Mezquita de Córdoba, Foto: www.artencordoba.com |
Oyendo a Mahoma |
Los principios compositivos que rigen el sistema ornamental islámico pueden reducirse, básicamente, al ritmo repetitivo y a la estilización. El ritmo es un elemento compositivo básico en las artes del Islám, incluidas la poesía y la música. En el arte, los motivos o diseños ornamentales se suceden en ritmos reiterativos hasta el infinito, como una metáfora de la eternidad que llena todo el espacio; se trata de fórmulas elaboradas por multiplicación y por subdivisión, por rotación y distribución simétrica. Domina una fascinación por la repetición, por la simetría y por la continua generación de motivos. El resultado es un efecto dinámico y a la vez inmutable, en el que cada motivo que forma parte de la ornamentación global conserva su identidad, aunque sin preeminencia sobre los demás. El detalle nunca predomina sobre el conjunto. Es la unidad en la multiplicidad y la multiplicidad en la unidad. Se consigue una completa armonía y tranquilidad, un arte de reposo donde las tensiones se disuelven.
Reales Alcázares de Sevilla |
El otro principio compositivo es el de la tendencia a la estilización o a la abstracción, es decir a la desnaturalización de las formas naturales. El arte islámico, a diferencia del occidental, no tiene como fórmula la imitación de la naturaleza. Todo lo contrario. El musulmán piensa que toda imitación fiel de la naturaleza, toda tentativa por crear una obra “con vida” es un acto de impiedad que enfrenta al hombre como rival de Dios, el único Creador. Por ello el arte musulmán prefiere lo no figurativo, lo geométrico o lo epigráfico; tiende a la estilización haciendo “descender un grado” toda la vida y tratando al hombre como una caricatura, al animal como una planta, a la planta como una geometría
Me gustaria mas informacion sobre el arte arabe y su inlluencia en los estilos modernos. gracias.