“Rafael Talavera en esa búsqueda constante del alma…”
“Escribir un poema –nos dice Talavera– es despertarse en una habitación a oscuras y moverse palpando alrededor a fin de imaginar la forma del continente tratando al mismo tiempo de explicar a uno su contenido”
Elegir el tiempo, buscar la belleza del entorno, bailar al son de unas palabras que no tienen fundamento hasta que no les llega su mensaje. Tal vez, la filosofía como madre de todas las ciencias te puede inducir al Universo eterno, al mismo que un poeta en tiempo de suerte, puede y quiere elegir para utilizar su sincronismo.
El asombro ante un mundo oscuro y opaco, buscando lo útil del verso largo para llegar a reflexionar y soñar sobre las dualidades del mundo: tiempo/eternidad; cuerpo/alma; materia/espíritu y música y silencio. Todo en todo. Así lo concibe Rafael Talavera en su “Pallaksch o la búsqueda del alma”, su nuevo poemario presentado hace unos días en Cuenca.
Me gusta su poesía, me encandila cuando habla del mundo y ofrece su visión de la existencialidad como meta de sentimiento. Cree en la gente a la que homenajea con su pluma en ese ángulo de sobria complacencia. Un maestro del verso. Un hombre de bien. Culto y reflexivo.
Esta iluminada palabra suya que rasga el silencio, ese mismo que nos oculta el tiempo, palabra cargada de inaccesibilidad, representando la creencia en el misterio del lenguaje. Ese mismo lenguaje que este iniestense poeta, hombre fiel a sus ideales de un mundo mejor ante una carga materialista que asusta, nos provoca respeto y admiración.
Aquel poeta que en el 1971 llegase a alcanzar un Accesit en el Adonaís de Poesía, que luego alcanzara premios hasta llegar al Barcarola de Poesía en el año 2012, con su obra “Miraba las cenizas” debe tener ese espacio que una historia de la palabra pretende.
En el 2008 su “Gran Angular” sorprende por su impaciencia y su frescura. Multitud de poemas hilan al viento su frenética creatividad.
En “Línea”:
La oscuridad con su cuchillo, monda el mundo
Corta la piel de luz, lo suelta en mullida tiniebla
Allá va.
En “Hotel de lujo”:
Rubio oropel en el hotel de lujo, comadres de platino,
Vía crucis anestésico sobre el amor incruento, celulitis agazapadas
Bajo las sombras cenitales de las pamelas, hojas de las palmeras
Abanicando, lánguidas, la suave calima en llamas.
GRISEL PARERA:
Rafael Talavera: en búsqueda constante del verso.
Tu verso,
de textura indefinible,
se alza como atalaya,
para contemplar
el celeste inmarcesible,
que gira.
En los labios del poeta,
las luces y sombras son profecía:
se tienden como hilos
en el laberinto
del viaje innominado,
donde todo es principio
una y otra vez.
Y la atávica soledad,
en su abismo elíptico,
puede entender
la justicia abstracta
en tu poesía.
La alcazaba 59