“Miguel Ángel Curiel y la poesía existencial”
Desde las aguas del Tajo, las mismas que bañan las riberas talaveranas, donde la cerámica ha hecho el pedestal de la belleza intensa, original y universal, amansa en palabra viva, los versos de un poeta errante entre su origen y su vida. Nacido en la ciudad alemana de Korbach, reside por tiempo en Talavera ahincando entre los juncales del padre Tajo a golpe de reflejo la elementalidad de la materia y de la vida, haciendo sonoro su verso fácil.
Luego, desembarca en Lugo y allá, entre la brisa del cantábrico y el sentimiento de los bosques revive los átomos del existir en esa sinfonía de las palabras convertidas en musas esenciales. Todo es belleza entre sus creaciones y todo es profundidad en sus mensajes. Un hombre, un mundo, una vida.
Miguel Ángel Curiel, el que ganara el Internacional de Poesía de San Juan de la Cruz, el accesit del Adonais, el Ciudad de Mérida o el José Hierro, convierte a su prosa poética en esa búsqueda de un sentido nuevo para transmitir las experiencias vividas en esa, su manera radical, de compartirlas con el lector que hasta él llegue.
Poeta sensorial, reflexivo, intimista, esencial, brillante e irracional.
Unas gotas
antes de que
se seque
mi vida.
Gotas de mi
en el tallo
más escondido.
En sus “Tallos para un manojo de días”, o en “los invernales de piedraescrita”, fluye el ritmo melódico de un tierno énfasis poético entre sueños y vida. Luego, esos pulmones que como pájaros negros envuelven la melancolía de su recuerdo y hace revivir con fuerza y sentimiento su futuro esperanzador. ¡Un gran poeta para un gran tiempo¡
Porque “si respiro más lento que los olmos, ya no tendré hambre o bien, les llevo mis pensamientos que a veces son ligeros como sombras de nubes y quedaré más desnudo que ellos.”
Miguel Romero
Miguel Ángel Curiel: un mundo, una vida.
El poeta errante
a la sombra de nubes y
la brisa de juncales
convierte el manso río,
en transparencia, escarcha,
verso sonoro y mar bravío.
Así, danzan los sueños
a veces ligeros; o
se agitan y vuelan
como pájaros negros.
Aunque el eco mienta y
el viento rompa tardes serenas,
el poeta es libre,
porque sabe,
que un manojo de días
es la vida.
Grisel Parera
Poemas de Miguel Angel Curiel
A Uxia
Merle,
c´est l´oiseau.
Sautant d´un monde à l´autre.
Les os noirs
de la neige…
Il s´etablit une riche communication
entre animaux et forets,
arbres et aire,
eaux et pierre,
et pourtant après il faut parler seul,
manger seul,
marcher seul…
Choisis vol
ou oiseau
vin ou fiancée.
Ce noir dont sort
le fil blanc…
Merle qui
en luttant contre l´instant
va toujours vers le passé.
Cupressus Sempervirens.
Traducción: Mirlo/ese es el pájaro./ Saltando de un mundo a otro/ Los huesos negros de la nieve…/ Aunque se entable una rica comunicación/ entre animales y bosques/ árboles y aire/ aguas y piedras,/ después hay que hablar solo/ comer sólo/ andar solo…/ Elige vuelo/ o ave,/ vino o novia. / Ese negro del que sale/ hilo blanco…/ Mirlo que al luchar con el instante,/ va siempre/ hacia el pasado./ Cupressus Sempervirens.
algunos fragmentos: II LUMINARIAS (2010-2014)
(LUMINARIAS 2010-2014)
a Esperanza Vives
186
Desde la ventana un paisaje nevado blanquísimo. Sobre la mesa una hoja inmaculada. Ahora debo elegir entre salir fuera y pisar la nieve, ese paisaje de nuevo virgen, dejar mis huellas o ensuciar la hoja. Pero sería como escribir con guantes y caminar descalzo.
187
La nieve que se posó esta noche mientras dormía. Inicio de un libro. Entre tanto un sueño lluvioso y un río caudaloso.
190
Un nogal expandiéndose en el futuro. Lentitud de las cosas verdaderas. Expandiéndose en el futuro, en lo próximo un nogal. Ya no lo veré ir hacia arriba, irrumpir de la tierra, no seré testigo de eso, pero la sola idea, esa idea que transcurre solo en mi, me da fuerzas para imaginarlo, para ser en él, en lo próximo un árbol poderoso de paso lento. Ya lo he visto en mi, dentro de mi, ahora tienes que salir fuera, irrumpir. El sentimiento profético, palabras muy seguras de sí mismas, de lo que dicen, de lo que revelan, escritas o dichas siempre en lo próximo, y así debía ser un árbol de madera dura, un árbol firme de palabras firmes. Tu ya no lo verás.
195
No es fácil des-decirse y tampoco re-escribirse, pero esa es la labor del hombre, des-decirse y re-escribirse hasta que la boca esté seca y la mano cansada. Uno que solo decía yo y escribía tu –lo más lejano entre lo uno y lo otro era él- así lo singular se multiplicaba hasta el paroxismo de no ser. Al menos uno que se escribió cartas a sí mismo. Las tenía que abrir y entonces abrirse aún mas a los otros. Abrirse como si se cerrara. Las leía en voz baja, y tenía miedo de sí mismo.
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He escrito
en el centro de la hoja
la palabra brasa.
Sólo esa palabra
sólo esa brasa
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Tamiz atravesado
por el humo
Palabras atravesando
la palabra
(Talavera abril 2004)
Revista la Alcazaba 60