MEDICINA EN EL VIEJO EGIPTO, por Claudio Becerro de Bengoa, Doctor en ginecología

    

Hasta principios del siglo XIX los conocimientos del Antiguo Egipto procedían de los textos bíblicos o de Herodoto y sobre todo de la cronología de Maneton y hemos de esperar  a la campaña militar de Bonaparte, en Egipto, en 1798  en la que se  revela el verdadero rostro  de la civilización de los faraones, gracias al descubrimiento  de los monumentos enterrados en la arena, junto con verdaderas obras de arte,  entre ellas la famosa “Piedra de Rosetta”, en la región de Alejandría, consistente en una estela con una triple inscripción en caracteres jeroglíficos, demóticos y griegos, que  gracias al francés Jean-Francois Champollion que tras diez años de trabajo consiguió descifrar los caracteres egipcios, dándoles una interpretación fonética e ideográfica.
Amuleto ankh

  

Las bases de la “Cultura Nilota”, van a ser en realidad:
           La escritura jeroglífica,
           La organización socio política.
           Las grandes obras monumentales de utilidad pública.
           Los cultos básicos de su panteón religioso.
 La asistencia médica estaba repartida en tres grupos de profesionales, cada uno representaba una acción curativa,   las enfermedades  por un lado, los castigos de los dioses por otro y la venganza de los difuntos. Ante esta variedad  intervenían el Médico que era laico, el Sacerdote de SEKHMET o el Mago.
Diosa Sekhmet
   SEKHMET, era la diosa leona, responsable de epidemias y plagas y sus sacerdotes tenían el don de la sanación.
     Curiosamente, no existían los hospitales y las visitas médicas se hacían a domicilio, ya que podían curarlo todo, incluso los males del amor, ya que abarcaban casi todas las especialidades, llegando a la trepanación, al tratamiento de fracturas y luxaciones, y a prótesis dentarias, fijadas con hilos de oro. También usaban cánulas para alimentación artificial y termocauterio para las hemorragias y no despreciaba la sugestión ni las plantas psicoactivas, como la mandrágora, el beleño, la adormidera y como vehículo la cerveza o el  vino
    En época de grandes epidemias imploraban a los dioses, con la intervención de los sacerdotes de SEKHMET con sus plegarias, procesiones y exorcismos.
    Ya en el Imperio Antiguo, se especializaban, Hesy-Ra, fue el 1º médico cuyo nombre se conoce, vivió a primeros del tercer milenio a.C. y estaba consagrado a las enfermedades de los ojos.   
Los textos médicos estaban escritos, sobre rollos de papiro en escritura hierática. Los más importantes, son el papiro de Edwin Smith que trata sobre cirugía, el papiro de Kahun que trata sobre las enfermedades de las mujeres  y el de Ebers (s. XVII a C.) rollo de papiro, con sus más de veinte metros de longitud, que viene a ser como una enciclopedia médica, en donde aprendían los estudiantes todos los conocimientos existentes, recetas, sortilegios, hechizos Y AMULETOS COMO EL ANKH o “SIMBOLO DE VIDA.”
   

Papiro Ebers

Curiosamente tenían escasos conocimientos anatómicos, ya que el embalsamiento no les influyó, puesto que no lo realizaban  ellos, sino  religiosos. Para explicar las enfermedades, concedían gran importancia al movimiento de los líquidos orgánicos, a través de vasos que suponían partían del corazón. Las alteraciones de su flujo, era la causa de la fiebre y de los trastornos del pulso, quizás influenciados por el flujo de las aguas del Nilo, del que dependía la vida entera de Egipto.

  Los estados de salud y de enfermedad están vinculados a los dioses, bajo la  hegemonía de RA, el dios solar por excelencia, creador de los dioses y de los hombres, representado con  cuerpo humano y cabeza de halcón junto con el disco solar del que emergía un áspid, pero paulatinamente fue absorbido por OSIRIS que se convirtió en  la principal deidad de Egipto. Presidente del tribunal de ultratumba y por ello “dios de los  muertos”, personificado en el Sol y en el Nilo y preside la fecundidad de la tierra. En realidad la deidad protectora de los médicos era HORUS, el dios halcón, que a su vez era el dios de los monarcas de  Alto y Bajo Egipto, era hijo de ISIS, la diosa principal del panteón  y de OSIRIS. Los tres representan  la imagen ideal de la familia.
 No obstante el médico de todos los dioses era THOTH, el dios oficial y supremo del Imperio Nuevo, fue llamado “El Oculto”, procedente de Tebas, y al que se le unió MIN, antigua divinidad de la ciudad de Coptos que fue  adoptado como “dios de la fertilidad”, con sus celebres MAMMISI o “Casa de Nacimiento Divino”
    Entre las múltiples divinidades, tenemos: El BUEY APIS, considerado como la encarnación del poder divino de la procreación  y por ello, símbolo de la fecundación, adorado en Menfis.
    KHNUM, el dios carnero y alfarero que elaboró el huevo que dio vida al mundo, custodio de la cueva de Elefantina y “dios de la fertilidad”.
    NUT era la diosa del cielo. Todas las noches NUT tragaba al sol y lo paria al amanecer. Era la madre de OSIRIS y se la consideraba como la “Diosa Madre”. También llamada NUIT.
Hesy-Ra
    SOBEK, el “dios cocodrilo”, relacionado con las aguas y la creación del mundo y por eso tenido  deidad procreadora y agente de la fecundidad; se le rendía culto en El Fayum.  
      TAOERIS o THUERIS, era una “diosa hipopótamo”, muy popular en el Imperio Nuevo, que  protegía a los niños, a las madres y les facilitaba los partos.
       Los egipcios creían que la separación del alma del cuerpo, que provocaba la muerte, pero solo transitoria y que el alma  al cabo de un corto tiempo, regresaba al cuerpo. De ahí la necesidad de encontrar formulas para conservar los cuerpos para poder conseguir vida en el reino de los muertos, lo cual justifica la momificación, el arreglo de la tumba y el servicio de las ofrendas, de ahí que el embalsamiento fuera una causa religiosa poderosísima en el Antiguo Egipto. Al principio estaba reservada, la vida de ultratumba a una exigua minoría, el monarca, sus familias y cierto número de poderosos, hasta que la idea de la mortalidad fue calando.     
Edfu

A menudo el médico (SNWN) estaba escolarizado en la “Casa de la Vida” y podían ser mujer. Algunos prominentes se adornaban con pomposas titulaciones como por ejemplo.” Médico Principal del Señor de las Dos Tierras” o “Médico de la Casa de la Esposa Real”.

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