ISLA DE TABARCA, LA PERLA DEL LEVANTE ESPAÑOL, por Luis Manuel Moll

ISLA DE TABARCA O ISLA PLANA

Cuando el barco nos va acercando a ella y  vamos observando cómo desde el horizonte se va haciendo más y más grande, descubrimos poco a poco que Tabarca es un remanso de tranquilidad en medio del mar Mediterráneo. Es la isla más grande de la Comunidad Valenciana.

La descubrieron los griegos y la denominaron «Planesia»; el geógrafo e historiador griego Estrabón, la describió como una isla peligrosa por la abundancia de escollos, hecho que podría confirmarse por los diversos naufragios de naves romanas que se han hallado en las cercanías de la isla. Otro argumento a favor de esta hipótesis es que el geógrafo ceutí Alldrisi menciona la isla como بلناسية (Blanāsīa), clara derivación del nombre griego.

Los romanos la llamaron «Planaria», de estos romanos apaenas existen restos de su vida en esta isla salvo una necrópolis y algunos pecios repletos de ánforas.

Las primeras noticias sobre la necesidad de establecer alguna fortificación datan del siglo XIII. En 1337 se autorizó la construcción de una torre, pero se desconoce si llegó a realizarse. Comoquiera que fuera, en 1427 se propuso organizar un buen sistema defensivo para impedir que fuera ocupada por los corsarios berberiscos venidos de Árgel, que la usaban como base de sus acciones contra el Campo de Alicante y el  Bajo Vinalopó. Durante esta época se la conocía popularmente como Isla de San Pablo, ya que según la tradición éste fue el lugar donde desembarcó el apostol. Fue conocida también como Isla Plana,  aunque los cronistas persisten en las denominaciones Alones IÍnsula  y Islote de Santa Pola. En época del rey Felipe III, se consideró la idea de construir una fortificación de grandes dimensiones, pero esta se desechó por los gastos que entrañaría su mantenimiento. Pese a todo, en 1760 comenzaron a construirse las primeras edificaciones de la isla, de la mano del conde de Aranda.

 

LA PUERTA DEL MUELLE, EL CASTILLO Y EL FARO

Antes del año 1700, era conocida como la Illa de San Pau, (Isla de San Pablo) refugio de piratas berberiscos que azotaban las costas  alicantinas. Fue posteriormente, durante el reinado de Carlos III, – y siguiendo órdenes suyas- cuando la ocuparon unas 69 familias de origen ligure , procedentes de la pequeña isla tunecina Tabarka, . Este monarca ilustrado mandó construir, bajo las órdenes del Ingeniero Industrial Ferrán Méndez, la  murallas, el castillo, baluartes defensivos, almacenes y casas; es decir, toda una ciudad, dentro de una pequeña isla, dimensionada por una extensión de unos 1.800 metros de largo, y 400 metros de ancho.

Se construyó el fuerte, y se edificó un poblado con categoría de ciudad que tomó el nombre de Nueva Tabarca. En total, fueron 296 los tabarquinos instalados en la isla, de los cuales 31 habían nacido en  Italia, 137 en Tabarka, 70 durante el cautiverio en Túnez y 58 durante el cautiverio en Argel. Todo este episodio aparece recogido en el mismo libro de bautizos de la Parroquia de la siguiente manera:

«Ciertamente consta que entre las muchas islas que pueblan el Mediterráneo, hay una muy pequeña llamada Tabarca, distante de tierra firme de África poco más de un tiro de piedra. Era ésta protegida y gobernada por la insigne República de Génova y habitada de inmemorial tiempo de cristianos. Fue tomada esta isla por el rey de Túnez en año mil setecientos cuarenta y uno, quedando todos cautivos bajo este rey bárbaro. Quince años y meses estuvieron estos miserables tabarquinos llorando en Túnez su cautiverio. Hasta que moviéndose guerra entre Túnez y Argel, sin dejar de ser cautivos, pasaron a serlo del argelino, de Túnez pasaron a Argel, en cuyo tránsito parieron muchas mujeres en el camino, con la mayor penalidad y trabajo. Estuvieron estos desgraciados tabarquinos bajo el yugo del argelino doce años y meses. Pero, sin embargo de haber pasado la mayor parte del pueblo a Argel, quedaron algunas familias tabarquinas en la ciudad de Túnez, por cuyas cenizas eran varias las romerías que hizo el reverendo padre fray Juan Bautista Riverola, agustino, cura del pueblo, desde Argel a Túnez y de Túnez a Argel, para visitar, asistir y consolar a su amado pueblo; y cuando más se imposibilitaba su rescate y menos pensaba en su redención, nuestro católico monarca, de eterna memoria, don Carlos III, el año de mil setecientos sesenta y nueve, los redimió con suma liberalidad y magnificencia, día de la Concepción Purísima de María Santísima, se efectuó el precio de su redención, fueron conducidos a la ciudad de Alicante, trescientos noventa y cuatro con el expresado cura. Luego que estuvieron en Alicante, se pensó en buscar un lugar proporcionado, para hacer decentes habitaciones para estas redimidas familias, y el primer ministro gobernador y presidente del Consejo, el Excmo. Conde de Aranda, influyó en el monarca, para que la isla Plana de San Pablo fuera lugar elegido para su morada y descanso.»

