En una escena memorable de la película El cartero y Pablo Neruda el humilde postino le dice al Nobel: «La poesía no es de quien la hace, sino de quien la necesita». Esta parece ser la premisa de un nuevo concepto de literatura que se abre paso con fuerza en el siglo XXI. La literatura personalizada, a medida, de ocasión.
El regalo es la ocasión más popular. En nuestra sociedad no es ya fácil saber qué regalar, y se busca con afán algo impacte por su originalidad y buen gusto. Lo personalizado tiene un gran cartel en un momento, el del regalo, en que el individuo lo es todo. Y la venta y publicidad on-line ha disparado el número de páginas web que ofrecen regalos personalizados, únicos e irrepetibles. Algunos ofrecen camisetas o platos con fotos o frases. Otros, más elaborados, ofrecen biografías periodísticas por encargo, o revistas con un reportaje fotográfico sobre la persona homenajeada. Junto a estos productos más o menos convencionales, se observa también una ebullición de la literatura personalizada: la poesía a medida, la novela de la vida, el cuento en que el propio niño es protagonista.
«La musa es tuya» es el lema de la empresa pionera en España en el ámbito de la literatura por encargo, Origenial. «Nuestra literatura se centra sobre el tú, no sobre el yo. El contenido de la poesía o de la novela es lo que nos da el propio cliente» dice Micol de Vincenti, directora de Origenial. Y continúa diciendo:
Nos pide lo que necesita, por ejemplo un discurso para una boda, una poesía de amor, un agradecimiento de cumpleaños para una madre anciana, o un cuento para su hijo. Nos dice la situación y los datos que quiere que se mencionen. Nosotros lo encargamos a nuestros escritores, y ellos le dan la forma literaria que el propio cliente ha elegido: poesía, relato corto, novela, cuento… Es un regalo que emociona y perdura en el tiempo.
Una mirada a la web de Origenial (www.regalorigenial.com) nos muestra un amplio repertorio de ofertas: haiku, silva, soneto, romance, son las estrofas más populares que componen sus poetas. Sus prosistas ofrecen «la novela de tu vida» o versiones más breves, el relato o el cuento para niños. Los poemas se escriben en pergamino y se presentan con sello lacrado, o en estampados varios, los libros son cuidadosamente encuadernados. Tiene gracia ver las estrofas más clásicas en un formato 2.0. La felicitación de Navidad colgada en su blog combinaba tradición y modernidad, ensayando con la estrofa de origen japonés:
Seguid la estrella:
la noche fría alumbra
la vida nueva.
En cambio, el soneto se anuncia con un acróstico, que se puede leer en vertical con la primera letra de cada verso, un tipo de personalización de lo más clásico:
Si quieres acertar en tu presente
o incluso hacer futuro del pasado
no te engañes ni busques a otro lado:
el regalo mejor está en tu mente
Toma la idea que tienes ya inconsciente
oscura aún en su prosaico estado.
Redímela con verso que un alado
impulso hacia la luz del aire aliente.
Genio hay en tus proyectos, y en soneto
encontrarán la forma de contarse,
nacidos a lo eterno en un instante.
Invita a tus ideas a formarse
atento de la métrica al respeto.
La Musa es tuya, que para ti cante.
¿La musa es tuya? Lo cierto es que la buena literatura, como la pintura o la música, ha sido así siempre, a lo largo de la historia, de ocasión. Virgilio compuso la Eneida para cumplir el encargo de su protector Augusto; Jorge Manrique compuso las Coplas en duelo por la muerte de su padre; el Cantar de los Cantares se originó como un cántico nupcial… La literatura «de autor», independiente de la ocasión, que no canta para nadie en particular salvo el propio autor, es una innovaci os. ón del siglo XX. Un modelo que ahora está en crisis, como muestra la reciente polémica sobre la ley «antidescargas». Lo cierto es que esta literatura a medida es totalmente inmune al pirateo o el plagio, porque al destinarse a una sola persona, para una ocasión única, queda vacunada frente a la copia. A su vez, la poesía formular, típica del romance medieval, vuelve a revalorizarse, como fuente inagotable de nuevas combinaciones adaptadas a la situación concreta. Quedan atrás las citas anticuarias y pedantes, vuelve la tradición secular. Quizá estamos asistiendo a una renovación de la literatura, que adapta los modelos antiguos a los medios más modernos.