
El hombre prehistórico vivía integrado en la naturaleza. Su vida, su subsistencia, dependía de la lectura que hiciera de lo que le rodeaba. Árboles, ríos, montañas y peñas eran vistos de forma diferente a como ahora los ve el hombre contemporáneo.
La espiritualidad de estos hombres quedaba impregnada de esta relación tan especial que tenían con su medio. Las rocas, como parte imperecedera de su entorno, tenían un protagonismo especial. De ahí la construcción de monumentos levantados con pesados megalitos para honrar a sus muertos y practicar sus cultos. Son los dólmenes, cromlechs y menhires.
Los dólmenes son los mas antiguos, y extienden su cronología desde finales del Neolítico hasta la Edad del Bronce. Son tumbas colectivas levantadas con varios ortostatos formando una cámara donde se depositaban los cadáveres con su ajuar. El conjunto era cubierto luego con un túmulo de tierra, si bien en los dolmenes que hoy podemos contemplar lo habitual es que queden las piedras y no el túmulo.
Los cromlechs son círculos de piedra en cuyo centro eran depositadas las cenizas de los difuntos. Son de la Edad del Hierro, en el primer milenio anterior a nuestra Era.
Los menhires son grandes piedras de varios metros de largo que eran clavadas en el suelo con una función todavía no resuelta. Podían ser lugares de culto y celebración, señales de posesión de pastos o límites de territorio de influencia.
Navarra es un lugar privilegiado para quien quiera conocer esta manifestación cultural prehistórica. Sus montañas son un muestrario excepcional con sus mas de 600 megalitos catalogados. Y si queremos acercarnos a la comprensión de lo que movía a estas gentes a esforzarse en trasladar toneladas de piedra para hacer sus monumentos nada mejor que acercarnos a esos parajes donde están enclavados.
En este artículo vamos a conocer seis de las estaciones megalíticas mas importantes de la Comunidad Foral. El objetivo de quien esto escribe es facilitar a quien quiera visitarlas su acercamiento a ellas. Se acompaña un mapa para facilitar la localización.

AZPEGI

Se encuentra cerca de la Fábrica de Armas de Orbaitzeta, en el Valle de Aezkoa. Junto a la Iglesia sale la pista asfaltada que en dos kilómetros lleva a un refugio de montaña donde un panel informativo detalla el recorrido. Aquí podremos ver varios dólmenes y un excelente conjunto de cromlechs . Si seguimos la pista encontramos mas cromlechs y otro dolmen sobre el que está uno de los mojones que marcan la frontera con Francia.
SOROGAIN
En el valle de Erro, entre Biskarret y Mezkiritz, una estrecha pista asfaltada lleva al valle de Sorogain. En el hay un albergue que es el punto de partida de una ruta arqueológica señalizada con paneles informativos que va a llevarnos a conocer varios dólmenes y un magnífico cromlech.

ADI
En la ladera norte del monte Adi podemos ver un menhir de mas de tres metros de longitud y un excelente conjunto de cromlechs. El punto de partida es el mismo que para la estación de Sorogain. Para llegar a los monumentos megalíticos hay que seguir el sendero de gran recorrido GR-11 desde Sorogain en dirección al puerto de Urkiaga. En los prados de la parte mas alta de este tramo del sendero transpirenaico se encuentra la estación megalítica.

OKORO
La sierra de Okoro es rica en megalitos. Los mejor conservados están en las laderas de
del Argintzo. Para acceder a esta estación prehistórica hay que seguir el GR-11 desde el collado de Urkiaga en dirección a Elizondo. El Argintzo es una cima pétrea de la que los pobladores prehistóricos de esta zona obtenían los megalitos con los que construían sus monumentos sagrados. Son abundantes alrededor de esta altura que debió tener alguna significación especial para ellos que hoy se nos escapa. En el collado que separa Iparraldeko de Argintzo encontramos un hermoso cromlech y muy cercano, un espectacular menhir de mas de cuatro metros de longitud. Hay que imaginarse la poderosa estampa que crearía en el collado esta enorme piedra de varias toneladas de peso que ahora se encuentra caída.Los dólmenes, menhires y cromlech que ellos levantaron, tenían su réplica natural en esta montaña de piedras que es el Argintzo. También en la vertiente Este de este monte encontramos megalitos. Otro menhir tumbado y varios cromlechs completan la colección de monumentos que adornan este hermoso y mágico lugar en la prehistoria.

