Haruki Murakami, está entre los grandes literatos de nuestra actualidad. Hijo de un sacerdote budista, nació en 1949. Estudió en la Universidad de Waseda (Soudai). En ella estudió Literatura y arte griego Esta universidad destaca entre otras cosas por ser campo de entrenamiento de los políticos japoneses, por su programa de literatura y por tener una colección única sobreviviente de los bombardeos en Tokio, a diferencia de otras universidades. De ahí que su colección sea una fuente importante en el estudio de la historia y literatura japonesas anteriores a la guerra.
Haruki, se casó con Yoko, con la que regentó en Kokubunji (Tokio) un bar de jazz Peter Cat (‘El Gato Pedro’).
En 1986 La buena acogida que tuvo la novela que escribió, Tokio Blues, Norwegian Wood entre la juventud japonesa convirtió a Murakami en una especie de ídolo de masas en Japón. El desarrollo de esta novela se sita en Tokio a finales de los años sesenta, momento histórico en que los estudiantes japoneses, como muchos estudiantes en otros países, estaban involucrados en protestas contra el orden establecido. Estas protestas son el telón de fondo en el que la novela se desarrolla, y el autor (a través de los ojos de Toru y Midori), describe este movimiento estudiantil en general como pusilánime e hipócrita.
Después de este éxito, se marchó a Estados Unidos y Europa donde escribió Al sur de la frontera, al oeste del sol (Kokkyō no minami, taiyō no nishi ). Este libro es una historia de dos mundos a cual de ellos más fantástico, se podría decir que se trata de una lectura algo kafkiana creada por Murakami. Durante este viaje, también escribió Crónica del pájaro que da cuerda al mundo (Nejimaki-dori kuronikuru). Este libro, nos sumerge dentro del subrrealismo japonés
donde los sueños se convierten en realidad, es como viajar a una Itaca donde se va mezclando la poesía hasta llegar a un éxtasis final. En el 1995 tras el terremoto de Kobe, ciudad donde pasó su infancia, y el ataque de gas sarín que la secta Aum Shinrikyo (‘La Verdad Suprema’) perpetró en el metro de Tokio. Murakami regresó a Japón donde escribiría relatos sobre ambos sucesos.
En una entrevista de Juana Libedinsky para LA NACIÓN – dice :
«Escribo cosas raras, muy raras -reconoce respecto a sus historias, que mezclan realidad y fantasía, y que los críticos Occidentales han calificado de posmodernas-. Pero soy una persona muy realista. No creo en nada New Age : el horóscopo, el tarot, los sueños. Solo hago ejercicio físico, como sano, escucho música y trabajo. Sin embargo, cuanto más serio me vuelvo en la vida real, más extrañas son las cosas que escribo. Por eso uno de mis escritores favoritos es Manuel Puig, con esa imaginación tan libre. Encuentro un punto en común muy fuerte entre su literatura y la mía. Tengo pánico a convertirme en una celebridad y tomo todas las medidas necesarias para que eso no ocurra. Nunca aparezco en la televisión, no voy a las fiestas -odio las fiestas-, no doy charlas, no tengo amigos famosos, no tengo amigos escritores, no aparezco en librerías para firmar mis libros, no uso Armani sino shorts y zapatillas siempre, y no dejo que me saquen fotos ni suelo dar entrevistas. Como sé que las posibilidades de que tome elsubte en Buenos Aires son bastante escasas, no me importa volverme conocido allí. Pero lo que no quiero es que la gente me reconozca en el colectivo en Tokio o no poder ir a las tiendas de discos viejos en Estados Unidos»,
Escritor de novelas como Kafka en la orilla, donde nos llega un relato con una poética llena de ironía, repleta de largos ratos de lectura sobre la pasión de Murakami, la música y la literatura. O como en Afer Dark (Afutā Dāku), donde narra una historia como si fuese el director de un largometraje.
O en su novela 1Q84, que en japonés, la letra q y el número 9 son homófonos, los dos se pronuncian kyu, de manera que 1Q84 es, sin serlo, 1984, una fecha de ecos orwellianos. Esa variación en la grafía refleja la sutil alteración del mundo en que habitan los personajes de esta novela, que es, también sin serlo, el Japón de 1984.
En todas sus novelas, Murakami, introduce el sexo como parte del entendimiento del ser en su constante aprendizaje, abandonado todo el mundo exterior y entregándose en su totalidad a las profundidades de la mente.
Con Haruki Murakami podremos disfrutar de una buena literatura, siempre con estilo inconfundible de quien está tras las sílabas que forman las palabras, que forman las hojas de unos buenos libros.
Breve e interesante reseña de un autor excepcional.
Haruki Murakami debería ser modelo para muchos en su afan de superación tanto en la escritura como en el deporte.