Me pide unas palabras la revista “La Alcazaba” para abrir y presentar las páginas que en este número dedica a Parrillas, el pueblo en que nací y me crié y del que desde hace unos años soy alcalde.

Mis paisanos saben que soy hombre de pocas palabras, pero en esta ocasión voy a estirarme lo que pueda, pues es un orgullo abrir una revista de tanta difusión y de tanto prestigio en Madrid y en Castilla-La Mancha.

Parrillas es un pueblo pequeño, con un censo de unos cuatrocientos habitantes, aunque tiene un caserío que puede acoger más dos mil.  Parrillas es un pueblo tranquilo, de atractivo y variado paisaje, pobre pero honrado y feliz, ideal para pasar unos días de campo y de vacaciones o vivir una larga y amistosa jubilación.

Pero, sobre todo, Parrillas es un pueblo donde  da gusto ser alcalde porque los parrillanos tenemos la buena costumbre de arreglar los problemas por las buenas y llevarnos bien.  Además, las asociaciones y grupos culturales y sociales de Parrillas colaboran todo lo que pueden, y desinteresadamente, para que las cosas funciones y no haya problemas. Me refiero a la Cooperativa San Isidro, el Club de Amigos, la Junta Parroquial, la Asociación de Mujeres “Virgen de la Luz”, la Asociación de Jubilados “San Sebastián”, el Grupo Folclórico “Pastores de Parrillas”… Gracias a todos ellos, los parrillanos somos conocidos  como gente acogedora y divertida.

Por todo ello, invito a los lectores de “La Alcazaba” a que vengan a visitarnos. Las fiestas de San Sebastián y la Matanza del Cerdo en enero, la Romería de la Fuente Santa del 1 de mayo y la Fiesta del Cristo del Olvido con su Semana Cultural a primeros de agosto y la parrillana Cena de la Carne del Toro en la Plaza, son las ocasiones en que el pueblo se llena de gente. Pero cualquier época del año es buena para venir a Parrillas, porque disfrutamos de un tiempo fenomenal, tal vez un poco seco y caluroso, pero eso lo arreglamos con la Piscina Municipal.

Parrillas es hoy por hoy un pueblo bastante modernizado. Buen número de los parrillanos que emigramos en los años cincuenta y sesenta hemos regresado y hemos arreglado nuestras casas. Otras muchas se han hecho nuevas en los últimos años. Las calles asfaltadas le dan un aspecto sano y cómodo. El agua, ya por fin potable, es uno de nuestros últimos logros.

En fin, espero que los lectores de “La Alcazaba” encuentren un hueco en sus días de descanso y vengan a visitarnos. Les esperamos  con los brazos abiertos.

Hasta pronto.

Julián Fernández
Alcalde de Parrillas