“(…)Verano del 21.Trágico itinerario marcado con sangre sobre la tierra de Marruecos: Nador, Zeluán, Monte Arruit, Igueriben, Annual…Desde aquí , desde España- corridas de toros, funciones Patrióticas, pasodobles militares- marchan al otro lado del mar los batallones. Rutas de gloria y de la muerte. El sol africano recorta netamente sobre el cálido suelo las siluetas de nuestros soldados. De aquellas horas en que la gloria se iba borrando dolorosamente de un cáñamo de sangre, el eco llegaba a España en forma de noticia que desde las pizarras de los diarios llamaban a la muchedumbre con su clarín de drama. Guerra, pasodoble, sol. Aquel verano del veintiuno (…)”
( Nuevo Mundo. Número Extra. De Annual a las constituyentes de la República, 1931)
El desastre del 98 puso fin al imperialismo español, en el momento en el que el moderno expansionismo colonialista de las potencias capitalistas industriales estaba en su apogeo.
El Imperio Marroquí atrajo las miradas de estas potencias europeas, desde finales del siglo XIX. Su situación estratégica y el hecho de constituir uno de los últimos territorios “colonizables” del continente africano alimentaron el apetito imperialista de Francia, Gran Bretaña y Alemania en el Mediterráneo Occidental. Éste se vio flanqueado por los intereses de otras potencias menores como Italia o España
Tras el reparto de la mayor parte de África, el territorio de lo que hoy es Marruecos era una de las pocas regiones por repartir en el continente. Este hecho provocó importantes tensiones internacionales que están en el origen del camino que llevó a la Primera Guerra Mundial.
En la Conferencia de Algeciras en 1906 se acordó el reparto de Marruecos entre Francia, que se quedó la mayor parte del territorio, y España, que se apoderó de la montañosa franja norte del país: el Rif Muy pronto aparecieron los conflictos con los indígenas Las cábilas de esta zona se agruparían bajo el liderazgo de Abd-el-Krim. El ejército español, mal pertrechado y dirigido, sufrió importantes reveses desde un principio. El desastre del Barranco del Lobo(el 27 de julio de 1909) cerca de Melilla, fue un trágico ejemplo, donde las tropas españolas fueron vencidas por los rifeños. Recordemos que este suceso ocasionó , a su vez ,los de la Semana Trágica en Barcelona .
Tras el acuerdo posterior franco-español (1912), se divide el norte de Marruecos en dos zonas de “protectorado”: la francesa, de unos 400.000 kms cuadrados, y la española-desde el río Mulaya al Mediterráneo– de unos 32.000 kms cuadrados. Más de la mitad de ese espacio lo ocupa el Atlas y sus estribaciones, con alturas considerables. En 1921 menos de la mitad de este territorio asignado a España estaba efectivamente controlado.
El influjo de África en la vida española del primer tercio del siglo XX es extraordinariamente importante. Esta influencia adquiere su máxima intensidad por los años que corren entre el fin de la Primera Guerra Mundial (1.919) y el advenimiento de la Dictadura de Primo de Rivera (1.923). Planteando, ante todo, un problema militar: el de la ocupación efectiva de la zona del Protectorado adjudicada a España.
Entre la zona occidental (comandancia de Ceuta, controlada por el Alto Comisario, el general Dámaso Berenguer) y la oriental (comandancia de Melilla, al frente de la cual se encontraba el general Manuel Fernández Silvestre), se extiende el territorio del Rif agreste e indómito, lo cual dificultaba, tanto por la naturaleza del terreno, como por la belicosidad de sus habitantes, el control de dicha franja, limitada al norte por el Mediterráneo y al sur por la zona del protectorado francés.
Prevalece el criterio de la ocupación efectiva del Protectorado asignado ,a pesar de la oposición de líderes obreros y republicanos, e incluso del general Primo de Rivera, quienes ven inadmisible que esa ocupación justificara el enorme esfuerzo militar, humano y económico que se debía de hacer.
El 12 de febrero de 1920 el general Fernández Silvestre tomo posesión del cargo de Comandante General de Melilla. Con la idea de llegar hasta la bahía de Alhucemas- centro de operaciones de las tribus rifeñas más belicosas, en enero de 1921- empezó el avance para acabar con la resistencia existente. La empresa era arriesgada, ya que los soldados españoles, en su mayoría procedentes de reclutas forzosas, estaban poco entrenados, mal pagados y alimentados, pésimamente armados y peor calzados (abarcas y alpargatas), se desmoralizaban enseguida y tenían verdadero pavor a los rifeños.
