonifacio, y que finaliza con el desfile de honor de los capitanes. El domingo, tras una jornada de convivencia y almuerzo festero en el que participan todas las comparsas, se asiste a la representación teatral de La Rendición en el castillo. La media fiesta concluye oficialmente con la cena de homenaje a los capitanes que se celebra habitualmente el último sábado del mes de noviembre.

LA RENDICIÓN, DE PETRER

La jornada del domingo comienza con el disparo de veintiuna salvas de pólvora y fuego que, lanzadas al viento desde la explanada del castillo, despiertan con su estruendo sordo y lejano a los habitantes de Petrer al nuevo día. Ya desde primeras horas de la mañana se vislumbran aires de fiesta en las calles y, mientras las banderas ondean en la torre del homenaje, los responsables del montaje disponen el atrezzo y decorados medievales, levantando las tiendas de campaña y ultimando los preparativos para la histórica representación que a mediodía tendrá lugar en el castillo.

Las risas, la camaradería y el buen vino son la tónica general que marcan la convivencia de ese día en el cuartelillo de la fila Jaime I, donde desde bien temprano se reúnen en torno a la mesa, para degustar las delicias de un buen yantar, los actores y festeros que pocas horas después darán vida a los personajes de La Rendición. Tras el almuerzo siempre vienen las prisas. Hay que vestirse rápidamente, pues a las doce de la mañana hay que estar puntuales en la plaza y en perfecto estado de revista. Y es entonces cuando surgen los problemas: la prenda que no se encuentra en el vestidor, aunque el día anterior teníamos la certeza de que lo habíamos preparado todo a conciencia, la casaca o el cinturón que no ajusta bien a la cintura —son los kilos, ¡que no perdonan!— o el reducido espacio del local, claramente insuficiente en esos momentos para dar cabida a tantos festeros que reclaman insistentemente la atención del encargado del vestuario para completar su uniforme… Entre tanto, el inexorable paso del tiempo nos acerca a la hora fatídica. Sin embargo, inexplicablemente, todo sale conforme a lo previsto y a la hora acordada los festeros van acudiendo a la plaza de Pablo Iglesias, donde se reúnen con algunos músicos que ya calientan sus instrumentos, mientras que los primeros grupos de curiosos hacen acto de presencia en la plaza y en las calles adyacentes, atraídos por el barullo y la animación callejera, preparándose para ver el desfile.

A las doce del mediodía, la plaza de Pablo Iglesias hierve de animación con los brillos de las doradas armaduras vizcaínas y el vistoso colorido de los yelmos y estandartes del ejército cristiano, representado actualmente por las filas Jaime I y Blanca de Castilla.

El contrapunto lo aporta la vistosa fila mora participante que cada año se renueva por designación de la comparsa que ostenta la media fiesta y cuya presencia, tanto en el desfile de honor como en las almenas y torreones del castillo, formando parte de la huestes musulmanas sublevadas que defienden la fortaleza, da mayor veracidad histórica a la representación.

Ya casi es la hora de iniciar el desfile. El director de la banda da las últimas instrucciones a los músicos, mientras que los festeros van ocupando sus puestos en la formación flanqueando la comitiva festera. Pero… y los actores, ¿dónde están los actores? ¡Ah, todavía les falta maquillarse! La caracterización es importante porque aunque la representación se realice en el castillo, al aire libre y a unas decenas de metros de los espectadores, el rigor de la puesta en escena debe observarse con pulcritud. El público se lo merece.

Volviendo con nuestros protagonistas, no deja de sorprendernos verlos llegar ataviados con atuendo medieval y un porte señorial en sus ademanes que nos hacen rememorar épocas pasadas. Son Jofre de Loaisa, señor feudal de Petrer; el caíd, máxima autoridad musulmana civil y religiosa de la villa, con su séquito, y el propio rey Jaime I el Conquistador, acompañado por sus caballeros y damas de la corte cristiana, representadas por la fila Blanca de Castilla.

Foto: Heliodoro Corbí Sirvent
Foto: Heliodoro Corbí Sirvent

El acto comienza con el desfile de honor de los actores y filas participantes en la representación que, acompañados por las bandas de música locales, autoridades municipales y público en general, inician el recorrido por las tortuosas y empinadas calles de la vieja medina árabe hasta llegar al castillo-fortaleza medieval donde tendrá lugar la recreación teatral de un acontecimiento histórico que ya ha marcado con su huella indeleble no sólo nuestra historia pretérita, sino también nuestras fiestas futuras, pasando a formar parte de las tradiciones y el acervo cultural propio de nuestro pueblo.

Cada año impresiona coronar la cima de la loma del castillo y comprobar la gran cantidad de público que esa mañana de domingo acude a la explanada del monumento milenario, deseoso de acompañar al rey conquistador en su marcha triunfal a la fortaleza y asistir a la representación. Pero más emociona todavía escuchar los aplausos entusiastas del público al final de la obra, marcada por los vivas al rey y el disparo de una traca y castillo de fuegos artificiales. Aunque en los últimos años, el ballet de la Escuela de Danza de Dori Andreu prolonga unos minutos más la actuación con sus danzas festivas y el brindis final que celebra, no la rendición de los moros sublevados, sino el acuerdo de paz y la renovación de los pactos de respeto, convivencia, tolerancia y justicia entre moros y cristianos. En definitiva, de renovada esperanza en un futuro que nos depare una sociedad mejor, más justa y solidaria.

Finalmente, resaltar que la Unión de Festejos San Bonifacio Mártir y el Ayuntamiento de Petrer tienen ante sí un reto importante, ya que en 2013 se celebrarán 30 años de una tradición que ya ha hecho historia: la representación de La Rendición, convertida en parte esencial tanto de la Festa dels Capitans como de la propia fiesta de Moros y Cristianos de Petrer, pese a los avatares y circunstancias penosas que en ocasiones han marcado su evolución hasta nuestros días. Acto al que, por supuesto, están todos ustedes invitados, esperando que disfruten con su representación.

 

Texto: Juan Ramón García Azorín

LA ALCAZABA 47