Libro primero de Bautismos de la parroquia de Nueva Tabarca.

 

Tabarca. Plano del Archivo Histórico Nacional
Plano antiguo de Tabarca. Archivo Histórico Nacional

Entre el 24 y el 25 de marzo de 1779, viajó a la isla una comisión encargada de recopilar un elenco de los residentes, correspondiente con la real situación residencial y laboral de cada uno, cuyo informe sugirió una clara situación de declive: la tierra apenas se trabajaba debido a la poca calidad del terreno, las embarcaciones estaban en desuso y faltas de mantenimiento, la mayoría de los colonos vivía rozando la miseria, la fortaleza ya estaba comenzando a desmoronarse, faltaba agua, etc. Por tanto, fue necesario un plan específico para activar a la población residente, que se tradujo en la llegada de José Rouge como Comandante Interino de la Plaza.

Sin embargo, la nueva situación geopolítica de finales del siglo XVIII y principios del XIX obligó a un cambio en los objetivos de España en el mar Mediterráneo, lo que redujo drásticamente la importancia militar de la isla y, por ende, el número de la guarnición. Además, en 1835, con la implantación del sistema constitucional se retiraron todos los privilegios y exenciones de que disfrutaban los tabarquinos.

MURALLAS Y LA IGLESIA DE SAN PEDRO Y SAN PABLO
PUERTA DE ACCESO AL MUELLE

Sus sencillas calles encaladas nos hacen olvidar el bullicio de las ciudades, dándonos la sensación de que estamos en otro tiempo.

El conjunto del archipiélago de Tabarca reúne una serie de condiciones que le hacen merecedor de un especial interés. Por un lado sus características geológicas, biológicas y ecológicas, su aislamiento y su estado de conservación, que propician la existencia de ecosistemas terrestres y marinos muy interesantes; y el otro, su condición de conjunto urbano fortificado, uno de los escasos ejemplos actuales de arquitectura militar en el litoral español con la existencia de abundantes yacimientos arqueológicos. En base a estas condiciones la isla fue declarada conjunto histórico-artístico con fecha 27 de Agosto de 1.964.

Los materiales para la construcción de la ciudad fortificada fueron extraídos del islote denominado por ello La Cantera, que está situado en el lado oeste de la isla.

La superficie urbana queda delimitada por unas murallas cuyo trazado se ajusta en su mayor parte a la línea de la costa. Tres puertas dan entrada al pueblo: una, situada al norte de la isla la denominada de tierra, de Alicante o de San Miguel; y otras dos, denominada de Levante o de San Rafael la que está situada al este de la isla, y de la Trencada o de San Gabriel la que se encuentra al oeste, siendo ambas puertas de estilo dórico con pilastras.

MURALLAS

La ciudad es de trama ortogonal. Dos ejes principales estructuran la planta urbana. El más largo con orientación este-oeste une la puerta de San Rafael y la de San Gabriel . Este eje pasa, así mismo, por tres plazas de diferentes superficies; dos están situadas junto a las puertas mencionadas y la tercera la más grande, denominada la Carolina, más centrada y de planta cuadrada . El eje transversal, de orientación norte-sur enlaza la Casa del Gobernador y la iglesia dedicada a San Pedro y San Pablo , confluye con el eje longitudinal en la plaza grande

Su oferta gastronómica es amplia e impera el pescado fresco de la zona, siendo la perla gastronómica el «Caldero de pescado»,y siempre sin menospreciar la paella

 

Fuente Wikipedia 
MURALLAS Y AL FONDO LA COSTA DE SANTA POLA
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