CRITICA AL LIBRO DE JUSTO SOTELO «LAS MENTIRAS INEXACTAS» por Almudena Mestre
Una bella historia de amor y de pasión entre una profesora de Literatura Comparada y un antiguo alumno de la universidad que casualmente no reconoce después de tres años. Dos personajes principales, Nora Acosta y Sergio Barrios que se enamoran a pesar de sus diferencias en cuanto a ambientes, forma de ser y de pensar y sobre todo, por la edad que les separa entre ambos.
La novela se desarrolla en el interior de una de las librerías más antiguas de Madrid en plena plaza de Santa Ana, la más bohemia del centro de la gran capital donde hierve el bullicio y el desenfreno…el ambiente de aquel barrio es precisamente donde se desarrolla básicamente toda la acción Esta librería es el centro neurálgico de la acción donde convergen todos los amigos de Sergio Barrios en la que entran y salen continuamente un gran cúmulo de personajes que necesitan encontrar su hueco entre los demás para existir y respirar; hablan de la vida, la soledad, el tiempo y añoran de vez en cuando, el pasado. Recuerdan al padre de Sergio, fundador de la librería, lo dan por muerto en el Malecón de la Habana.
Una excelente descripción de los personajes principales y secundarios o adyacentes. La novela la forman todos los personajes ya que cada uno aporta algo al resto que le transfiere su carácter único e irrepetible. Están vivos y dan vida, una acción desmedida en la totalidad de la novela, actual y modernista en la que se mantiene el interés desde el principio debido a su excelente vocabulario rico y variado, descriptivo y coloquial; ambientes muy bien definidos, lugares perfectamente descritos en los que salta desde el principio la teoría de los mundos paralelos de Justo Sotelo. Esos mundos permiten traspasar por pasadizos interiores a través de las paredes, las personas y las épocas; así vivimos en varios mundos simultáneamente sin saberlo o sin tener consciencia de ello.
Novela de paralelismos entre el propio autor y algunos de sus personajes. Él mismo es uno de los personajes que aparece en seguida dando pinceladas de su «yo» en su primera conversación con ambos personajes principales pero quizás también incluya a lo largo de toda la novela sus propios rasgos en otros personajes, ya sea, de Nora como del propio librero Sergio Barrios. El autor traslada su profesión a la de Nora, profesora de literatura; con Sergio se asemeja en su trayectoria con respecto a las lecturas de estudios de economía siendo un profesor de economía en una universidad privada al igual que nuestro querido autor lo es en el ICADE y en el CUNEF aunque siendo profesor de literatura pero a la vez, destacando asimismo por ser un excelente catedrático en Política económica. Sergio es un personaje activo, inteligente, posee entusiasmo por la vida, optimista y vitalista igual que el propio autor. A veces da la impresión en ciertos tramos de la novela que es un calco del propio autor. Es obvio, que la literatura y su futuro es el meollo de la novela en donde el amor triunfa a pesar de la diferencia de edad.
Entre los entresijos del vocabulario que Justo elige aparece obvia y conscientemente palabras que aluden a la literatura, la universidad, la educación, la rebeldía de los jóvenes…Uno de los temas que deja caer al principio, «el tiempo» famoso para convertirse en inmortales todas las páginas de los libros al igual que los momentos pasados. El futuro del hombre está en la calle, son los niños que juegan durante la infancia en los que el tiempo se detiene para ser una mera diversión. El tiempo pasa y no nos damos cuenta hasta que prácticamente desaparece. El hombre es inmortal y por eso cree en la eternidad; cada momento vivido entra en ese espacio de eternidad si se ha vivido con fuerza y suficientemente.