Sin embargo, entre mayo de 1920 y junio de 1921, el general Silvestre –militar impulsivo, valeroso, quizás animado personalmente por el Rey, y deficientemente controlado por el Alto Comisario general Berenguer- aborda la empresa de adentrarse en el Rif con más entusiasmo que prudencia y preparación técnica. Protagonizó un espectacular progreso: avanzó 130 kilómetros sobre esa zona (hasta Buy Meyan y Annual)con un total de 24 operaciones, estableciendo 46 nuevas posiciones sin apenas sufrir bajas. Todos en España creían que por fin se alcanzaría la bahía de Alhucemas y finalizaría la sangría de Marruecos.
En Mayo de 1.921, nadie hubiera podido predecir la hecatombe que se iba a cernir sobre el ejército español en Marruecos tan sólo dos meses después.. La Comandancia Militar de Melilla disponía de unos 25.700 efectivos Estos, que en principio, pudieran parecer suficientes para someter el territorio, en la práctica constituían “un cuerpo enfermo”, que adolecía de graves carencias, tanto de índole militar, como administrativas y políticas.
El ejército se hallaba disperso en un total de ciento cuarenta y cuatro posiciones, los blocaos, la mayoría de los cuales se encontraban guarnecidos por un total de entre doce y veinte hombres. Aunque algunas posiciones como Batel, Dar Drius, Buy Mellan o Annual, sobrepasaban los ochocientos. La ubicación de los blocaos era inapropiada, se construían, atendiendo a criterios políticos y no militares. Otras veces serán los propios nativos quienes soliciten y obtengan la creación de un blocao en el lugar por ellos designado, alegando la necesidad de protección frente a otras cábilas (tribus) no afectas a la causa española.
En el verano de 1921, las tropas españolas se embarcaron en una acción mal planificada dirigida por el general Fernández Silvestre. Éste había sido designado como responsable de controlar la zona. Decidió adentrarse en el Rif melillense sin proteger suficientemente la retaguardia y las provisiones de sus tropas. Así el líder de las cábilas Abd-el-Krim ataca por sorpresa las tropas españolas causando la muerte de unos 13000 soldados incluido el propio general. La prensa española recogió este desastre desatando la crispación entre la opinión pública.
Los choques con las cábilas rifeñas concluyeron con una retirada desordenada, produciéndose la masacre de las tropas españolas. Se trataba del Desastre de Annual, que tuvo lugar el 22 de julio de 1921 Fue una grave derrota militar española ante los rifeños comandados por el citado Abd el-Krim, que supuso una redefinición de la política colonial de España en la Guerra del Rif. Desde el punto de vista militar, la catástrofe sobreviene cuando las posiciones de Igueriben, Annual y Monte Arruit- escalonadas entre el corazón del Rif y Melilla– van siendo cercadas y conquistadas por los nativos La misma Melilla llegó a estar en peligro, salvándose gracias a los refuerzos llegados de Ceuta al mando del general Sanjurjo.
El desastre de Annual provocó una terrible impresión en una opinión pública contraria a la guerra. Hubo grandes protestas en el país y los republicanos y socialistas se apresuraron a reclamar el abandono de Marruecos.
El conflicto marroquí contribuyó a acelerar la caída del régimen político de la Restauración. La humillante derrota sufrida por el Ejército español en Annual causó un enorme impacto en la sociedad de la época, contraria a la nueva aventura colonial, produciendo una grave crisis en la política española, que culminó con el pronunciamiento del general Primo de Rivera en septiembre de 1923. La presión de la opinión pública llevó a la formación de una comisión militar que investigara sobre los acontecimientos. Su resultado fue “el Expediente Picasso”, informe redactado por el General de División Juan Picasso. Pese a las trabas que le pusieron las compañías mineras interesadas en el dominio de Marruecos y altos cargos del gobierno y el ejército, el expediente ponía en evidencia enormes irregularidades, corrupción e ineficacia en el ejército español destinado en África.
Las noticias del desastre de Annual conmovieron a la opinión pública española. El gobierno de Allendesalazar dimitió el 3 de agosto de 1921 siendo sustituido por Antonio Maura, en una situación de crisis y desmoralización excepcional. Este “gobierno de concentración”se mantuvo sólo unos meses, entre 1.921 y 1.922, debido al desastre de Marruecos.