PENSAMIENTO ISLÁMICO OBSERVADO, por Ramiro Lagos

Mi primera  visita  cultural a Egipto en 2001 y la ultima, invitado por la Universidad del Cairo durante el Ramadán del 2003, no fueron suficientes, pero sí beneficiosas, para observar someramente algunos aspectos de la vida egipcia en relación con sus costumbres, su cultura y su Islamismo ritual. A estas altura del siglo XXI el  Islámismo debatido ha seguido siendo  tema de inquietud internacional. Por eso se ha impuesto como una necesidad el revisar la exégesis de su credo  predominante en países, como Egipto, en donde El descargaCorán ha sido su Biblia difundida y practicada por la inmensa mayoría de su pueblo. De los textos coránicos procerlen todas sus creencias: su conducta moral y social y acaso su actuación política de tendencia fundamentalista..Meca y Sorbona de los estudios islámicos en El Cairo es la universidad Al Aznar, donde se ha enseñado, basado en la alta teología islámica, que el espíritu de El Corán es fundamentalmente pacifista. Por cierto, durante el Ramadán, disfrute allí de tranquilidad y paz religiosa, leyendo  ELCorán en españoI. Disfrute de la armonía de su poesía religiosa, sensible al dolor humano y difusiva del amor entre las criaturas de Dios, Alah.

Salvo casos de explosivos nacionalismos anticolonialistas, los árabes islámicos de Egipto se me mostraban tolerantes, conciliatorios y defensores de la ibertad religiosa. El espíritu de El Corán se me ha presentado como un dechado de libertad pacífica, según sus exégetas. Cito al profesor Abdallah Al-Shurkuy que explica: «El Islam desde el principio establecía la libertad religiosa para toda la gente. Si una persona optara por quedarse en su religión distinta al Islam, como el Judaismo o el Cristianismo, el Estado Islámico defendería su libre elección y su derecho a no creer en el Islam y vivir en dicho estado y en su sociedad, disfrutando de todos los derechos concedidos por el Islam sin imposición ni coacción. Los versículos alcoránicos en este sentido son muy tajantes y claros.

