Nació en Lomas de Zamora, Buenos Aires, Argentina. Es Licenciada en Letras por la Universidad de Buenos Aires y Magíster en Estudios de las Mujeres y de Género por la Universidad de Bolonia, Italia y la Universidad de Oviedo, España. Actualmente, Doctoranda de la Universidad de Buenos Aires en el área de Literatura Latinoamericana, con especialidad en Estudios de Género.
Se define a sí misma como «una viajera incansable» y fue precisamente su vocación por las letras la que hizo posible su estancia en Europa entre 2009 y 2011 como becaria Erasmus Mundus. Cuenta en su haber con premios nacionales de poesía y varias menciones de honor. En 2008 publicó su primer libro de poesías Contigüidades: Un mundo.
A resguardo de la cordura
Con una tela negra
que la cubre entera
en su pose de Buda.
Ambas manos sostienen el trapo
por encima de la cabeza.
Así escondida vocifera
y anónima en su carpa de gritos,
dice más de lo que antes decía
cuando entre ella y su manto
todavía había algo de cordura.
Su rumor se cuela
en el oído del porteño,
que avanza entre oropeles de gente
con el paso mecánico del mediodía,
a comer en un puesto cercano
mientras el sol caldea el asfalto.
En la vereda, todos saltan
o le dan un rodeo
al bulto negro del centro,
donde aquella mujer
separa del mundo
su ignota figura.
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El golpe
Tiene el pecho de agujeros.
Afuera, vacío.
Adentro el corazón
que late la carne
y la mochila pesada
sobre espaldas dormidas.
Afuera,
no siente.
Un hombro se atrinchera
bajo el mentón inclinado,
en un solo gesto, lejano.
La mano cae a un costado
con los dedos en curva,
como si acaso el aire
fuera una pelota invisible
ahuecando la palma.
Adentro, la intención del gesto.
Afuera, la mano cerrada,
dedo con palma,
ya sin aire,
el puño… y el golpe.
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Camino y escribo
Hay un mundo ahí afuera
tan diferente del que llevo dentro.
Ataca con puñales de espanto
en un juego insano
de complicidad y silencio.
Pero mi voz no se aplaca.
Soy el grito que desanda la indiferencia.
Escribo por mí,
escribo por tantas y por tantos…
Escribo con la mano laboriosa
que intenta derribar obstáculos.
Escribo en lucha,
porque la injusticia fortalece mi mano
y empodera mi palabra.
Escribo en el camino
y mis huellas son las palabras
que el viento erosiona
pero no lleva.
Escribo como una mujer
que se quiebra y resiste.
revista 54
La escriba
Quise matar a la que escribe
pero ella renace,
todo el tiempo renace.
Vive agazapada en la sombra,
la presiento
como un latido
dentro mío,
crece.
La muerte
es un sueño gris,
ladrona indebida.
Si ella muere,
yo no vivo.