¿Es capaz de encontrar una mujer por lo menos veinte años más el amor en un joven alumno después de tantos años en los que jamás se percató tal vez que él existía? No tan mayor, viuda y solitaria, se ve embaucada en un enamoramiento sensual a través de las palabras y los gestos, el cariño y el diálogo con un joven que pertenece a una generación diferente…¿Qué buscamos en el amor si es que lo encontramos? ¿Pasión, desenfreno, comunicación…? A veces la soledad lo invade todo y el hombre busca sin quererlo un parche a la monotonía de su vida, a su desidia y miedo..al igual que en la literatura, los motivos no debían ser originales pero sí atreverse a contarlos de esa forma.
En cierto modo queda patente la soledad de una mujer agredida muchas veces por su propio marido con mucha violencia, convertido en un repugnante maltratado después de ser un hombre completamente normal. Nora se considera un ser asexuado, sin reglas ni amantes a su edad, no está acostumbrada a que la digan ni la rocen ni la quieran; en su mente de vez en cuando se reunía un conjunto de mujeres como ella, maltratadas y heridas desde todos los puntos de vista. Cabe preguntarse si el género humano es capaz de convertirse en seres totalmente diferentes y hasta contrarios a los que inicialmente eran debido a problemas existentes en su ámbito familiar y laboral.
En cierto modo, el sexo para Nora aparece a los ojos de otros como una forma de prolongar la vida, una defensa contra la muerte. La felicidad existe al final, con ayuda de la existencia de los demás, del contacto con ellos.
Novela moderna y actual, del mismo siglo XXI, donde el internet forma parte del mundo y sin ella, la sociedad a veces es incapaz de vivir si se la excluye. El 11- S y los atentados terroristas no podían faltar, temas actuales que impactaron a nuestro país, formaron parte de nuestra historia y sobre todo, de una o varias generaciones que se les quedó grabado dejando una huella indeleble en el cerebro.
En la novela el arte japonés de Murakami es un punto básico a tener en cuenta sobre todo, por su defensora Nora la cual, por otro lado estaba admirada por Borges y Cortázar. Los mundos oscuros, los pasadizos de Murakami, quedan en el vacío, en los pozos de los jardines olvidados que se van transformando en otras cosas, el yo se funde con lo demás, con los otros. El jardín olvidado y abandonado de cada uno de nosotros lo tenemos anclado en alguna parte, en lo más profundo de nuestra mente y debemos rescatarlo.
¿Nora es una investigadora de la literatura o tal vez, lo sea Justo Sotelo? Nora Barrios está investigando sobre el futuro de la novela y en ese estudio llega a conclusiones tan diversas en las que el amor, la amistad y la soledad son palabras claves, motores que mueven al mundo y articulan la vida humana. La literatura se hace eco desde el principio; por los entresijos de la librería pasan las tres viudas de Alberti, Saramago y Borges así como diferentes personajes casi ficticios que dan vida al núcleo de la trama, al verdadero sentido de la literatura, del arte y de la palabra. Del mismo modo tendrán cabida las peculiaridades del escritor y economista, José Luis Sampedro, en donde deja entrever el origen de la novela y más aún el sentido de la literatura a su edad avanzada.
Los ambientes por los que se desarrolla la acción pasan por el Barrio de Las Letras, el Parque de El Retiro, El Ateneo de Madrid en la calle del Prado, siendo estos lugares puntos emblemáticos de la gran capital donde encontrar viejas glorias de la literatura por los que el interés de la literatura se hace eco.
La novela acerca a lo más profundo del corazón del hombre, a los valores y contravalores de la existencia; la literatura une e inserta al hombre en un mundo de ficción, proporcionándole al hombre el placer necesario para insertarla en su vida como fuente del conocimiento.
Es una novela para reflexionar en los tiempos actuales de crisis económica y pesimismo en los que la vida y la literatura se dan la mano a través de una multitud de espejos y de círculos convergentes donde el aire fresco entra por los poros de la piel del hombre y le permite elevarse a cierto nivel de superación y optimismo a través de la palabra y el lenguaje.
REVISTA LA ALCAZABA 54