La Garrotxa es una zona prepirenáica situada entre el alto Ampurdán y el Ripollés dentro de la provincia catalana de Girona. Hay más de cuarenta volcanes dormidos que hacen compañía a insólitos hayedos, castillos, pueblos amurallados, templos románicos y coladas de lava, que hacen de todo este entorno un paisaje único en la geografía española.
Ahí está dormitando la cumbre del Croscat, el mayor volcán de la península ibérica, con unos 160 metros de altitud. Es el volcán más joven con dos erupciones, una hace unos 11.000 años y la otra unos 17.000 años.
Cerca de él está el volcán de Santa Margarida, en su interior hay una pequeña ermita románica, un lugar donde la historia el arte y la piedra volcánica se unen para formar un paisaje único.
En la llamada “Fageda d’en Jordá” se inicia un hayedo de categoría excepcional por su belleza. Una joya que debemos su existencia gracias a la elevada pluviometría de la zona y a una buena porosidad de la tierra. El hayedo está constantemente tapizado por hojas, que en forman de manto tapan la superficie por todos los lugares y rincones de este bosque submediterraneo.
El caminante, que entra en este lugar,
Comienza a caminar poco a poco;
Compta sus pasos en la gran quietud.
Con estos versos, el poeta Joan Maragall define la tranquilidad del parque. Aquí, el mundo se para como si el reloj de la iglesia dejase de mover sus manillas e invitase a escapar al tiempo. Este es un destino donde la calma se convierte en arte.
La arquitectura del lugar, se une al paisaje, tanto por el uso de materiales volcánicos arrancados de su entorno como por la forma de implantación al territorio. Aquí encontramos masías tradicionales como las “pallisses” .
El visitante de esta comarca, se encontrará con un gran patrimonio monumental y culturalimpresionante, como la ciudad de Besalú que se quedó anclada en la Edad Media. Olot, declarado zona de interés artesanal por el Centro Catalán de Artesanía.Es la capital y centro real de la comarca, cumpliendo funciones administrativas, culturales e industriales de toda la zona; Castellfollit de la Roca, pueblo que sorprende al visitante tanto por su espectacular pared basáltica como por la disposición de su barrio antiguo. Pueblos sin duda cargados en sus paredes y muros por los años de la historia.