BELAGUA
El valle de Belagua está en el extremo nororiental de Navarra. Es donde empieza el alto Pirineo con picos que superan los 2.000 metros. Este valle glaciar también fue poblado por los pastores prehistóricos pirenaicos, y aquí encontramos el dolmen mejor conservado de la montaña Navarra: el dólmen de Arrako. El dolmen de Arrako conserva perfectamente su estructura. Siete ortostatos conforman la cámara y una enorme losa forma el techo de la misma. Además conserva buena parte del túmulo de tierra que lo cubría. Toneladas de piedra dispuestas en equilibrio para honrar a los muertos. Alrededor del monumento prehistórico se conserva el cromlech que lo rodea. Cerca del dolmen se eleva una ermita. Ermita y dolmen hacen pensar que este lugar siempre ha sido especial para los pobladores del valle desde la prehistoria hasta el presente.Hay postes señalizadores desde la carretera que comunica el pueblo de Isaba con Belagua que llevan sin pérdida al monumento prehistórico.

ARTAJONA
Los dólmenes de Portillo de Eneriz y La Mina de Artajona son los más completos y espectaculares dentro del megalitismo navarro debido a sus dimensiones y su estado de conservación. Además, su estructura es más compleja que la de los dólmenes que abundan en el norte de la Comunidad. Frente a las pequeñas cámaras mortuorias formadas con tres o cuatro grandes lajas de piedra, en los dólmenes de Artajona nos encontramos con sepulcros levantados con mas de una docena de pesados ortostatos y con un corredor que antecede a la cámara, con una puerta de piedra perforada que separa los dos espacios.
Nos encontramos en una órbita cultural diferente a la cultura pastoril del Pirineo Occidental. Los hombres que levantaron estos sepulcros pertenecían a las primeras comunidades humanas agrarias del Alto Ebro. El sedentarismo y el control de la tierra para los cultivos creó excedentes y riqueza, que a su vez derivó en sociedades más jerarquizadas que podían coordinar esfuerzos para la construcción de monumentos más complejos. Estamos en el tercer milenio y principios del segundo milenio a. C. Es el final de Neolítico y el principio del dominio de los metales.Los sepulcros megalíticos Portillo de Eneriz y La Mina de Artajona fueron descubiertos a mediados del siglo XX por vecinos de la localidad. Su excavación corrió a cargo de Fernández Medrano en 1961 y 1962 y fueron dados a conocer por López Sellés y Maluquer de Motes.
Su acceso está indicado a la salida de Artajona. Se encuentran a cinco kilómetros de la localidad. No hay pérdida posible, pues en cada cruce hay indicación para llegar a los dólmenes. Buena parte del camino se realiza por una pista de tierra en buen estado que finaliza en una explanada donde se puede dejar el coche. Hay aquí un panel que nos informa de algunos detalles de este conjunto patrimonial y del sendero a seguir para visitar los dólmenes.Los dos dólmenes tienen estructura similar, con puerta perforada y orientación Norte – Sur. En el dolmen de la Mina se recogieron la mayoría de los materiales arqueológicos que aparecieron durante las excavaciones. Se exhumaron herramientas (punzones de cobre), armas (puntas de flecha y cuchillos de sílex), elementos de adorno personal (cuentas de collar en piedra y botones) y vasos y cuencos de cerámica seguramente destinados a contener ofrendas para la vida de ultratumba.

Esta seis estaciones arqueológicas no agotan ni mucho menos la riqueza megalítica de Navarra, pero si que permiten conocer los diferentes tipos de monumentos prehistóricos y los paisajes que poblaron los antiguos habitantes de estas tierras.
Tracks y waypoints de GPS para facilitar la localización de estos megalitos pueden encontrarse en mi página web: http://julioasuncion.jimdo.com
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