Superada a estas alturas las históricas épocas de las cruzadas, en que los infieles eran los musulmanes para los cristianos y éstos también infieles para los mahometanos, sólo se puede concebir tal fanatismo intolerante entre quienes han querido retroceder a la Edad Media, dando una interpretación errónea y retrógranda al espíritu del Islam., entremezclándolo con planes políticos siniestros con el objetivo de apuntar a determinadas políticas occidentales.  Pero en Egipto, sede de la Liga Árabe, las criticas a tales políticas han sido canalizadas por la voz de un gobierno moderado dispuesto al debate diplomático sobre los principios de paz y justicia entre  los musulmanes.. De todas maneras este país ha dado pruebas de ser un país moderado. En este baluarte de la cultura árabe islámica, conviven en su territorio, pacíficamente, los cristiannos y los musulmanes.. En el el extenso barrio capto-cristiano de El Cairo se abren ámplios horizontes de libertad religiosa que abarca a los judíos, cuyas sinagogas contribuyen a ejemplarizar el ideal de tolerancia que existió en el Toledo español en épocas de predominio islámico. En El Cairo las torres coptas elevan sus cruces de cara al firmamento images (2)cristiano, mientras los altos minaretes imponen su mensaje bajo los cielos dc Alah, que es el mismo Dios del universo oriental y occidental.. Bajo el mismo Dios universal, la hermandad espiritual no ha causado divergencias en la vida diaria. En Aswan, un nubio me invitó  a almorzar,  y al verme sorprendido yo  de que él no seguía el ayuno del Ramadán, me enseñó su muñeca tatuada con la cruz cristiana del copto, como signo de que era cristiano y, por lo tanto, no estaba obligado a seguir el ayuno del Ramadán, pues su ayuno era durante la cuaresma de los cristianos. En mi hotel  de El Cairo, dos recepcionistas pertenencían cada una a las religiones conviventes: la musulmana y la copta cristiana.. Aquella con su velo negro se hincaba a rezar con El Corán abierto; la otra. de cabellera suelta, hincaba el diente al dorado cordero, queriéndolo compartir con mis antojos epicúreos. Ha de observarse que después del largo ayuno de los musulmanes, las horas nocturnas del Ramadán, que son a partir de las cinco de la tarde, se convierten en banquetes populares y en fiestas de pitanza y generosidad compartirdas. Es cuando el pueblo unido por la religión  disfruta el pan democráticarnente, sin distinción de clases,. y los platos abundan en los mesas gratuitamente. Me sorprendió ver desollar un gigante camello para convertirlo en chuletones para el pueblo. Luego, los dátiles, la caña de azúcar y el mango,. fruto nacional, contribuían a endulzar las gargantas amargas de los menesterosos. Las personas acomodadas suelen ofrecer durante el Ramadán ahundantes viandas para que el pueblo pueda disfrutar en el baquete de la convivencia comunitaria. Habría de recordársele al pueblo, en ese momento. el hecho de que hubo un profesta llamado Cristo que realizó el milagro de la multiplicación de los panes y de los peces, y a esa multiplicación de bondad, se puede contribuir con la sensibilidad justiciera de las dos religiones. Cristo, como profeta es reconocido y exaltado en El Corán, libro que vi leer  devotamente durante el Ramadán en toda parte, y en  mi caso,  se me abrió oportunamente en sus páginas traducidas al castellano, donde trataba de descubrir con sus prosas salmódicas algún cantar de sus cantares sobre los dones de la naturaleza al alcance  de todos las bocas. Lo que sí pude constatar es que El Corán es un libro escrito por un poeta: no sólo es una representación simbólica de la verdad sino la revelación bella de la palabra del Creador, y es allí donde la imaginación y la transparencia de la verdad concurren a la expresión lírica. La lectura de El Corán y mi aproximación a la filosofía árabe, inspiraron mi inquietud hacia el regocijo espiritual del cual disfruté con avidez y sed de sabiduría, los días de mi Radamán  entre los egipcios amigos, en su mayoría profesores de cinco universidades de EI Cairo. Uno de ellos hizo que me interesara en Al-Kindi, el primer filósofo de los árabes, pensador nacido probablemente en Bagdad, quien supo conjugar las irradiaciones de la filosofía griega con las luces de su cultura islámica de interpretación coránica. Como verdad teológica revelada,. su filosofía eleva su objetivo a la creencia en la divinidad única, no trínica. Al-Tarabi, otro filósofo musulmán, concibe la filosotía superior a la religión y en ese orden de ideas se presume que los pensadores musulmanes no se apartan del todo de ciertos razonamientos que se le plantean, para asentir o puntualizar distingos. Avicena, seguidor de Aristóteles, expone su filosofía desde dos perspectivas: una dilucidada para el cormún de la gente y otra reservada a pocos, para expresar los secretos de la filosofía oriental, como fuente del pensamiento revelado. No ha de creerse, por lo tanto, que los exégetas musulmanes sean ciegos para exponer una religión en que la verdad revelada se impone como luz divina y no choca con el claro razonar de la lógica. Ello quiere decir que el Islamismo razona también en aquellos puntos dogmáticos en que se aparta del pensamiento de la Escolástica. Se aparta, desde luego, en el punto silogístico de no concebir una trinidad centrada en un sólo ser supremo. Para ellos el Dios de todos, es Alah y con El se entiende el ecumenismo de la espiritualidad humana. Pero todos los caminos llevan al mismo Dios. Aceptando la tesis de la teología genética, todos somos sus hijos. En esta forma, cristianos y musulmanes estamos místicamente identificados a través del mismo Creador. images (1)Lo que nos separa es la divinización de Cristo, que para los mulsulmanes, el Mesías es un gran profeta que ascendió al cielo y es tan respetado como Mahoma. En este sentido, se puede observar la divergencia entre los dos credos y, por lo tanto, los más fanáticos como los talibanes consideran infieles a los cristianos y éstos consideran al Islam como una religión que hay que cristianizar. El punto divergente surge cuando se pone a Cristo de por medio, no como Redentor sino como Dios. Pero en lo que sí están de acuerdo el Judaísmo, el Cristianismo y el Islamismo es en el destino del alma inmortal que vuelve al creador. Para dar un ejemplo, la sura al-Fayr, no. 89, versículo 27-30, de El Corán afirma: “! Oh alma tranquila! Vuelve a tu Señor, satisfecha, complacida.!Entra con mis siervos!!Entra en mi paraíso!” En este sentido la fe supera a la filosofía y con la lógica del amor infundido por el Creador. Este nunca abandona a sus criaturas, a no ser que renieguen de El y se pasen al bando de Lucifer, cuya política es disociadora y malévola,generándose  tantos lucifieres en el Oriente como en Ocidcnte. Se diría que algunos de ellos son los causantes de los problemas del mundo.

 En Egipto, lo he escuchado en el murmullo popular, se reprueba con el espíritu de El Corán  toda accion terrorista cometida en nombre de Dios, pero al mismo tiempo hay quienes debaten tales acciones situándolas no tanto en el terreno religioso sino político. Y de ninguna manera dentro del antagonismo religioso y menos dentro de la supuesta confrotacion entre Oriente y Occidente. En Egipto esta confrotación no ha exitido. Baste recordar que Alejandría, antigua capital de Egipto, fue considerada como puente cultural históirico entre Oriente y Occidente.Desde entonces prima el espíritu de la alianza de estas dos grandes civlizaciones.

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